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‘¿Sientes que tu vida está saturada?”

¡Toma decisiones y resetéala!

¿Cuántos de ustedes llevan meses o años convencidos de que su trabajo no los llena y al parecer el único motor para ir a trabajar es el arsenal de deudas por pagar? ¿Cuántos se levantan de la cama sólo por inercia y andan todo el día sintiendo que no hayan su lugar? ¿Cuántos tienen la sensación de que la vida es monótona y sólo se limita a atender la casa-pareja-hijos-responsabilidades? ¿Cuántos aún tienen guardado aquel pantalón talla 32 porque el próximo año si bajarán de peso?

A todos nos ha pasado que por más vueltas que la cabeza nos como hámster (sin llegar a ningún lado) llega el momento de hacer una pausa y apretar el botón de “reset” (reiniciar) para mandar a freír espárragos todo lo que estorba y volver a empezar frescos. 

‘¿Sientes que tu vida está saturada?”

¿Cuáles serían las señales que te indican que te urge un “reset”?

Andas de un genio negro todo el día (y por cualquier cosita explotas.) Te cuesta trabajo terminar lo que comienzas (tus propósitos de año nuevo son los mismos desde hace cinco.) Vives en quejilandia (de cosas que ni dependen de ti y culpando a los demás de tus calamidades.) Te cuesta mucho pedir lo que necesitas (y al final sientes que todos te cargaron la mano.) Sientes que todo depende de ti (y si no lo haces tú y a “tu manera,” nada sale bien.) Tu cuerpo funciona de puritito milagro (comes a deshoras, duermes poco y los dolores en cuello y espalda están a la orden del día.) Nunca tienes energía (necesitas estimularte con café o bebidas energéticas para medio rendir durante el día.) Y la clásica de muchos: dices “sí” cuando en el fondo quieres decir “NO.” ¿Te identificaste con alguna de estas señales?

Sugerencias para comenzar a “resetearte” 

(No necesitas hacer todo al mismo tiempo, elige las viables para ti e inténtalas llevar a cabo por 40 días).

Deja de comer harinas blancas y bájale a los lácteos (sé que está cañón, sin embargo, vale la pena el resultado) ,

Borra de tu teléfono celular todas las aplicaciones que te hacen perder el tiempo y de ser posible apaga las notificaciones de tus redes sociales (sé que para muchos esto les representa una labor titánica),

Camina 30 minutos al día -por la maña, tarde o noche- (y si tienes mascota, ¡mucho mejor!),

Regálate un par de minutos para hacer una breve lista de lo que te salió bien durante el día,

Vende o dona todas las cosas, muebles y/o ropa que ya no uses. ¡Haz espacio para lo nuevo!,

Haz ejercicio por lo menos tres veces a la semana o si prefieres, intenta yoga o pilates. 

¡Suelta! ¡Deja ir!

Uno de los aspectos más complicados del ser humano para resetearse es soltar el pasado o creer que lo que viviste tiempo atrás fue lo mejor de tu vida. A muchos les cuesta trabajo salir de la zona de confort y les da pavor renunciar a su trabajo que les da un “sueldo seguro.” Les diré algo, sólo se puede empezar de cero una sola vez. Cuando renuncias a un empleo te estás llevando toda tu experiencia y, por lo tanto, comienzas de nuevo, pero no de cero. 

Los apegos son la causa de mucha ansiedad. Detrás de ellos siempre hay miedo al cambio, a lo desconocido. Guardar rencores y vivir dentro de la botarga del resentimiento sólo te afecta a ti. Deja de postergar y detente un momento a analizar si realmente lo quieres hacer, si la respuesta es “NO,” contrata a alguien que lo haga por ti, pero ya quítate la monserga de ese “pendiente.” 

En la vida no hay fracasos, hay experiencias de las cuales decides aprender o no; de las cuales eliges fortalecerte o no. Resetéate las veces que sea necesario. Sólo ten presente que, al ponerle fecha a un sueñ

o, se convierte en una meta. Una meta dividida en pasos se convierte en un plan. Y un plan apoyado con acciones se convierte en una realidad. #Anótele

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