México, el ejemplo a seguir

Este día se conmemora el Día Internacional de la Mujer y, como en los venturosos tiempos del México revolucionario, el país vuelve a ponerse a la vanguardia en cuanto a paridad de género, esa permanente aspiración de las féminas y de los hombres de pensamiento avanzado, por lograr la igualdad y la justicia social. Existe igual número de hombres y de mujeres en la dos Cámaras del Congreso y el Gobierno Federal, que encabeza ya sabe usted quien. Los resultados son notables.

Partiendo de ahí, ya todo es ganancia, porque las decisiones se toman asumiendo los criterios de ambos géneros, cuyas realidades todavía siguen siendo diferentes. Cuando menos, ya se inició el camino por el cual las mujeres habrán de acceder a una plena igualdad en el disfrute de los derechos humanos, que corresponden tanto a las damas como a los varones para obtener el cabal desarrollo de todas sus facultades en cada una de las etapas de la vida y cumplir íntegra su misión.

Habrá quienes consideren poca cosa ese logro sustantivo; quizá, no están en posibilidades de aquilatarlo porque no están enterados de que en ningún otro país del ancho mundo ocurre algo similar. El año pasado, el nuevo gobierno de España nombró a 11 ministras en un gabinete de 17, lo que viene a representar el 64,7% de sus miembros. Este hecho hace al Ejecutivo del Gobierno de Pedro Sánchez el que tiene más mujeres del mundo y de la historia de Europa. Pero, sin paridad.

Este avance no es gratuito ni fortuito, es el resultado de una larga y a veces azarosa lucha de las mujeres por logra la igualdad de derechos. Fue precisamente el 8 de marzo de 1908, hace 111 años, que 15 mil mujeres, que reclamaban iguales derechos laborales que los hombres y mayor seguridad ante el peligro de incendios en las fábricas textiles, se manifestaron en Nueva York, dando lugar a que se originará el Día de la Mujer Trabajadora. El empeño siguió por muchos años.

El 28 de febrero de 1909, se celebra por primera vez en EU el Día Nacional de la Mujer, organizado por un grupo de mujeres socialistas. En este año empezaron las protestas de las llamadas "mujeres camiseras" que denunciaban penosas condiciones laborales en Chicago y Nueva York. En 1910, se da la proclamación del Día Internacional de la Mujer en Copenhague, Dinamarca, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Se reiteró la demanda del sufragio universal y se proclamó el ocho de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El 19 de marzo de 1911, celebran el Día Internacional de la Mujer Trabajadora Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.

Sin embargo, no fue hasta 1975 que la Organización de las Naciones Unidas comenzó a celebrar, cada ocho de marzo, el Día Internacional de la Mujer. Dos años más tarde, la Asamblea General de la ONU proclamó el ocho de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Esto hizo que la mayoría de los países oficialicen este día dentro de sus calendarios.

El tema del Día Internacional de la Mujer de este año: "Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio", coloca la innovación por parte de las mujeres y las niñas, para las mujeres y las niñas, en el centro de los esfuerzos para lograr la igualdad de género.

En su portal de la red, señala que: "El logro de la igualdad de género en el mundo requiere de innovaciones sociales que funcionen tanto para hombres como para mujeres y que no dejen a nadie atrás. Desde la planificación urbana que se centre en la seguridad de la comunidad hasta plataformas de aprendizaje electrónico que lleven las aulas a las mujeres y las niñas, centros de cuidado infantil asequibles y de calidad, así como tecnología diseñada por mujeres para abordar los obstáculos persistentes que las limitan, la innovación puede impulsar la carrera por la igualdad de género hasta la meta para 2030". Meta que no podrá cumplirse si falta el concurso de todos.

El mensaje del secretario general de la ONU, Antonio Guterrez en esta Día Internacional de las Mujeres dice al inició que: "La igualdad de género y los derechos de las mujeres son fundamentales para el progreso mundial en las esferas de la paz y seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible. Solo podremos restablecer la confianza en las instituciones, reconstruir la solidaridad mundial y cosechar los frutos derivados de contar con perspectivas diferentes si hacemos frente a las injusticias históricas y promovemos los derechos y la dignidad de todos.

En los últimos decenios, se han producido progresos notables en los derechos y el liderazgo de las mujeres en algunas esferas. Pero estos logros distan de ser absolutos o uniformes, y ya han desencadenado una reacción preocupante del patriarcado más arraigado...".

México debe tanto a sus mujeres, que produce alegría que ya se haya iniciado el proceso para pagar la deuda histórica.