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Los operadores fantasmas

Cuando el gobernador de California, Jerry Brown, recomendó a los mexicanos, especialmente al gobierno, que tuvieran cuidado y evitaran privatizar las industrias estratégicas, petróleo y energía eléctrica, pues, aseguro: "Se los van a comer vivos". No hablaba de oídas; en California, los gobiernos anteriores habían privatizado la generación de electricidad y las empresas privadas, como medida de presión para elevar las tarifas, había provocado varios apagones de importancia.

En el mes de mayo del 2002, la agencia de noticias EFE hizo circular una nota en la que aseguraba tener pruebas de que la Comisión Federal Reguladora de Energía de los Estados Unidos, inició una investigaciones de cuando menos tres estrategias seguidas por las empresas productoras y proveedoras de energía eléctrica para generar alta demanda, escasez y, consecuentemente, alza de precios. Se dijo de "el Gordito", que era el truco más viejo en este negocio; además, se complementaba con "Estrella de la muerte" y "Ricochet". En términos generales, la operación era:

Los operadores fantasmas

Mediante la primera se aumentaba la demanda; la segunda servía para congestionar las redes y la tercera para "lavar" la electricidad, como se lava el dinero, vendiéndola cara en el mercado negro.

El colosal robo a los consumidores de California, se solucionó por la vía fácil de declarar bancarrota en las empresas que eran investigadas y con ello se dio pie para que fueran rescatadas con fondos públicos, como ha venido ocurriendo en prácticamente todo el planeta donde el capitalismo feroz, salvaje y despiadado ha sentado sus reales. Ese gran bribón que era Luis Videgaray, el verdadero poder detrás del trono de opereta, para nada tomó en cuenta las serias advertencias de Brown.

Ahora, esas tácticas de desestabilización con intentos de doblegar los poderes constituidos de un Estado, se están aplicando en Venezuela, con el beneplácito de Juanito, quien con tal de hacerse de la presidencia ha traicionado los más elementales principios de un ser humano y de un ciudadano. Su falta de integridad moral trasciende los ámbitos de la política para insertarse en la más cruel perversidad que no tiene elemental rasgo de humanismo ante el sufrimiento de su pueblo.

El tal Juanito salió a la plaza, donde cada vez menos gente lo pela, a decir que: "Un incendio de la vegetación averió las tres líneas de 765 kilovoltios entre el embalse Guri y las subestaciones Malena y San Gerónimo B. El incidente recalentó el sistema y provocó un rechazo de carga en las turbinas. Más de 80% de la energía que va al centro del país pasa por esas líneas. Además de que la falta de mantenimiento hace que el sistema sea susceptible a ese tipo de incendios naturales".

La Organización de las Naciones Unidas y países civilizados con alto sentido fraterno, impidieron que se llevara a cabo la invasión militar que se estuvo preparando desde varios años antes para derrocar al gobierno constituido de Venezuela, que llevaría a la ocupación de las tierras ricas en petróleo, oro y otros minerales que desean los dueños del gran capital. El cambio de táctica, ha sido igual de destructivo y perjudicial y, para acabarla de amolar, está logrando minar el espíritu.

El espíritu de los venezolanos que creen en su derecho a tener el gobierno que les plazca y hacer de sus recursos el uso que más convenga a sus intereses, se va minando, pues siempre ha valido más comer que ser cristiano. Todo parece indicar que el ataque a las instalaciones de producción, conducción y distribución de energía eléctrica se ha realizado por medio de complejos sistemas cibernéticos, lo que ha imposibilitado el recuento de los daños y la obtención de los datos precisos necesarios para saber qué hacer y cómo resolver el corte actual y futuros sabotajes de suministro.

La versión de la oposición de que el apagón se debe a un incendio y al mal estado de las redes, cayó por tierra ayer al mediodía cuando se reportó un nuevo apagón en Caracas y zonas aledañas, luego de la restitución del servicio eléctrico en la capital, el domingo, tras más de 70 horas con fallas. Voceros oficiales explicaron que estos cortes no tienen origen en acciones físicas, sino en manipulación de los sistemas de distribución por medio de operadores cibernéticos "fantasmas".