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Sigue pendiente el caso Reynosa

Como ya lo he comentado en anteriores entregas sobre el Foro para la Pacificación que por angas o mangas no se ha realizado en Tamaulipas, los reynosenses alzan los brazos al cielo y claman porque se lleve a cabo en esta ciudad en donde la violencia nos sigue trayendo prácticamente como badajo de campana, y entre los tiroteos aparece que los delincuentes como que traen de encargo a los policías estatales.

Podrá decirse que es por las acciones de esta corporación, pero eso es algo que en los boletines oficiales nunca se dirá y equivaldría a decir que si no agreden a las otras instituciones armadas es porque no están apretando a la delincuencia, entonces ocasionaría un roce institucional que es lo que menos nos conviene.

Sigue pendiente el caso Reynosa

Pero si nosotros ya no encontramos la puerta con tanta violencia, amigos que radican en Ciudad Victoria me dicen que por allá las cosas están peor. Yo les reviré que por acá no tenemos noticias de balaceras en la otra apacible capital tamaulipeca. Y me dicen que en efecto no se dan esas persecuciones por el primer cuadro de la ciudad pero que por las colonias de las orillas la violencia es muy sanguinaria a tal grado que por la noche nadie quiere salir, nomás un inconsciente o algún visitante foráneo que ignora cómo están las cosas se le ocurriría hacerlo.

Por ello los restaurantes cierran temprano y los antros sólo sobreviven uno que otro de los llamados de mala muerte.

Entonces no se trata de disputar quien tiene más “merecimientos” para que el Foro para la Pacificación se realice en Reynosa o en Ciudad Victoria. En mi personal enfoque da lo mismo un lugar u otro, siempre y cuando los que participen sean representativos de los sectores más conflictivos del estado y expongan las cosas con crudeza, que denuncien lo que realmente está sucediendo y que no recurran a eufemismos como alabar que se ha avanzado, pero falta mucho por hacer, que en lenguaje campirano se diría que estamos igual o peor que antes.

Entre tanto no queda más que orar para no toparnos con la violencia, pero de que van a tener que ponerle un freno, será obligado. Seguir como estamos será echar por la borda las medidas fiscales que implementará en la frontera el gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, unas medidas que van a levantar la economía, lo mismo en los macro negocios que en los micros y estos últimos son los que más requieren con urgencia de seguridad.

Están indefensos ante los embates no de la delincuencia organizada porque tampoco hay que cargarles todas las pulgas a ellos sino de los malandrines que por las colonias se asumen como jefes de sector y ponen a cuota a todo aquel negocio que se instala por sus rumbos y en caso de negarse le sobrevendrán calamidades.

Por ello también será imperativo que por la zona fronteriza cuente con una policía ministerial eficaz en la investigación del delito. Ellos no tienen nada que ver en el combate a la delincuencia organizada, que se dediquen a lo que es exclusivamente su función como lo es indagar quiénes andan cometiendo delitos como robos domiciliarios, asaltos a negocios, despojo violento de vehículos, lesiones, homicidios, etc., mientras que la policía estatal pues que siga con sus rondines por las calles, finamente son medidas de prevención y así, si cada corporación se dedica a lo que es su función se va a experimentar un cambio en el rubro de la seguridad pública.

Se ve muy fácil el asunto, pero no lo es, nomás que nadie los obligó a meterse a esas tareas lo mismo a jefes que a subalternos. Solitos se anotaron y ahora tienen frente a si esa responsabilidad, que se reconoce es muy riesgosa pero la frontera como otras regiones del país ya no pueden aguantar tanta tolerancia a quienes cometen delitos, tal vez porque son tantos los que se dedican a ello o por incapacidad manifiesta.

En lo que menos quisiéramos pensar es que esa tolerancia obedece a otras cuestiones. Pero bueno, yo doy por descontado que el presidente López Obrador sabe todo lo anterior y por lo mismo habrá de girar instrucciones.

Y por el mundo de la política mientras se define como quedará el caso Reynosa, anularon las elecciones alcaldicias de Coyoacán, CDMX, por haber utilizado recursos públicos. El fallo fue dado en la Sala Regional del TRIFE en Ciudad de México mientras que en la Sala Regional de Monterrey anularon la elección alcaldicia de Altamira por las mismas razones que en Coyoacán y con esos casos y otros más como el recuento voto por voto casilla por casilla en la elección para gobernador de Puebla se van sentando las bases que en los procesos electorales subsecuentes partidos y candidatos mejor busquen ganar a la buena y no a como dé lugar como ha sido la costumbre.

Y en esos hábitos están incluidos lo mismo priistas que panistas, perredistas, o verde ecologistas. Falta ver los morenistas porque estos apenas van entrando al poder. Ya veremos si no incurren en las mismas prácticas de sus homólogos.

Paralelamente a esas decisiones de los tribunales electorales al castigar rudamente a los partidos y candidatos que utilicen recursos públicos, los senadores morenistas ya lanzaron la propuesta de ley que sancionará como delito grave las irregularidades electorales que aunque con el nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales me dicen que todos los acusados tienen derecho a fianza pero hace una salvedad con los ilícitos que califican como graves, una advertencia para todos aquellos que tienen por ocupación profesional coaccionar el voto a través de los programas sociales o de plano con billetes de por medio deberán pensarle mucho porque no es cosa de que por amor al partido terminen encarcelados.

Todo lo anterior alienta expectativas de que en lo sucesivo las elecciones tendrán que llevarlas limpiamente porque al que cachen en la maroma va para el penal y encima de eso al que ganó con trampas le van a anular el resultado de la elección y al final del camino se encontrarán con manos manchadas y con una carrera política liquidada al aparecer en el expediente que se recurrió a la trampa.

Pero usted como yo amigo lector bien sabemos cómo es la condición humana y no faltarán los que quieran seguir viendo la política como una mesa de tahúres en donde ganará el más tramposo.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.bandahotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com