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Peticiones a los Reyes

Este fin de semana las redes sociales de España realizaron una encuesta, específicamente en mujeres mayores de 18 años; la pregunta era sencilla ¿Qué le pedirías a los reyes magos, a favor de otras mujeres? Las respuestas no se hicieron esperar.

El 80 por ciento de las encuestadas pidió que se acabara la violencia contra las mujeres, para que todas las mujeres tuvieran la libertad de vestir como quisieran, salir a tomar una copa con las amigas y llegar tarde a casa, sin que sufrieran algún tipo de daño: ya sea físico en la calle, o psicológico y emocional de sus parejas.

Peticiones a los Reyes

El 20 por ciento restante pedía que sus amigas pudieran comer libremente sin que subieran de peso, o simplemente que fueran felices. 

La Organización de las Naciones Unidas define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.

La violencia de pareja se refiere al comportamiento de la pareja o expareja que causa daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control.

La violencia contra la mujer –especialmente la ejercida por su pareja-, constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres en todo el mundo.

Las estadísticas mundiales publicadas por la OMS indican que una de cada tres (35 por ciento) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.

Un 38 por ciento de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo, son cometidos por su pareja masculina.

Si nos vamos a las cifras en México, lamento comunicarle que los resultados son aún más tristes; se estima que el 66 por ciento de las mujeres mayores de 15 años han sufrido algún acto de agresión en su contra, ya sea de tipo emocional, físico, sexual, patrimonial, económico o todos juntos. 

El 49 por ciento de las mujeres han vivido violencia emocional o psicológica, lo más impactante es que las personas que deberían de proteger a las mujeres, han abusado de ellas ya que el daño recibido ha sido por parte de su pareja.

Las mujeres que corren mayor riesgo de ser víctimas de la violencia de pareja, son aquellas que tienen un nivel de instrucción bajo, han estado expuestas a actos de violencia contra sus madres, han sido objeto de malos tratos durante la infancia, han vivido en entornos en los que se aceptaba la violencia, los privilegios masculinos y la condición de subordinación de la mujer. 

De acuerdo con un estudio plurinacional realizado en el 2016, los hombres que durante su infancia presenciaron un comportamiento violento de su padre hacia su madre, o sufrieron algún tipo de violencia doméstica; presentan una probabilidad marcadamente superior de actuar de forma violenta en las relaciones mantenidas en su vida adulta. 

Por ejemplo, la probabilidad de cometer actos de violencia física es tres veces superior entre los hombres que vieron a su padre pegarle a su madre durante su infancia que en el caso de los que no. 

De igual modo se da en la violencia emocional o psicológica, aquellos hombres que vieron a sus padres agredir verbal y emocionalmente a sus madres, tienen más posibilidad de repetir el patrón de conducta que aquellos que no presenciaron esta situación. 

Aunque en México se han aprobado leyes para proteger a la mujer de la violencia, aun no se ha trabajado lo suficiente para ejercer la penalización correcta. 

La mayoría de las mujeres que han sido violentadas que han pedido ayuda lo han hecho con sus amigas o su familia, muy pocas acuden a las instituciones porque no confían en ellas.

Sin embargo, las Naciones Unidas han reconocido que la violencia contra las mujeres o de género es un problema de salud pública; una práctica aprendida, consciente y orientada, producto de una organización social, constituida sobre la base de la desigualdad de género.

Lo cual indica que en la mayoría de las ocasiones un hombre es violento y machista porque su madre así lo educó o lo permitió, o porque imita a su padre.

Las madres tenemos la oportunidad de cambiar las cifras mediante la educación a nuestros hijos;  dejando de formar a hombres machistas, agresivos y arbitrarios.

No creo que los tres Reyes Magos puedan conceder en esta ocasión los deseos de las mujeres españolas, más sin embargo, yo siempre he sido devota de ellos;  es rezo desde pequeña y he sido favorecida con mis peticiones; aunque sé, bien que sé, que no eran tres, ni eran reyes, ni tampoco de diferentes razas –no había un rey negro; pero eso sí, de que son magos lo son, o al menos yo he sentido su magia en mi vida y todavía la quiero seguir sintiendo.