«Sacrificios en la pareja» ¿Hasta dónde se vale ceder?

Imagina qué pasaría si la próxima semana tu pareja te dice que le han ofrecido una gran oportunidad de trabajo en el extranjero y te pide que renuncies a todo y lo acompañes para que él pueda realizar sus sueños. ¿Qué crees que decidirías?
Sé que el contexto que te estoy planteando no es de “enchílame otra gorda”, sin embargo, es una situación que pongo como ejemplo en términos de sacrificio.
Obvio que no es lo mismo que tu novio -con el que llevas seis meses- te proponga algo así, a que te lo proponga tu esposo con el que llevas doce años casada y tienen tres hijos. Por supuesto que hay un abismo de diferencia. Naturalmente en las relaciones de pareja hay hábitos o conductas que son necesarias modificar para que la relación pueda tener éxito, sin embargo, no es lo mismo que te pidan que le bajes al reventón, a que te pidan que cambies de religión.
Las relaciones de pareja que están dispuestos a hacer “sacrificios” por la otra persona, son relaciones con tendencia a durar más, ya que hay un mensaje implícito de “estamos en el mismo barco.” Sin embargo, muchas personas confunden el sacrificio con la renuncia a su propia identidad. En otras palabras, dejan de ser ellas mismas en pro de satisfacer las necesidades de su pareja.
Antes de tomar la decisión de «sacrificarte» por tu pareja, valdría la pena que te hicieras las siguientes preguntas:
• ¿Qué tan comprometida estás en la relación?
Si no tienes planes a futuro o a largo plazo, quizá no valga la pena el sacrificio.
• ¿Consideras que tu pareja sería recíproca contigo?
Basémonos en el ejemplo que expuse al inicio. ¿Consideras que tu pareja también consideraría la posibilidad de rechazar la oportunidad y quedarse contigo en este lugar?
• ¿Tu pareja está consciente de que estás haciendo un sacrificio?
No porque se lo echarías en cara en el futuro, sino con el propósito de que valore tu acción y sea recíproco en el futuro.
• ¿Hay apertura para la negociación?
Es decir, hay un plan para que tú puedas visitar a tu familia y/o amistades por lo menos en fechas significativas.
Así como es necesario que tomes en cuenta las preguntas anteriores, también es necesario que sepas cuáles serían las razones equivocadas para «sacrificarte» y evitar que en el futuro termines frustrada:
• Para que te amen “más” o porque crees que el amor es un sacrificio.
• Para que no te abandonen o por temor a discutir y no llegar a acuerdos.
• Para que los demás vean lo buena pareja que eres o por miedo a que no haya quien se haga cargo de ti.
Todas las personas tienen algún proyecto de vida. No hay mejores o peores. Hay mujeres que su plan de vida es ser ama de casa (lo cual es válido, respetable y muy digno), no obstante, también hay mujeres que anhelan desarrollarse académica o profesionalmente. No se trata de ver cuál propósito de vida es más valioso que otro, incluso hay quienes desean desarrollarse de forma integral, es decir, quieren realizarse como madres, esposas, profesionistas o empresarias. El punto medular en este artículo, es que puedas ser hacer un ejercicio de honestidad contigo misma y hagas una lista de tus prioridades. Esto no tiene nada que ver con cuánto amas a tu pareja, sino con tener claridad de qué es lo que te hará sentir más plena a largo plazo. Por otro lado, es muy importante que aquello que decidas ceder o sacrificar en pro de la relación no atropelle tu integridad como mujer o como ser humano; dicho en otras palabras, que el sacrificio que decidas hacer no vaya en contra de tus valores, porque estarás de acuerdo conmigo que hay de sacrificios a sacrificios. Por último, considera cuál podría ser el peor de los escenarios y aún ante esa posibilidad, considera si vale la pena los riesgos. Recuerda que no es lo mismo ser mansa que mensa. Anótele. Nos leemos pronto.
Sígueme en mi página oficial de Facebook:
Coach Gerardo Moreno




DEJA TU COMENTARIO