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Recordando a Alfredo ‘Pecas’ Ávila Cavazos

Hoy quiero que me acompañes a realizar Un Viaje al Pasado para recordar a un hombre entusiasta, alegre, deportista, humilde y gran ser humano, me refiero a Alfredo Ávila Cavazos.

Ávila Cavazos, nació en el ejido Río Bravo,  el 17 de agosto de 1948, hijo del señor Ignacio Ávila Palacios y la señora Beatriz Cavazos Salinas, proveniente de una familia humilde pero muy trabajadora. 

Recordando a Alfredo ‘Pecas’ Ávila Cavazos

Sus estudios primarios los realizó en la escuela Benito Juárez, tuvo 7 hermanos, Felipe, Elida, Jaime,  Roberto, Gilberto, Javier y Elva, con los que desde muy pequeño se llevó muy bien, pues pocas veces discutían.

Sus primeros trabajos los realizó como lustrador de zapatos (bolero) en la peluquería Brasil, ya de joven le ayudó a su padre en el rancho a las labores del campo  en la siembra y pizcas de algodón.

Desde muy niño le gustaban los deportes, pero el que más le apasionaba era el beisbol, fue su padre, Don Ignacio, el que enseñó a jugar beisbol, cuando sólo contaba con 10 años, deporte que practicaban todos los días.

Cuando cumplió 14 años, recuerda que un día escuchó a unos amigos decir que don Ernesto de los Reyes propietario de la carnicería “La Lonja” iba a formar un equipo de beisbol, se alegró tanto que en ese momento se fue corriendo hasta un parque llamado Primero de Mayo, al llegar lo primero que vio en el campo fue a Don Enrique Vázquez con más de 40 muchachos practicando beisbol.

Comenta que se metió entre ellos a practicar, cosa que hicieron por más de un mes, hasta que un día, dice don Enrique Vázquez, que tendría que hacer un corte de peloteros y que de los 40 lamentablemente sólo escogerían a 19.

Alfredo tuvo la suerte de haber sido escogido, a la vez el privilegio de ser entrenado y dirigido por el señor Vázquez, fue tanta su emoción que ese día lloró de alegría, cuando escuchó al señor Vázquez decirle “Pequitas, usted se queda con nosotros y échele muchas ganas”.

Recuerda con mucho gusto y orgullo que en el año 1962 se formó el equipo y ese mismo año salieron campeones con un grupo de jóvenes integrado por Enrique Ocañas, Eusebio Molano, Homero “El Músico” Benavides, Alfredo “Pelón” Guerra, José “Pepe” Escobar, Ramiro Ocañas, Genaro “La Gorgoja”, Telésforo Pecina, Gerónimo Aguilera, Aarón “El Mango” Hinojosa, Arturo Ramírez entre otros.

En 1967 se casa con la señorita Leonor Guerrero Benavides con la que procrea 4 hijos, Alfredo, Itatí, Ignacio y K.C  Ávila Guerrero.

En 1969 juega con un equipo llamado Indios de Carta Blanca con los Hermanos Guerra, Alfredo, Rubén y Roberto Guerra, los Hermanos Ramírez, Alfonso “El Belduque”, Ramón “La Hueva”, Arturo y Artemio Ramírez además el gran jugador Ramiro Guzmán.

Algo que jamás olvida fue el haberle cachado en Control, Tamaulipas 23 entradas a Beto Guerra, esa vez  ganaron 2 a 1 gracias a un jonrón, en ese año fueron campeones y fue nombrado manager campeón. 

En 1970 se va a jugar a la ciudad de los vientos, Chicago, Illinois, ahí juega con un equipo llamado los Piratas, dicho cuadro estaba conformado por peloteros de Puerto Rico y Cubanos, siendo Alfredo  el único jugador mexicano, con orgullo comenta que fueron campeones 2 años consecutivos.

Luego regresa a McAllen, Texas, y juega con el equipo de la tienda el Río de Hidalgo, Texas, sus compañeros de equipo eran Pedro Borbón, Alonso García, Humberto García, Héctor Ríos, Spiro Saguris, Rubén “El Caballo” Guerra y José Ángel Salinas “La Changa”, en dicha ciudad trabajó por 14 años consecutivos en el edificio Bentsen Tower como personal de mantenimiento.

Una temporada después allá por 1999 regresa a Río Bravo, invitado por los hermanos Rojas a dirigir un equipo llamado Vaqueros, un gran equipo que traía 3 buenos caballos (muchachos jugadores)  Braulio Hinojosa, Tikod Flores y Ramiro Treviño Jr. Gracias a ellos resultaron campeones y Alfredo nuevamente es manager campeón.

Comenta que fue un privilegio el haberles cachado a buenos pitchers de la talla de Artemio Ramírez y Roberto “El Sardo” Morales, exjugadores de la Liga Mexicana, a Pedro Borbón exjugador de los Rojos de Cincinnati en las ligas mayores, a Héctor Ríos ex jugador de los Potros de Tijuana, así también como a los pitchers locales Rubén “El Caballo” Guerra, Alfonso “El Belduque” Ramírez y a Roberto Guerra, se dice fácil pero asegura que le dejaban la mano morada por la gran velocidad y potencia que tenían esos lanzadores.

Un dicho que les deja de legado a sus familiares y amigos es: SI QUIEREN VIVIR LOS AÑOS QUE HE VIVIDO (70), HABLEN DE BEISBOL.

Además agradece a Dios por la vida que le ha dado, a su madre por los buenos principio y la educación que le dio, a su padre por todo lo que le enseñó, admite que gracias a sus consejos y regaños, llegó a ser un buen manager y un gran campeón, a Don Enrique Vázquez le guarda un bonito recuerdo y gran agradecimiento por la oportunidad que le dio y lo mucho que aprendió de él.

Es por eso y más que hoy recordamos a Alfredo Ávila “Pecas” Cavazos, como un hijo predilecto de Río Bravo, que supo poner muy en alto el nombre de nuestra ciudad.

¡Muchas gracias por hacer juntos Un Viaje al Pasado, hasta la próxima!