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¿República amorosa?

Por lo que se ha visto, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR va a ser un presidente amigo lo mismo de gobernadores que de alcaldes sin importar si éstos son priistas o panistas. Es algo que ha venido reiterando durante el periodo posterior al de la elección del primero de julio.

Habla de una república amorosa en la que no caben los odios ni las venganzas y eso en un principio dejó a morenistas de por aquí con los ojos cuadrados pues ya estaban afilando los machetes para el cortadero de pescuezos, pero mejor guárdenlos porque no va por ahí la cosa.

¿República amorosa?

Pero tanta amistad y tanto amor no significa que habrá complacencias con los trinques presupuestales. Los recursos que enviará la federación estarán muy al pendiente de su destino los súper delegados que habrá en cada Estado.

Como quien dice, hay un borrón y cuenta nueva siempre y cuando se comporten dentro de las nuevas reglas de hacer política que implementará López Obrador a partir del primero de diciembre, lo que quiere decir, no hay cabida para los abusivos y soberbios dentro del servicio público y menos para los corruptos. Un enorme puente de plata está tendiendo AMLO a todos los que forman parte del servicio público.

Pero no tengo duda que será inflexible con los que se aparten de las normas de buena conducta, sino pregúntele a RENÉ BEJARANO que con todo y ser su amigo del alma dejó que lo ajusticiaran cuando lo grabaron recibiendo 35 mil dólares.

La misma suerte corrió GUSTAVO PONCE quien fuera su secretario de finanzas cuando fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal, a quien también lo grabaron jugando con toda alegría enormes cantidades de dinero en un casino de Las Vegas. 

Ejemplos hay al respecto, la confianza la tienen, es cosa de cada quien perderla.

Por otra parte, tanta amistad no implica que van a ser muy laxos en las campañas políticas para diputados locales. Seguramente ya saben tanto en el Congreso de la Unión como en la dirigencia nacional del MORENA que hubo denuncias por uso de recursos públicos en la campaña y como no pasó nada a los que la hicieron lo más probable es que vuelvan a repetir el “error”. 

Eso seguramente hará que redoblen la vigilancia para tratar de eliminar estas prácticas que, si bien son cotidianas dentro de la política mexicana, en la república amorosa de López Obrador dicen que no cabe, aunque uno que otro de su muy allegados como CÉSAR YAÑEZ que ha sido su vocero, regó feamente el tepache con un bodorrio al estilo de las mil y una noches, algo totalmente ajeno a como debe comportarse quien forme parte del servicio público mexicano.

Por muy lícito que haya sido el dinero, un servidor público de un país en donde 60 millones de pobres hay veces que no ven la luz del día, de ninguna forma puede andar con esos excesos. Son insultantes y demuestran una total insensibilidad. 

A mí me extrañó de sobremanera que eso no le haya importado a CÉSAR YAÑEZ con todo y que ahora digan que el súper pachangon lo costeó la familia de la novia.

Bien pudo haberles pedido que el festejo fuera moderado para estar acorde con el pensamiento de quien ha sido su jefe.

Le valió y ahora le llovieron críticas a AMLO que lo único que alanzo a decir es que no se trataba de un acto de gobierno, y tiene razón, pero sí de un acto de insensibilidad social.

Esto me recuerda que hará cosa de unos años en San Antonio, Texas, un próspero comerciante de origen mexicano le hizo un súper fiestononón a una de sus hijas al cumplir 15 años.

Le llovieron críticas porque la fiestecita la hizo en los momentos en que mucha gente por aquellos rumbos andaba sin empleo por la crisis económica del 2009 y que todavía para el 2013 seguían padeciendo los efectos.

El señor en cuestión reconoció el error y pidió públicamente lo disculparan. Y eso que los gastos salieron de su bolsillo y además él no formaba parte del gobierno.

Nos falta mucho en ese sentido, ese tipo de actitudes que no por ello son motivo de crítica a quienes les vale la situación de los demás y en México se cuentan por millones.

Un ejemplo es ADRIANA GONZÁLEZ quien fuera la esposa de EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, en sus tiempos de gobernador que desde que éste terminó su mandato y ella recuperó su estatus de soltera se la pasa de fiesta en fiesta y de las costosas en donde los excesos son como una mentada de madre para los tamaulipecos pues gracias a las corruptelas de quien fuera su marido hoy se da una vida como su fuera prominente miembro del jet set europeo.

Pero si no le duele que el padre de sus hijos esté encarcelado y en vías de ser enviado a los Estados Unidos de donde probablemente ya no regresará, ¿qué le pueden importar los dolores sociales de miles de tamaulipecos, lo mismo a consecuencia de la inseguridad que del decaimiento de la economía que como todos sabemos, una cosa trae la otra?

Y a propósito de Eugenio, por lo visto están tirando con escopeta para ver cuál postazo le pega. No es muy bien visto que anden con esas cosas.

Primero lo acusaron por peculado y la acusación se está desmoronando, luego le movieron a la extradición y los jueces federales como que están titubeando y para que no se les vaya de la jaula de Tamatán, ahora lo acusan de enriquecimiento ilícito porque su fortuna no cuadra con los bienes que tiene.

Los que saben de legalidad me dicen que, si se niega la extradición, la acusación de enriquecimiento también se va a caer porque va a estar medio difícil que le prueben la ilicitud de los recursos con que adquirió esos bienes.

Me precisan que una cosa es suponer que se los apropió o los obtuvo por medio del ejercicio del poder público y otra que ante el juez quede bien a bien probada la acusación.

Y por hoy, BASTA.

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