Pónganle freno a Egidio

La tragedia de los indocumentados ya se hizo presente por estos rumbos, específicamente del lado de Mission, Texas. Cuatro de ellos, y dos aun siendo bebés fallecieron por deshidratación en un paraje cercano al parque Anzaldúas. 

Todo un drama que expone con crudeza el calvario de esta gente que cruza el río Bravo en aras de lograr el llamado sueño americano y que lamentablemente la mayoría se quedan en el intento ya que, o son detenidos en este lado o bien por la Patrulla fronteriza, y quienes logran evadir los cercos, terminan aceptando los trabajos que como ocurrentemente dijo VICENTE FOX, ni los negros aceptan.

Pero lo denigrante no era que les dieran la chamba que ni los negros querían, sólo que les pagaran muy por debajo de lo que obliga la ley laboral de Estados Unidos, una explotación que no es novedad sino desde que cundió el bracerismo en los Estados Unidos de América.

Algunos de mis lectores recordarán la película “El Bracero del año” en la que el personaje central era un pizcador reynosense que cruzó hacia los Estados Unidos y encarnado por el célebre EULALIO GONZÁLEZ “El Piporro”.

En esa película en forma de comedia plasmaron las vicisitudes de todos aquellos que pasan al lado estadounidense en busca de una mejor vida y solamente encuentran explotación y por lo mismo marginación.

Cierto que hoy en día hay millones de mexicanos que radican por allá en forma legal, ellos si lograron alcanzar el famoso sueño americano y tal vez por eso no pocos de ellos se oponen fervientemente a los indocumentados, de ahí que absurdamente hayan apoyado con su voto a una persona claramente racista como lo es DONALD TRUMP.

Pero se comprende por qué lo hacen, no quieren indocumentados por allá por la razón de que abaratan la mano de obra, aunque los documentados no agarran los trabajos del campo, pero si van a gravitar los también llamados “sin papeles” tarde que temprano en los programas sociales y eso ya les afectará a los que residen legalmente, sobre todo a los que ya nacieron por allá.

Pero esas son conveniencias que los dibujan como gente egoísta, sin caridad en el corazón, algo que es contrario a todo mandamiento cristiano. El hacer el bien sin ver a quién es lo que menos prevalece en quienes se oponen a los indocumentados.

Y ahora, en nuestro México lindo y querido está pasando lo mismo: los habitantes de las ciudades tanto del sur de la frontera como del norte ya comienzan a quejarse por la presencia centroamericana, que si el gobierno de López Obrador ahora les cerró las puertas, eso fue por la presión del gobierno norteamericano, actitud que le fue agriamente criticada al presidente mexicano contrastando con la reacción porque mientras unos critican porque impiden el paso de   centroamericanos, otros criticaron porque lo permitieron.

Como dirían por ahí, hasta el escritor checoslovaco, FRANZ KAFKA se hubiera vuelto loco en México ante tan encontradas posiciones pero que de pasada nos dibujan como reaccionarios y no como sinónimo de conservadores sino de dar contra a las primeras de cambio o dar la contra para obtener beneficios.

Así, en mi personal enfoque, creo que nos estamos viendo con el problema de los migrantes. No hemos considerado, al menos la corriente que critica que crucen por territorio mexicano, el calvario y explotación por el que pasan estas personas y que ahora en Mission, con el fallecimiento de cuatro de ellos, se ha reflejado con toda crudeza el drama de estas personas.

Y por el mundo de la política, con el registro de planillas para la renovación del Comité Ejecutivo Nacional del PRI causó sorpresa a propios y extraños que de un golpe se han inscrito siete planillas. En una de ellas aparece como candidato a secretario general, DANIEL SANTOS FLORES, un joven tricolor bastante conocido por estos rumbos y que por lo pronto ya marcó en ese proceso.

En cambio, quien causó risotadas que por aquí ya no son novedad fue JUAN ANTONIO SANTANA AYALA quien orondamente acudió a registrar su planilla ante la estupefacción del Comité encargado de este proceso.

Su registro quedó pendiente porque no cumplió con algunos de los requisitos, pero por lo pronto llamó la atención. No lo conocen, por eso los sorprendió, por aquí ya ha andado con esas cosas que todos sabemos que solo son para llamar la atención.

Pero aun así se le reconoce al “Tony” su insistencia que lo tiene convertido en un actor folclórico de la política reynosense y ahora anduvo a nivel nacional más independientemente de seriedades y relajos en el priismo tiñen ya la impresión de que la jugada va por el lado de ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS, el gobernador con licencia de Campeche que seguramente dejará en el terreno a IVONNE ORTEGA, la exgobernadora de Yucatán y a ULISES RUIZ, exmandatario de Oaxaca, aparte de don JOSÉ NARRO, el exrector de la UNAM que hasta renunció a su militancia priista al darse cuenta de todas las trapacerías que estaban llevando a cabo en ese proceso.

Don José perdió mucho porque mostró candidez. Podrá haber tenido 40 años de militancia, pero se notó que nunca participó en la actividad política. Si alguna vez hubiera buscado una regiduría se hubiera dado cuenta de cómo se gastan y gestan las cosas al interior de los partidos políticos porque usted como yo, amigo lector, bien sabemos que todos son iguales, incluido el MORENA que recientemente aquí por Tamaulipas dio toda una demostración de cómo se practica la polaca, negativa, por cierto, y por esas prácticas ocasionaron desencanto en los votantes y no acudieron a las urnas a respaldarlos.

Y así, víctimas de sus propios errores el PAN se los arrolló en 21 de los 22 distritos en los que prácticamente ni las manitas metieron pero al parecer no aprendieron la lección, y ahora con mañas están poniendo en práctica con motivo de la renovación de los comités directivos municipales del MORENA, que mientras no manden a Tamaulipas a una persona con amplias facultades para dar golpes sobre la mesa al tiempo de echar gritos sonoros no van a levantarse de la trapeada del dos de junio, lo que como es natural tiene harto de contentos a los panistas que a los priistas no voltean a verlos.

Los sienten como sus colaboradores y de nada servirá en el PRI que renueven su dirigencia nacional y luego en Tamaulipas no quedan en la dirigencia estatal gentes no solo desligadas de EGIDIO TORRE CANTÚ, el gran colaboracionista, sino que además lo traigan entre ojos y pidan su desafiliación por las trastadas que le ha hecho al priismo en las elecciones del 2016 en que prácticamente sin meter las manos entregó la gubernatura de Tamaulipas a los albiazules y luego se ha dedicado a ir destruyendo lo que queda de la estructura tricolor a cambio de que no lo metan en problemas porque hay una creencia popular muy difundida del Pánuco al río Bravo de que si TOMÁS YARRINGTON y EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES están hoy tras las rejas, hay fundadas razones para suponer que Egidio anduvo en las mismas, de ahí su colaboracionismo.

Entonces, que un sujeto así este dictando líneas detrás de las cortinas es algo que el PRI no debe permitir si quiere iniciar los trabajos de reconstrucción, que ya vimos en las elecciones del pasado dos de junio la estructura tricolor está convertida en escombros.

Y por hoy, BASTA.

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