Editoriales > ANÁLISIS

La neta

Por aquellos años azarosos, era común escuchar a los padres advertir, con las mejores intenciones del mundo que: "Ya no leas tanto, se te va a secar el cerebro", cosa que difícilmente podía suceder, toda vez que la lectura es una fuente de placer, conocimiento y entretenimiento, en ese orden riguroso. Ahora se pide a los chicos que no abusen del uso de las nuevas plataformas de tecnología digital; en el caso, las más comunes, teléfonos celulares y tabletas digitales. Sí; pero...

Quizá en el hogar haya más tolerancia, a fin de cuentas, niños y jóvenes se entretienen con sus equipos y hasta es posible que le saquen algún provecho. La situación cambia cuando se trata de la escuela, donde se prohíbe terminantemente que los peques lleven sus gadgets y más, mucho más, la osadía de utilizarlas en el salón de clases.  Mantener la educación en los términos actuales, con un dictador cuya palabra es inapelable y decenas de párvulos que permanecen sentados y callados mientras se hace tediosa exposición, es absurdo, tétrico, horroroso. Habrá algún mentor que lea los libros y haga dinámicas; pero, igual.

La neta

Si por aquel entonces, se decía que el tiempo no corre, vuela; ahora, en la era digital, el asunto es en tiempo real. ¡Aquí y ahora! Lejos de prohibir el uso de la tecnología cibernética en los planteles, se debe, por elemental obligación y pudor profesional, enseñar a conocerla y, luego, operarla para terminar con la obtención del mayor provecho. Si los escolapios no pueden llevan sus celulares y tabletas a la escuela, entonces, ¿para qué sirve que en los mismos haya Internet disponible gratis?

El atraso educativo viene de tiempos inmemoriales; pero, ahora en la Cuarta Transformación, es necesario recobrar el espíritu que hizo de la escuela mexicana la pionera en la educación en todo el planeta. La publicación, en dos tomos bellísimos de Lecturas Clásicas para Niños que hizo José Vasconcelos es del mismo calibre que la utilización de las modernas tecnología para acceder al cúmulo de conocimientos universales  que, finalmente, es la razón fundamental de la educación.

Que los estudiantes se sientan cómodos con la tecnología y que los teléfonos celulares se puedan usar para mucho más que enviar mensajes a amigos y publicar en Instagram. Acceso instantáneo a Internet, para que los estudiantes puedan buscar todo tipo de información relevante para su trabajo en clase. Que puedan compartir documentos e información con otros estudiantes, recibir alertas de sus maestros y usar aplicaciones de calendario para mantenerse su trabajo organizado. En fin, un uso proactivo de los gadgets, de tal suerte que los jóvenes se sientan parte del avance.

Hablar de oídas es muy fácil; pero cuando se habla con la voz de la experiencia, la situación cambia. No ha mucho que una nieta pidió prestado un teléfono celular y, como todos los abuelos, aquel no pudo negarlo. Así que la niña se puso navegar para encontrar las diferencias de la música de Chopin con la de Mozart. Previamente le habían dicho que uno era profundo y el otro alegre; pero, necesitaba saber más, con el agregado de que pudo escuchar música de ambos clásicos.  

Cabe señalar que tiene su propia tableta y que pasa un buen tiempo navegando. Por aquello de no te entumas, todos echan un ojo al aparato para ver lo que está viendo y escuchando: Cuando menos hasta el momento, busca respuesta a las interrogantes que la vida le plantea. Ve y ha entendido lo relacionado con su desarrollo físico, intelectual y moral y obtiene sus propias conclusiones; luego platica en familia y seguramente con sus amigas que, hace lo mismo.

Si los maestros, que deben estar duchos en estos menesteres, enseñan a sus alumnos a ir por la red como Juan por su casa y a evadir los muchos y muy graves riesgos que ello implica, tendrán un gran aliado en el logro de los objetivos que plantea la educación actual. Nada de revolucionario tiene el argumento de que en la medida de que un alumno lea y entienda lo escrito, sea en los libros o en un celular, tendrá mejor entendimiento y provecho que la mejor de las exposiciones.

Si la idea es hacer las cosas diferentes para mejorar, la neta es que las plataformas cibernéticas deben estar en la escuela.