Propósito de vida o proyecto de vida ¿Cuál es más importante para ti?

El título de esta columna podría resultar un poco confuso, lo sé. Todo parece indicar que propósito de vida y proyecto de vida tienen el mismo significado, no obstante, no es así. ¿Te has puesto a pensar qué es lo que hacemos la mayor parte de nuestra vida? La respuesta que más escucho es trabajar y, al mismo tiempo, me doy cuenta que hay muchas personas que van a trabajar y otras que sólo van al trabajo. ¿Notas la diferencia?
Estoy seguro que te ha tocado conocer a más de una persona que lejos de sentir que su trabajo le entusiasma o lo motiva, todo parece indicar que es una carga o, peor aún, “un mal necesario”. Hay una gran diferencia entre profesión y vocación. La profesión es algo que puede cambiar porque es algo de “afuera” y en contraste, la vocación es algo que no cambia porque viene de “adentro”. Estarás de acuerdo conmigo que todos los seres humanos cuentan con talentos. Algunas personas deciden hacerlos florecer y otros permiten que se marchiten, sin embargo, de que hay capacidades ¡las hay! También hay algunas destrezas que las irás practicando, perfeccionando e integrando conforme se vayan presentando en tu camino. Por ejemplo, yo no sabía que podía escribir y en el camino descubrí que era una aptitud que podía desarrollar.
Repito, una forma sencilla de comprender la diferencia entre el propósito de vida y un proyecto de vida es que un proyecto de vida es algo que se puede cambiar, sin embargo, un propósito de vida es algo que te acompaña por siempre. Imagina que tu vocación (propósito de vida) es ayudar a los animales que sufren de maltrato. Estarás de acuerdo conmigo que independientemente si lo haces de forma masiva o no, o a través de grandes campañas de concientización o sólo por medio de tus redes sociales, para ti, ese propósito o sentido de vida es inamovible, sin importar el foro donde puedas alzar tu voz.
El propósito de vida está vinculado con las virtudes con las que naces o los valores que desarrollaste en tu niñez. Utilizando el ejemplo de los activistas en pro del rescate animal, estarás de acuerdo que una virtud con la que cuentan es con el valor de la compasión. Incluso, eventualmente podrían estar enfocados a protestar contra el maltrato de los niños, o podrían militar para la concientización ambiental. No importa cuál sea el proyecto, es su propósito lo que les da sentido.
Una cosa es lo que haces y otra la razón por la que lo haces. Ahí radica el punto. En mi caso, he tenido oportunidad de formar parte de diversos proyectos y, sin importar el medio de comunicación o si es en el consultorio o en alguna asesoría empresarial, tengo un sólo propósito: llevar el mensaje de que la vida puede ser mucho más sencilla si aprendemos a ser más amables con nosotros mismos. Que mucho de lo que cargamos habita sólo en nuestra mente y que cuando cambiamos la precepción del mundo, el mundo cambia.
Noto que muchas personas se desgastan preocupándose por el «hacer» y se olvidan del «ser». Aclaro, no estoy diciendo que ser exitoso o próspero en la vida sea malo. Para nada. No obstante, conoces a muchas personas altamente exitosas y que, aun así, sienten que algo les falta. La explicación ya la tienes, es porque se enfocaron en su proyecto de vida y no nutrieron su propósito de vida.
Existen muchas personas que eligen como proyecto de vida hacer grandes negocios y su propósito es darle sustento y bienestar a su familia, lo cual es sumamente válido y valioso. Si realmente quieres encontrar cuál es el propósito que dé sentido a tu vida, pregúntate qué estarías dispuesto a hacer incluso si no te pagaran. No se trata de que renuncies a tu empleo o tires a la borda tu empresa, sino que puedas ir alternando tus actividades, de esta manera le podrás dar propósito a tu proyecto de vida. Conforme vayas nutriendo tu propósito de vida, verás que la vida te responde poniendo a las personas y oportunidades necesarias en tu camino para que sigas alimentándolo. Confía. Es posible. Nos leemos pronto y ¡anótele!




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