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‘Terror y pánico a adelgazar’

¿Qué es lo que verdaderamente te mantiene en sobrepeso?

¿Qué es lo que verdaderamente te mantiene en sobrepeso?

Te puedo asegurar que dominas el tema del índice glicémico, las calorías, las porciones y además has probado todas las dietas, desde la dieta Dukan, pasando por la paleolítica, la comida macrobiótica y no más no logras llegar a tu peso ideal. ¿Será acaso que estás haciendo trampa o será que hay algo más profundo que te impide lograr tu meta?

‘Terror y pánico a adelgazar’

Efectivamente, existen emociones inconscientes y profundas que determinan tu relación con la comida y, sin que te des cuenta o sea tu intención, muchas veces son la razón de tu sobrepeso. Casi estoy seguro de que cuando leíste el título de la columna habrás pensado: “Este tipo está bromeando. ¿Cómo me podría dar pánico adelgazar si es lo que más deseo en la vida?” 

Algo que he descubierto al escuchar a tanta gente en mi consultorio es que detrás del sobrepeso hay una gran fantasía (por no decir mentira) de que cuando llegue el día en que adelgacen su vida será maravillosa, serán admiradas, respetadas, seguras, guapas y sobre todo amadas. ¿Les diré una cosa? Las flacas también sufren y tienen sus bemoles. ¿Apoco no?

La forma de comer no sólo está relacionada con el apetito físico o hambre, sino con el hambre emocional. Te puedo asegurar que en muchas ocasiones comes para llenar tus vacíos y no tu estómago. Detrás del hambre emocional hay temores y miedos. Miedo a ser vista o lastimada (me escondo detrás de los kilos para no ser atractiva), a ser vulnerable, a que aun siendo delgada todo siga igual (que no llegue la pareja ideal, el trabajo perfecto o el reconocimiento de todos), miedo a la responsabilidad (y que desaparezca el pretexto que te ha acompañado toda la vida para no hacer lo que te toca) o miedo a seguir sufriendo, aunque seas delgada. Que fuerte ¿no?

¿Qué sentimiento o emoción hay detrás de tu impulsividad al comer?

Numera del 1 al 5 la siguiente lista. El número 1 representará la emoción que más frecuentemente sientes y el 5 la emoción o sentimiento que menos experimentas. 

-- Miedo

-- Alegría

-- Tristeza 

--  Enojo 

-- Afecto  

Resultado: El 1 evita que el 5 se muestre, el 2 cubre y oculta el 4. El 3 es el sentimiento que más conoces. Ahora que ya sabes algo más acerca de tus emociones y sentimientos, es necesario que te des permiso de expresar (de forma saludable e inofensiva) las emociones a las que asignaste el número 4 y 5. 

¿Cómo diferenciar el hambre emocional del hambre física?

• Hambre emocional: Llega de golpe, como urgente. Surge en forma de antojo, por lo regular por alimentos dulces o grasosos. Ni cuenta te das y ya te acabaste las palomitas “extra large” que pediste en el cine (tú solita.) Ni cuando estás llena te sientes satisfecha y después de comer hay mucha culpa. Así, ¿o más claro?

• Hambre física: Aparece gradualmente y puede esperar. Prácticamente cualquier opción de comida te suena bien y te apetece, incluida la comida sana. Quedas satisfecha cuando tu estómago llenó. Cuando terminas de comer, no hay sentimientos negativos porque le diste a tu cuerpo el combustible que necesitaba. 

¿Qué puedes hacer para comenzar a domesticar tu hambre emocional?

1. Antes de llevarte algo a la boca, pregúntate: ¿Es hambre física o emocional? 2. Cuando sientas antojos infernales, tomate un vaso grande con agua. 3. Mastica despacio. 4. Cuando te sientas satisfecha (no llena) retira el plato. 5. Cuando estés a punto de abrir la mega bolsa de papas, corre a lavarte los dientes o mastica un chicle de menta. 

Ahora ya tienes más información y un panorama más amplio. Se trata de hacer conciencia, cambios graduales y progresivos. Lleva tiempo, constancia y valentía ver dentro de ti cuáles son las causas que contribuyen a tu sobrepeso. Así es que de ahora en adelante hazte solo de la vista gorda y no de la cintura. Nos leemos la próxima semana.  #Anótele 

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Coach Gerardo Moreno