Problema de todos

Dicen que tras la tormenta viene la calma, pero en nuestra querida Reynosa no se esperan días tranquilos, al contrario, están por delante jornadas muy intensas para desazolvar tuberías, desaguar colonias y barrer todo lo que se tenga que barrer.

Lamentablemente los mensajes de la madre naturaleza nos entran por un oído y nos salen por el otro lo cual sin tener bola de cristal se puede pronosticar que en las próximas lluvias y de las intensas, volveremos a tener los problemas que confrontamos el pasado lunes por la noche y que nos dejó un saldo de hasta dos personas fallecidas.

Lo material es punto y aparte, finalmente son daños que se pueden recuperar no así las dos personas que perdieron la vida que también esa es otra lección que no aprendemos como lo es obrar con cautela cuando las calles se convierten en caudalosos ríos. 

El sentido común aconseja no circular por las calles y avenidas que históricamente ya sabemos son problemáticas cuando se registran lluvias intensas, lo mejor es orillarse y bajarse del vehículo que si luego se lo lleva la corriente sólo sufrirá daños, pero es reiterada la intención de ganarle a la contingencia y los saldos siempre han sido trágicos.

Quisiera creer que ahora sí aprendimos la lección, sobre todo las autoridades que en materia de prevención para este tipo de situaciones están por los suelos, aunque con el agua que cayó la noche del lunes, habrá que decirlo, por mucha prevención que hubiese habido de poco o nada hubiera servido.

Pero bueno, nos queda la esperanza de que ahora si vamos a cambiar y el primer hábito que vamos a tener que desterrar es el arrojar basura a la vía pública y la autoridad por su parte tiene que tomar conciencia que el barrido de calles no es de cuando en cuando, deben ser tareas cotidianas. 

Si otras ciudades de nuestra hermosa república mexicana están limpias no hay razón valedera para que nuestra querida Reynosa no lo esté.

Me parece que Reynosa hoy en día sí cuenta con presupuesto para proporcionar buenos servicios públicos, el problema es que administración tras administración se ha incurrido en el mismo error: les dio por pavimentar una calle por aquí, otra por allá, que no resuelven el problema de conectividad de esos rumbos pero sí le restan recursos al municipio para cubrir los gastos que implica proporcionar buenos servicios púbicos a una ciudad como Reynosa.

Son 1600 millones de pesos descontando los gastos de operación que permiten que Reynosa esté en buenas condiciones urbanas.

Y no incluyo los servicios de agua potable y drenaje, esos son ya palabras mayores, requieren inversiones de miles de millones de pesos pero si se programan a largo plazo, a unos 15 años por ejemplo, se pueden solucionar los tradicionales problemas de insuficiencia de agua en la ciudad y fugas de aguas negras, pero por lo pronto se pueden atender con el presupuesto con que se cuenta los servicios de limpieza, mantenimiento de calles, alumbrado público, así como de áreas verdes que si se proporcionan esos servicios de mantenimiento en forma permanente en menos de un año nuestra querida Reynosa tendría otra cara.

Se sabe que existe el Instituto de Planeación Municipal. Se supone que su función es precisamente darle orden al curso urbano en la ciudad, pero usted como yo, amigo lector, bien sabemos que éste tipo de organismos son como una molesta hormiga en la espalda de las autoridades locales y terminan por no atenderlas lo que a la postre ha venido arrojando la ciudad que hoy en día padecemos y eso sin contar la violencia que es un problema que se le guisa aparte mismo que le corresponde combatirlo a la autoridad estatal y federal. 

Y nosotros como ciudadanos también tenemos tarea, ya no es posible seguir de irresponsables, lo mismo tirando basura en la calle que tolerando a los perros callejeros que también contribuyen a la contaminación del medio ambiente.

Por lo pronto vecinos del fraccionamiento Paseo del Sol, una de las zonas más afectadas por las inundaciones realiza protesta con bloqueo de la carretera Reynosa–San Fernando, exigiendo solución al problema que representa tener en estos días el agua hasta la cintura. 

Y por el mundo de la política llamó la atención que las contingencias del pasado lunes por la noche los flamantes diputados electos no hicieron acto de presencia por las zonas afectadas y menos los que ya van a concluir su encargo. El único fue ALBERTO LARA BAZALDÚA, que anduvo distribuyendo alimentos entre los damnificados en las colonias.

También se ganó cobertura de una televisora nacional la alcaldesa MAKI ORTIZ dando explicaciones en el programa de la reynosense MÓNICA GARZA sobre las causas de las inundaciones y las medidas que se van a tomar para restaurar los servicios, que el de electricidad todavía ayer no se reanudaba en diversas colonias y el de internet, ese como dicen los chavos, esta “pa’l perro” porque está fallando desde antes de las lluvias de este pasado lunes.

Telmex no tiene pretextos porque para cuando llegó la tormenta diversos sectores de la ciudad ya estaban sin el servicio de internet contrastando su negligencia con la actitud de la CFE que el mismo día de los aguaceros sus cuadrillas se andaban fajando duro y con ahínco.

Se les reconoce a los trabajadores de la CFE su responsabilidad, lamentablemente Telmex desde que le metieron competencia ya no se preocupa mucho.

Y ya que andamos con estos temas vi por la TV a CARLOS HURTADO, director de un centro de estudios económicos del sector privado en donde con palabras bastante sencillas explicó el futuro económico de México dejando de manifiesto y a su leal saber y entender no hay señales de recesión para el país, contrario a lo que opinan los expertos que traen de encargo al presidente López Obrador.

Precisó que la desaceleración es por las causas conocidas como la falta de inversión, situación que prevalece en otros países, pero ponderó y elogio el rigor con que está manejando el gasto público lo que no ha permitido inflación y a la vez hace conservar que las finanzas estén sanas.

Y por hoy, BASTA.

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