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“Reduzcan sus gastos”, les Dijo AMLO a los alcaldes

Pues ya va quedando atrás la tracalera originada por el culiacanazo y otro tanto pasara con la otra escandalera que armaron un grupo de alcaldes allá en Palacio Nacional con el pretexto de pedir que les concedan mayor presupuesto.

La respuesta del presídete ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR no fue tardía, prontamente, como acostumbra con sus adversarios les recetó a los ediles revoltosos seco derechazo durante la “mañanera” en donde fue parte de los temas que desglosó y los calificó de ignorantes, algo que en este mismo espacio apuntamos porque en todo caso debieron acudir al palacio de San Lázaro para entrevistarse con los diputados y pedirles mayor presupuesto.

“Reduzcan sus gastos”, les Dijo AMLO a los alcaldes

Pero no fue nomas un madrinazo el que les asestó, todavía los sacudió con un par de garrotazos a estos munícipes revoltosos al “sugerirles” que redujeran sus gastos para que les alcanzara, cosa que doy por descontado no harán.

Y es que, oiga usted, un síndico o un regidor de un municipio como de nuestra querida Reynosa se chupa mensualmente entre 70 mil y 100 mil pesos, aparte de otros gastos, y el derecho a incorporar en la nómina municipal a 4 ó 5 recomendados, algunos son familiares, otros anotan a la novia y uno que otro al mayate o a la querreque, según sea el caso, que hoy en día nadie se espanta por las preferencias de cada quien, lo que si encabrita es que sin hacer prácticamente nada obtengan jugosos ingresos.

Por ello la obligatoriedad de transparentar el gasto, pero usted como yo amigo lector bien sabemos que en ese rubro en nuestro México lindo y querido y en las dependencias de cualquiera de los tres niveles de gobierno todavía tenemos mucho camino por andar.

Entonces, siendo público y notorio que los ayuntamientos acostumbran a destinar una buena parte del presupuesto para la nómina y gastos suntuarios como vehículos blindados con sus respectivos guaruras, esos ediles que fueron a escandalizar al palacio nacional se le pusieron de pechito al presidente López Obrador para luego descontárselos y retacharlos a sus respectivos municipios sin nada y con los ojos enrojecidos y no propiamente por el llanto por no haber podido lograr más presupuesto sino por la gaseada que les dieron para que aprendieran modales y no se comportaran como chavos anarquistas, que ni a ellos se les justifica el que recurran a la destrucción para explicar su emoción, menos a quienes forman parte del servicio público-.

Y bueno, finalmente los recibieron en la Secretaría de Gobernación que es la encargada de torear este tipo de asuntos y los retacharon para su respectivo municipio con la promesa de que ahí les pedirán a los diputados no sean tan gachos con los alcaldes y que los consideren el presupuesto del 2020.

Todo lo anterior, por razones más que comprensibles causó alegría entre la ciudadanía de los alcaldes que fueron a escandalizar al palacio nacional. Les recetaron una sopa de su propio chocolate.

Como dicen en el rancho: para que vean lo que se siente, pues casualmente los jefes edilicios suelen tratar con indiferencia a los ciudadanos, sobre todo cuando llegan broncudamente a reclamar fallas en los servicios públicos.

En pocas palabras, ese episodio ahí quedó y terminó formando parte de la picaresca de la política mexicana.

Y si tiene dudas pregúntele a los habitantes de Ciudad Victoria o de Nuevo Laredo que les pareció que hayan retachado de la CDMX y con una patada en el trasero a los alcaldes XICOTÉNCATL La Zumba GONZÁLEZ y a ENRIQUE RIVAS CUÉLLAR, que no ha sido nada claro la forma en que está disponiendo los recursos, entre otros, los provenientes de uno de los puentes internacionales.

Definitivamente mientras no demuestren que aplican adecuadamente los recursos públicos y no se diga sin corrupción, no tienen cara para ir a pedir que les den más presupuesto.

Los ciudadanos bien saben que ni caso tiene: saben que le darán mal uso a esa inyección monetaria porque así lo han acostumbrado y así también se los han tolerado, no solamente los alcaldes del presente sino también los del pasado reciente y hasta donde la memoria nos alcance.

Me viene a la mente que EL MAÑANA, en la década de los 80’s organizó un concurso denominado “El Ratón de Oro” en donde los lectores de este periódico y de La Tarde elegirían a quien consideraban como el alcalde más sinvergüenza en la historia de Reynosa.

Fue tan cerrada la competencia que estuvieron a punto de mejor declarar desierto el “premio”. Francamente iba a resultar vergonzante se hubiera registrado un triple empate, de ahí que mejor se desistió no otorgar a ninguno el “Ratón de Oro”, finamente el pueblo ya se los había concedido a todos, unos más, otros un poquito menos, pero todos marcados por el mismo común denominador; corrupción y cinismo.

De ese tamaño fue el papelazo de los alcaldes que fueron a escandalizar a palacio nacional.

Lo deseable es que el episodio sirva de lección a los otros presidentes municipales que juiciosamente no les hicieron la segunda pero también deben entender que no es recomendable le anden dando gusto al pueblo mediante esta vía como lo fue que los mandaron por un tubo para que como dicen en el rancho, vean lo que se siente cuando ellos hacen lo mismo.

Y cambiándole a los problemas urbanos, el que se voló la barda sin formar parte de los Astros de Houston o de los Nacionales de Washington fue el director de Ecología Municipal, ELEACIB LEIJA quien, con una candidez digna de mejor causa, pues nadie le va a creer que ignoraba el problema, celebró que la PROFEPA haya clausurado el basurero de Las Anacuas, por ser un foco de contaminación.

Recaspita Batman, ha de haber dicho el Robín cuando escuchó a Eleacib.

Y es que hasta los niños saben que ese tiradero está a cielo abierto y convertido en el principal factor de contaminación en nuestra querida Reynosa por estar ubicado al sur de la ciudad por una desgraciada coincidencia por donde vuelan los vientos provenientes del sur, fenómeno natural que nomás se da de cuatro a seis meses del año.

Esos vientos se llevan todas las partículas contaminantes de ese basurero y las esparcen por buena parte de la ciudad, tan así que aun en el verano los hospitales públicos y privados registran alta incidencia de pacientes con enfermedades bronco respiratorias, y no se diga de las alergias que ya están cundiendo por doquier.

Entonces, que salga con que fue una buena medida de la PROFEPA la clausura definitiva de ese tiradero, como para caer en blandito fue una declaración francamente indefendible.

Pero ya que aplaude esas decisiones, ELEACIB LEIJA debería avisarle a la PROFEPA que el basurero conocido como Los Pirulís, ubicado al poniente de la ciudad también está a cielo abierto al igual que el de Las Calabazas, asentado muy cerca de las márgenes del río Bravo.

Y por hoy, BASTA.

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gilberto.banda@elmanana.com