Con puros zacatones, un triste final del PRI

En el seno del PRI se están dando cosas que si uno no conociera como se han gastado las situaciones al interior de dicho partido diría que está compuesto por suizos, o escandinavos a quienes llamarlos para ocupar un cargo público les resulta una monserga y por lo mismo procuran que ni volteen a verlos.

Pero la realidad es que usted, amigo lector, y yo bien sabemos que las cosas son totalmente distintas.

En el mundo tricolor en el pasado pretender ser candidato a presidente municipal era exponerse a que le descubrieran uno que otro colgado en el árbol genealógico y luego, si aun así lograba salirse con la suya, que en este caso sería la candidatura alcaldicia iba a ser objeto de cuchilladas traperas o zancadillas durante la campaña porque si algo iban a desear fervientemente los que quedaron fuera de la jugada era que el PRIdestinado perdiera las elecciones, un resultado que le iba a saber a gloria a quienes no les concedieron la oportunidad de participar.

Los casos son abundantes, y no voy a mencionar nombres para no echarle sal a las heridas, pero fue público y notorio que cuando el PRI perdió en las elecciones alcaldicias obedeció a las traiciones de sus propios dizque correligionarios.

Ahí están como recuerdo las cinco ocasiones en que perdieron los candidatos priistas, tres veces con candidatos del PARM y dos con el PAN, pero aun así el PRI tenía problemas para decidir quién sería el candidato.

Hoy en día hasta resulta risible que dicho partido ya mero tiene que rogar para que alguien quiera ser candidato a presidente municipal.

Los tricolores digamos destacados porque en alguna ocasión ya fueron alcaldes o bien diputados y hasta senadores le sacan la vuelta a la encomienda y los menos dicen: ando ocupado o estoy enfermo, pero nos vemos en unos tres o cinco días para platicar bien a bien los pormenores.

Es una forma de decir: no cuenten conmigo.

De veras, qué poca manera de mostrar agradecimiento al partido y amor a la camiseta, sobre todo los que llegaron a ocupar el sillón principal del palacio municipal que es fama pública todos salieron eructando billetes, incluso los de la oposición, para que no se sientan discriminados.

Pero el tema son los tricolores que hoy encuentran mil excusas para no aceptar la encomienda. Por qué mejor no aceptan y dicen que le sacan al bulto porque bien saben que van derechito al matadero.

En el pasado, el candidato del PRI recibía apoyos del gobierno estatal y del municipal como ahora los recepcionarán los candidatos del PAN.

Nadie se sorprende por tal cosa, pero dejan mucho que desear los tricolores en sacarle la vuelta a la encomienda ahora que su partido los necesita porque de veras, qué mal se están viendo al lado de quienes pretenden ser candidatos de otros partidos, con excepción del PAN, que tampoco contarán con apoyos de los gobiernos estatal y municipal.

Se comprende el temor a perder. A nadie le gusta tal cosa, pero en el caso de los tricolores destacados resulta obligado dar un paso al frente para anotarse en la misión imposible que sería recuperar el palacio municipal.

Pero deben hacerlo como una ofrenda al agradecimiento. El problema es que aun a sabiendas que van a una derrota van a tener que gastar dinero, y de lo ya ganado, primero se mueren que sacar un peso.

Se están exhibiendo como sujetos avaros, codiciosos y egocentristas, pero no creo que tal cosa les quite el sueño, ellos seguirán sumergidos en su dulce sueño. 

Pero qué cosas, si antes a un exalcalde le hubieran insinuado la posibilidad de volver a participar como candidato a presidente municipal, en caliente y sin pensarle hubiera tomado la segunda oportunidad. Hoy los vientos están totalmente en contra y mejor dicen ‘‘ahí muere’’.

Triste final está teniendo el tricolor en nuestra querida Reynosa porque lo más probable, por no decir irremisible, es que les espera una soberana madriza el día de las elecciones, y por eso van a terminar postulando como candidato alcaldicio a cualquiera medio pelo. 

Con alguien van a tener que hacerlo como ya lo están por decidir quiénes serán sus dos candidatos a diputados federales que se les reconoce su respectiva trayectoria dentro del servicio público, pero si los tricolores destacados se hubieran anotado, tanto BENITO SÁENZ BARELLA como GUSTAVO RICO DE SARO solamente hubieran obtenido, si acaso, una candidatura suplente.

En ambos casos se les debe reconocer que no obstante que bien saben que pueden sufrir una derrota aun así aceptan la encomienda con su respectiva santiguada, una actitud que por lo menos tiene de loable no sacarle al parche como hoy lo están haciendo los tricolores destacados que exhiben sus penurias morales cuando en los momentos difíciles es cuando se demuestra la calidad porque los héroes surgen precisamente cuando los envían al matadero.

Pero bueno, esos priistas destacados ya estamos viendo no tienen nada de eso y qué gacho se están exhibiendo.

No soy adivino, pero ni falta hace tener ese don, pero si el PRI no logra retener la residencia de Los Pinos se puede pronosticar que por lo menos hasta el 2024 los priistas por nuestra querida Reynosa no tendrán nada que hacer salvo participar como comparsa en las elecciones.

A eso es lo que se están exponiendo, pero no parece importarles y tampoco es cosa de obligarlos, el responder al llamado de su partido es una cuestión más de moral o de principios que obligación legal.

Pero bueno sería que el tricolor diera a conocer a quienes ya les ofreció la candidatura alcaldicia para por lo menos exhibirlos, aunque creo que ni falta hace, mis lectores ya suponen quienes son toda esa runfla de zacatones que están dejando muy mal parado al partido que les dio momentos de gloria política.

Y ayer estuvieron en nuestra querida Reynosa los aspirantes a la candidatura priista al Senado de la República, YAHLLEL ABDALA y ALEJANDRO GUEVARA COBOS. Como dijo mi compañero y amigo HUGO REYNA, se concretaron sólo a echarse confeti.

Ambos aseguraron ante los representantes de los medios de comunicación que son la mejor fórmula, pero eso lo vamos a ver en las elecciones del primero de julio.

Alejandro, fiel a su expatrón, citó que ENRIQUE PEÑA NIETO ha combatido a la corrupción y que la prueba es que ha metido a la cárcel a seis gobernadores, la mayoría priístas.

Y por hoy, BASTA.

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