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¿Por qué resulta tan difícil ahorrar?

Definitivamente si hay algo que en lo que todavía estamos en pañales es en temas de educación financiera. Estaba platicando con una jovencita de veinticuatro años (hija de una de mis pacientes) y me comentaba que necesitaba comprar unos boletos de avión pero que iba a esperar hasta el miércoles porque conseguiría mejor precio que si los adquiriera cualquier otro día de la semana; le pregunté “¿Poooor?” y me explicó que los miércoles no pagan impuestos y por esa razón podía ahorrar hasta el doble de impuestos. Le pregunté que cómo había dado con esa información y me dijo: “Yo pregunto todo para ahorrar lo más que pueda”. 

Un dato curioso que tuve en la charla con esta jovencita fue que ella no buscaba los mejores precios para que pudiera “gastar” más, sino para ahorrar más, literal. Por lo tanto, me di a la tarea de investigar tres puntos clave que te ayuden a ahorrar, porque si no aprendes a hacer tu “guardadito” difícilmente podrás adquirir bienes que a largo plazo se conviertan en tu patrimonio. 

¿Por qué resulta tan difícil ahorrar?

1. Gastar tu dinero para que los demás crean que te va bien. En verdad, no hay peor inversión que la de hacerle creer a los demás que eres rico. ¿Qué implica esto? Tus tarjetas estarán sobregiradas, estarás pagando una mensualidad innecesaria para traer un auto del año (sin entender que cuando adquieres un carro del año, al sacarlo de la agencia perderá has un 35% de su valor) ¿Cuántas veces te toca ver en redes sociales la foto “casual” de la bolsa, los zapatos o el cinturón “de marca” para que los demás vean lo que posee? Les aseguro y les firmo, que las personas que verdaderamente tienen recursos no publican marcas. Es más, tengo un amigo muy exitoso que asegura que es de “nacos” ponerte ropa con logotipos grandes de las marcas. Según él y su esposa “menos es más” y aseguran que entre más sencillo, más elegante. (Yo también estoy de acuerdo con ellos.) 

2. Gastar más de lo que ganas. Los bancos son un negocio. No crean que existen únicamente para que nuestro dinero esté resguardado. Los bancos te extenderán tarjetas de crédito que aproximadamente doblen tu ingreso. ¿La razón de ello? Que tengas una mayor “poder adquisitivo” y al final del mes, pagues la cuota mínima y el banco gane intereses. Les diré algo, es fenomenal tener una línea de crédito amplia y es válido usarla. Sólo asegúrate de adquirir bienes que te vayan a dar beneficios en retorno. Si aprovechas tu crédito para adquirir un departamento para rentar, estarás utilizando sabiamente tu crédito. 

3. Ahorrar lo que te sobra. Si tienes la mentalidad de que no puedes ahorrar porque apenas te alcanza para pagar tus cuentas corrientes (hipoteca, renta, seguros, luz, agua, etc.) te aseguro que pensando así difícilmente podrás ahorrar. Si en tu lista de gastos o compromisos -semanales, quincenales o mensuales- pones en primer lugar de la lista la cantidad que decidas ahorrar (como si fuera un recibo más de algún servicio) y así como no dejarías de pagar tu celular, porque es muy necesario para ti, te aseguro que, si asignas la cantidad y lo cumples, eventualmente esa cantidad asignada irá en incremento. Ahorrar lo que te sobra, es tan inútil tomar una cápsula de vitaminas una vez al mes. 

Les diré cómo aprendí a ahorrar yo. Hace muchos años decidí ahorrar cinco dólares diariamente. Estarán de acuerdo conmigo que si se me perdieran cinco dólares no sería ni más rico, ni más pobre. Me mantuve firme en el hábito de ahorrarlos. Al cabo de doce meses yo ya tenía más de mil seiscientos dólares. Yo sé que no es mucho, pero cuando comencé a hacerlo eran treinta y cinco dólares por semana. De acuerdo con tu ingreso, asigna una cantidad diaria de ahorro. Una persona que ahorrare veinte dólares diarios, después de un año, tendría más de seis mil setecientos dólares. ¿Imaginas lo que podrías invertir con ellos? Te aseguro que el tema del ahorro es como el ejercicio o la alimentación. Es un tema de disciplina, es una cuestión de determinación. Si tienes menos de 25 años y leíste esta columna, imagina lo que tendrías ahorrado en los próximos 5 años si lo decides. Tal vez, hasta el enganche de una casa podrías dar. No nos cuesta ahorrar, lo que nos cuesta es renunciar a la gratificación inmediata y a las apariencias. Créeme, si integras el hábito, gradualmente irás construyendo un patrimonio para multiplicarlo. Nos leemos la próxima semana. #Ahórrele  

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