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LA SESENTENA

Por segunda ocasión los profesores se quedaron sin su festejo que tradicionalmente les organiza la autoridad municipal y en cada escuela los padres de familia.

El año pasado suspendieron la fiesta del Día del Maestro por la macro tormenta que nos cayó por nuestra ciudad, y ahora la pandemia obligó a suspenderlo, aunque por otro lado lo que parecía serían unas vacaciones anticipadas se convirtió en lo contrario porque se dificultó la tarea de enseñar en forma virtual porque no todos los niños tienen computadora y servicio de internet a la vez, algo que ha estado provocando reclamos de los padres de familia y en forma nada comedida.

LA SESENTENA

Por otra parte, aquí en nuestra querida Reynosa de veras que están pasando cosas bastante absurdas: médicos, enfermeras y maestros están siendo objeto de reclamos cuando debieran ser dignos de admiración, sobre todo los dos primeros que aun con el riesgo de contagiarse han estado cumpliendo con su responsabilidad.

Entre tanto la cuarentena que más bien ya es sesentena parece se va a extender hasta el 15 de junio, al menos en Tamaulipas altiva y heroica.

El presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, como lo informó en su “mañanera”, dejó muy en claro que las medidas sanitarias dictadas por el gobierno de la Cuarta Transformación no son obligatorias para los estados y municipios ante lo cual en Nuevo León ya están reanudando actividades comerciales y en nuestra entidad le andan sacando la vuelta, que dicho sea de paso, hacen bien en pensar muy bien las decisiones para luego no andar con lamentaciones, nomás que los comerciantes ya están casi asfixiados y por su lado piden les permitan atender clientela, ya no solo para llevar, y además tienen razón en quejarse de que el trato no ha sido parejo.

El fin de semana anterior la disposición fue que cerraran todos los negocios por el desorden que hubo el Día del Niño y luego se vio que los negocios grandes y las tiendas de conveniencia, pastelerías, florerías y pizzerías se pasaron por entre el arco del triunfo la disposición, y que se sepa, no hubo sanciones al respecto apechugando con la medida los pequeños comerciantes y los vendedores informales.

Entonces, si va a seguir la sesentena, que sea pareja. Tienen razón quienes se quejaron de que el piso no haya estado parejo.

Al margen de lo anterior, no hay fecha para que comiencen a patrullar por las calles de nuestra querida Reynosa los elementos del Ejército Mexicano que por decreto presidencial tendrán a su cargo las labores de seguridad pública, mismas que desarrollarán en coordinación con la Guardia Nacional compuesta por elementos castrenses y de lo cual se deduce que por hablar el mismo idioma no van a tener problemas de coordinación.

Tampoco se ha dicho si van a relevar de las funciones de patrullar las calles a la policía estatal como tampoco la suerte que correrán los agentes de tránsito que en el último año del trienio de PEPE ELÍAS LEAL, por disposición de mero arriba dieron de baja a todos los agentes de vialidad y luego reaparecieron sin darse mayores explicaciones.

Al parecer a las autoridades castrenses no le tienen mucha confianza que digamos a las autoridades locales encargadas de la seguridad pública. Lo ideal sería que la policía estatal permanezca en las mismas labores, es la corporación que ha venido dando la cara por la ciudadanía, y los errores o abusos cometidos por dos que tres de sus agentes no es para generalizar. Además, en este problema de la seguridad pública nada sobra, al contrario, todo hace falta.

Y por el mundo de la política, lo que se divulgó esta semana es que AMLO experimentó crecimiento en su nivel de aprobación sobre como ha venido conduciendo la estrategia para detener el COVID-19, que por cierto los gobernadores también crecieron, lo que deja de manifiesto que el pueblo se fija y los reconoce cuando hacen bien su trabajo.

Los que sí están para llorar es la basquiña que todavía por las redes sociales andan criticando al presidente López Obrador y en forma bastante grosera. En otros tiempos ya se les hubiera aparecido el chamuco, pero como el actual presidente de México proviene de la protesta y del reclamo está obligado a lo que se dice, a aguantar vara, aunque en esta semana, al autorizar el regreso de los militares a las calles, ahí como no queriendo les envió un mensaje a todos aquellos calenturientos con la idea de separarse de México y formar una nueva República, y no se diga a los que andaban promoviendo que renunciara a la presidencia de México.

Y es que, oiga usted, me sumo a los que consideran que una cosa es la libertad de expresión y otra creer tener derecho a derrocar al presidente.

Esto último en ningún país lo permitirían, para eso están los refrendos populares o las elecciones, pero no se les entiende porque con todo y que la revocación de mandato está prevista para marzo del 2022, AMLO les ofrece que la adelanten en junio de 2021.

Si tantas ganas dicen le trae el pueblo, la oportunidad se pinta calva. Debieran agarrarle la palabra, si no lo hacen van a quedar exhibidos como golpistas de petate porque para una cosa de esas se necesita mucho pero mucho corazón y pantalones bien fajados, y la verdad ninguno de los que han andado impulsado la idea de derrocarlo o de salirse de la federación, tiene pinta de querer pasar a la historia como un prócer.

Y sale sobrando decir quiénes son, ellos mismos se han estado encargando de decirlo y mientras se estén apoyado en la basquiña que hay por las redes sociales, todo no pasará de un guiri – guiri.

Y ayer, en una colonia de Reynosa, de las más populares, me encontré a JUAN CARLOS ZERTUCHE ROMERO, delegado de Movimiento Ciudadano, o partido naranja, como también se le conoce.

Cubierto con cubrebocas y guantes de látex, se daba la tarea de entregar despensas a familias que realmente lo necesitan al haber quedado los jefes de familia sin empleo a causa de la pandemia que estamos padeciendo desde que el coronavirus hizo su aparición en este mundo.

Ojalá que los políticos que en el pasado han recorrido los polígonos de pobreza para repartir gorras, camisetas, trípticos y otros productos propagandistas de campañas con miras a una diputación o presidencia municipal imiten a Juan Carlos, esto es, que vuelvan a recorrer esas zonas en donde hay pobreza extrema para auxiliar a la gente que realmente necesita de una despensa.

Los que estamos viviendo son tiempos de solidaridad con los que menos tienen y sobre todo con aquellos que al quedarse sin trabajo tienen serias dificultades para llevar alimento a sus respectivas familias.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

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