López Obrador pelea hasta con su sombra

Espero que estas pasadas vacaciones de Semana Santa le hayan sido muy útiles a ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR para que reflexione sobre la forma en que se conduce en sus conferencias de prensa mañaneras, y que entienda que el Twitter es como un teléfono rojo que al levantarlo es sumamente riesgoso, y más en el caso de él por ser presidente de México.

La andanada de críticas que le han llovido por su tristemente famoso memorándum lo tren a mal traer. Ha sido objeto de recriminaciones, ahora sí unánimes, por haber ordenado dejar sin efecto la reforma educativa cuando esa fue una creación del poder legislativo, y ahí es donde ardió Troya.

Mostró una total falta de respeto hacia la división de poderes que en su caso le provocó alud de recriminaciones por tratarse de alguien que llegó al poder en forma democrática, lo que le obliga a comportarse como un presidente republicano de un país en que su forma de gobierno consta de tres poderes, independientes entre sí.

De manera que habrá que ver cómo será el comportamiento del presidente López Obrador en la reanudación de las mañaneras.

No es bueno para los mexicanos que el presidente se ande tambaleando y no porque creamos que lo van a obligar a renunciar, finalmente el grueso de la gente sabe que los que hoy lo critican furibundamente, unos son sus adversarios y otros les hacen segunda a éstos y no propiamente de a gratis.

Pero independientemente de lo bien intencionada o mal sana de la crítica, el presidente debe considerar que tan justificadas son las opiniones de sus detractores, esto es lo que debe hacerlo reflexionar y no montarse en su macho, como dicen en el rancho.

La gente no votó por él para que luego anduviera de testarudo sino para que gobierne con la razón en la mano y sobre todo con la ley en la otra.

Ya sabemos que no es hombre de leyes, pero tiene asesores, debe recurrir a ellos antes de tomar decisiones.

En pocas palabras: no habrá dudas de que el combate a la corrupción va con toda la intención, pero el gobierno no se lleva a cabo solamente con esa medida.

Insisto: tiene que calmarse, el techo está todavía muy largo para el año 2024.

Mientras tanto, su partido el MORENA se convulsiona: ALEJANDRO ROJAS DÍAZ DURÁN y BERTHA LUJÁN ya andan tras la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional morenista que habrá de renovarse en noviembre de este año.

Como que se avorazaron porque antes de noviembre están las elecciones en seis estados cuyo desarrollo se supone los ocupa en cuerpo y alma a todos los que forman parte del comité ejecutivo nacional, pero no, se desgastaron por el poder anticipadamente y encima de ello el presidente López Obrador peleando hasta con su sombra.

En medio de esas circunstancias los candidatos morenistas llevan a cabo sus campañas, pero como en el caso de Tamaulipas la mayoría, por no decir que todos, son como corchos flotando en el agua, y si las cosas no se componen de aquí al próximo dos de junio lo más probable es que los candidatos del PAN les van a pasar por arriba y hasta los del PRI en uno que otro distrito.

Esto debe traer mortificados a los candidatos morenistas que por sí solos no van a enderezar el barco. Requieren que las aguas se aquieten en la dirigencia nacional y que el presidente López Obrador se atempere. De seguir así, el bono social del presidente de México disminuirá de aquí al próximo dos de junio y los candidatos morenistas sin el efecto AMLO no están para inquietar.

No es por hacerlos menos, que es la creencia generalizada, y por las fotografías que difunden por las redes sociales en sus primeros ocho días de campaña no se ve que traigan a la multitud atrás de ellos, cosa que tampoco han logrado los candidatos de los otros partidos.

Y a propósito, ALBERTO LARA BAZALDÚA, el candidato albiazul por el séptimo distrito ya comenzó a experimentar los efectos de andar haciendo talacha política a golpe de calcetín.

Las temperaturas no están propiamente como para andar a pleno sol, pero las campañas electorales exigen ese trajinar. Lara Bazaldúa es un dirigente obrero que suele tomar sus decisiones bajo la sombra y con el confortable clima del aire acondicionado. Todo es cosa de que se aclimate y si otros lo hicieron no veo porque él no.

Lo anterior va para todos los candidatos y como no traen recursos para publicitar sus ofertas de campaña entonces van a tener que recurrir a la estrategia de casa por casa y que luego los moradores de estas se conviertan en sus propagandistas.

Sería de ilusos suponer que van a poder visitar cada uno de los domicilios que están dentro de sus respectivos distritos, pero por lo pronto hay que reconocerles que con todo y la semana santa no suspendieron su proselitismo. 

Si le bajaron, fue porque por las causas de todos conocidas en esos días unos salieron a otros puntos de la República y los que por aquí se quedaron lo que menos tenían era humor para la democracia. Formaron parte de los que dijeron: si no tengo para quedarme, menos para irme.

Y por hoy, BASTA.

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