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Madurez Impuesta

MGMT: los maestros del psicodélico engañosamente amistoso. El dueto formado por Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser, provenientes de Connecticut, en los Estados Unidos, reconocidos por distintos medios como una de las propuestas alternativas más propositivas de la última década, emite su cuarto álbum de estudio: “Little Dark Age” (2018).

En la producción estuvo al mando Patrick Wimberly (Chairlift), además de contar con la colaboración de Ariel Pink. Un trabajo discográfico con toda una estela de nostalgia que permea en cada uno de sus cortes. Las capas de los sintetizadores dominan a mansalva este recorrido musical cargado de referencias “new wave”, que en temas como “Me and Michael” o “She Works Out too Much”, invitan a un ambiente inclusive festivo.

Madurez Impuesta

Sin embargo, la temática existencial de canciones más ácidas como “When You Die” (“…listo para volarme la cabeza, todos reiremos cuando mueras…”) y “One Thing Left to Try” (“…no quiero morir, deseando haber hecho algo que haya sido antes requerido…”), dejan en relieve que MGMT buscan una trascendencia a través de tópicos tan complejos en la actualidad: mortalidad, la tecnología como elemento que arrebata la personalidad humana (ahí levanta la mano uno de los mejores cortes: “Tslam”, deliciosa y original) y la actual política gubernamental en un país radicalizado a su máxima expresión por su presidente en turno. Su álbum debut, “Oracular Spectacural” (2008), sigue siendo considerado como la obra maestra de la banda, y no pretendo asentar que “Little Dark Age” lo supere, simplemente, es un disco que marca una etapa de reflexión y madurez de un par de jóvenes que inconscientemente cargan con la bandera de una generación en búsqueda de su identidad.