Retorna la calma en el sector maquilador

Definitivamente las gestiones de MARCELO EBRARD fueron benéficas para el país, lo digo porque aquí en nuestra querida Reynosa la gente del sector maquilador andaba con el Jesús en la boca ante la inminente aplicación de un arancel del 5 por ciento a los productos mexicanos que como iba a ser progresivo esa medida del presidente DONALD TRUMP al final iba a ser catastrófica para los empresarios maquiladores.

Entonces, al suspenderlas porque México se puso de pechito en lo que él prácticamente ordenó, de todas maneras, no por eso podemos dejar de reconocer que en estos pasaos días que fueron muy álgidos el canciller Ebrard mantuvo la calma.

También se le reconoce la actitud del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR a quien en las conferencias mañaneras sistemáticamente trataron de que explotara con el tema del arancel y la respuesta una y otra vez fue: “yo soy dueño de mi silencio”, que en términos jurídicos significa acogerse a la garantía constitucional de permanecer callado cuando se está ante la presencia de un juez.

Desde luego que no era el caso porque los reporteros que acuden a las mañaneras no son jueces, pero los expertos y columnistas políticos en la CDMX ya se auto designaron jueces de la patria. No hay día en que no dicten sentencia condenatoria en contra del presidente de México, que ya se supo porque tanta enjundia derivada de la cancelación de convenios publicitarios unos, otros respondiendo por interés lastimados  y algunos por los chayotes, lo cual le resta credibilidad a las críticas por muy ciertas y razonadas que estén, esto sin contar que si bien no todos están con AMLO por razones obvias se infiere que hay una buena parte de mexicanos que están a morir con él y ante esa situación lo que producen las criticas es una polarización y al final quien sale fortalecido de los embates es precisamente a quien se pretende derribar.

Por ello fue que, aunque el resultado fue exitoso hubo una reacción y bastante ofensiva como la de JORGE CASTAÑEDA, el ex canciller quien se refirió a López Obrador en forma bastante grosera lo que denota el tamaño de la frustración.

Yo pregunto: ¿Acaso querían que hubieran mandado por un tubo a MARCELO EBRARD para que hoy estuviéramos a grito tendido exigiendo que fueran a hincarse en Washington con tal de que se retractaran de la aplicación del arancel, actitudes egoístas guiadas solo por el interés o más bien por la peregrina idea de que con eso se podría derribar a López Obrador?

Él tomó una decisión pensando en el bien de México y de eso no hay vuelta de hoja, que si esta decisión molesta u ofende a los soberanistas, que era de esperarse ya que para no aplicar el arancel México tuvo que aflojar y feo en el aspecto migratorio, va a desplegar grades esfuerzos para impedir la migración centroamericana y eso nos va a causar problemas porque la gente de por allá no va a desistir de su intención porque hoy la frontera con Guatemala y Belice esta reforzada con presencia militar, aparte de que detrás de esta migración debe estar alguien poderoso. No me pasa que de repente miles de personas decidieron internarse a México para ingresar a los Estados Unidos sin que nadie los haya organizado.

Esa oposición por supuesto que también la infieren en el gobierno mexicano y no se diga en el americano, pero dentro de la intromisión es una que es benéfica para México como lo es obligar a la parte mexicana a que incentive las acciones del combate a la delincuencia y aquí por nuestra querida Reynosa durante la semana pasada aterrizó un contingente militar que vine precisamente  a eso, aparte de que por el mes de julio próximo está previsto el arribo de la Guardia Nacional.

Son refuerzos que indudablemente van a inhibir la actividad delincuencial pero siempre y cuando también se dediquen a la tarea de investigar delitos del fuero común, si solamente van a andar realizando rondines todos por aquí ya sabeos que eso es insuficiente.

Entonces dentro de la intromisión a la soberanía hubo algo que puede resultar para bien y habrá que decirlo, esto de que los norteamericanos metan la cuchara en los asuntos de México no es ninguna novedad. El presidente VENUSTIANO CARRANZA firmó un decreto en donde autorizó al gobierno americano a enviar tropas para perseguir a FRANCISCO VILLA.

Y luego el presidente ALVARO OBREGÓN firmó el nefasto Tratado de Bucareli para evitar una invasión estadounidense que estaba reclamando el pago de los daños y perjuicios ocasionados a ciudadanos americanos con motivo de la Revolución Mexicana que como todos sabemos inicio en 1910 y vino a concluir hasta en 1917.

Como Obregón se negaba a pagar y ante la amenaza de guerra entonces le entregaron un papelito en el que contenía condiciones que nunca se supo en que consistían.

Pero recuerdo lo anterior solamente para demostrar que Estados Unidos sintiéndose poderoso finalmente aplica la ley del más fuerte y aquí los furibundos antiamloistas ya mero gritaban que primero la guerra antes que aceptar intromisiones.

Afortunadamente la sangre no llegó al río y hoy los empresarios y obreros del sector maquilador respiran tranquilos al cesar la amenaza de un arancel que abusivo y todo lo que usted quiera es facultad del presidente americano aplicarlo por las razones que él quiera tener.

No tiene objeto negar la realidad, el fuerte aplica su ley, así haya los tratados internacionales que haya, incluso Canadá que forma parte de un tratado comercial permaneció en silencio y ningún otro país saltó en defensa de México. O sea, que estábamos solos ante las decisiones del presidente Trump que viéndolas bien a bien eran producto de una molestia por andar permitiendo por aquí que los centroamericano transitaran con toda tranquilidad por toda la República mexicana para luego internarse a los Estados Unidos.

Era prácticamente una estimulación que lo siguieran haciendo y Trump reviró y duro, pero con justificada molestia que de paso medio el problema delincuencial y aprovecho el viaje para obligar al gobierno mexicano a combatir a ese flagelo con más enjundia y dicción.

Y seamos honestos: a los ciudadanos mexicanos no nos molesta que sellen la frontera sur y mucho menos que le vayan a dar una pajuelada a los delincuentes.

Las reacciones furibundas porque México aceptó llevar a cabo las disposiciones del presidente Trump son producto, todos lo sabemos, de frustración, y de plano paparruchas.

Y por hoy, BASTA.

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