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Claman justicia

En esta columna he reconocido que la policía estatal es la corporación que está dando la cara por los tamaulipecos ante el clima de inseguridad que prevalece en la mayor parte de la entidad, pero ahora todo parece indicar que los agentes destacamentados en el vecino municipio de Río Bravo la regaron de a feo causando la muerte de un joven profesionista.

Todo parece indicar que los policías se equivocaron al dispararle a la camioneta que conducía, supuestamente confundiéndola con la que transportaba a unos malandracos a los que perseguían por fechorías que habían cometido.

Claman justicia

Lo peor de este penoso caso es que los elementos de la Estatal, para cubrir su error, sembraron un arma larga y poncha llantas en el interior de la camioneta del ingeniero abatido.

La Secretaría de Seguridad Pública ya anunció que se abrió una investigación al respecto, pero no han aclarado si los policías acusados de la ejecución se encuentran detenidos.

Por lo pronto el pueblo de Río Bravo clama justicia.

A todo esto, están arreciando las críticas, ahora ya hacia los tres niveles de gobierno por la galopante inseguridad que prevalece, lo mismo en nuestra querida Reynosa que en el resto de las ciudades de nuestra hermosa República Mexicana, con excepción de unos cuantos municipios, que de los mil y fracción existentes no llegan ni a 20 las ciudades que pueden decir que la vida transcurre en medio de tranquilidad.

El caso es que expertos en la materia ya exponen sus puntos de vista y presionan porque esto ya está insoportable, amén de ser muy riesgoso circular por las calles.

La generalidad de los expertos opina que la falla está en las agencias del Ministerio Público, lugares en donde las denuncias no caminan. No sabría decirles si por falta de interés de los titulares o por carencia de recursos en las áreas de investigación del delito.

En mi personal enfoque y por los reportes que tengo, creo que esas deficiencias obedecen a la ausencia de personal de investigación.

Y ya no es cosa de enviar más policías ministeriales, sino que falta que la Fiscalía General de Tamaulipas los tenga en número y capacidad a su disponibilidad. Aquí ya es obligado reforzar al Ministerio Público con personal experto en la investigación del delito. 

Me dicen que hay un Departamento de Periciales al servicio de las agencias del Ministerio Público del fuero común, pero que esos peritos se dedican a la toma de huellas dactilares en el lugar de los hechos o en trabajos de dictaminar si una firma es falsa o no. 

No se abocan propiamente a seguir las huellas del delito para dar con los responsables de quienes hoy en día con el mayor de los desparpajos despojan de vehículos o bien asaltan tiendas de conveniencia, estaciones de gasolina y restaurantes en donde hasta con los clientes cargan, y toda esa actividad delincuencial queda sin castigo alguno.

Por ello la urgencia de que se reúnan los organismos privados con la autoridad ministerial. No se sabe cuántos de los delitos cometidos se han esclarecido, quiénes son los responsables y menos cuántos de esos fueron llevados ante el juez y este ordenó dejarlos en prisión. Hasta parece que esas cifras son más secretas que la fórmula de la Coca Cola.

Pero para eso tenemos una autoridad municipal y más cuando la alcaldesa MAKI ORTIZ DOMÍNGUEZ reconoció que el principal problema que padecemos es el de la inseguridad.

Ese convencimiento obliga a que las autoridades investigadoras informen cuantos delitos se están quedando sin castigo. No lo hacen por razones obvias, pero a ojo de buen cubero y basándome en la lectura de la nota roja de este diario, puedo decir sin andar nada norteado que hasta un 90 por ciento de los delitos que se cometen en nuestra ciudad están sin castigo y con ese tamaño de posibilidad de no ser castigado es natural que el malandraco reincida, sabedor de las muy mínimas posibilidades de que sea sorprendido en flagrancia y luego someterlo a un severo castigo.

Por esa falta de justicia, en otras latitudes la gente ya la está haciendo por su propia mano, en donde grupos de civiles para andar localizando a ladrones y a todo el que lo han capturado ha sido linchado y el castigo mínimo es que los paseen encueradas por las calles.

Esos hechos no deben de darse, pero también es inaceptable que el gobierno no tenga respuesta para las agresiones de la delincuencia hacia la ciudadanía, que harta de pasársela cabeceando en el mejor de los casos o apechugando le perpetren delitos, ya decidió hacer lo que le corresponde a la autoridad.

No deben permitir proliferen esos actos de justicia propia, pero si no responde al llamado de la gente, esto dentro de poco va a ser un caos.

Entre tanto la reunión entre autoridades locales representantes de la IP con los de la Fiscalía de Tamaulipas ya resulta obligado pues así lo indican otras voces, no solamente es idea del columnista.

Por otro lado, las filas vehiculares por los puentes internacionales a Mission, Hidalgo y Pharr, Texas no cesan. Esos kilómetros de vehículos dan la impresión de que por aquí no pasa nada, ni en el aspecto de seguridad ni en el económico, pareciera que la cuesta de enero es solamente un mito, nomás que esas filas son más bien un espejismo. Son gentes a las que todavía les sobra algo de dinero para ir a gastar al otro lado del río Bravo y a las que prontamente olvidaron los nefastos incidentes de diciembre en las inmediaciones por el puente que conduce a Hidalgo, Texas en donde hasta hubo un homicidio, así como asaltos con golpiza incluida no obstante que los conductores no se resistieron. Una de ellas fue una mujer y como es ya la costumbre, a la fecha, no han detenido a ninguno de los responsables de estos delitos cometidos en la fila vehicular al puente a Hidalgo.

Y si bien en el puente a Pharr no se registraron ese tipo de hechos, por el bulevar Colosio que conduce precisamente al puente a Pharr, Texas, sí se han presentado asaltos a los automovilistas, lo que ya debiera obligar a retenes permanentes como medida de seguridad.

Por ello la necesidad de estructurar la policía preventiva municipal. Se sabe que por instrucciones superiores dieron de baja a todos los agentes de esa corporación en el trienio de PEPE ELÍAS LEAL porque los sujetos de marras andaban ya dedicándose a todo, menos a la seguridad de la ciudad.

Por supuesto que Pepe recibió con beneplácito la noticia y de inmediato la acató. Se quitó un pesado problema de encima porque usted como yo amigo lector bien sabemos que los cuicos de esa corporación ya no le hacían caso ni a sus abuelitas.

Pero la indicación no fue en el sentido de que no volvieran a contratar personal y por dejarle todo el paquete al gobierno del Estado o al Federal, ahora tenemos un problema de insuficiencia de agentes de policía.

Va a ser urgente y necesario la contratación de personal para esa corporación y no va a ser fácil encontrar gente con buena intención, pero como lo he escrito en anteriores columnas, esa es la obligación de no solamente la alcaldesa sino de todos los componentes del cabildo de Reynosa. Que desquiten el sueldazos que reciben y se pongan a localizar cada uno mínimo unas 10 personas aptas para el servicio de policía. Si los síndicos y regidores que tenemos no conocen a 10 buenos elementos estamos pero bien jodidos y eso nos lleva a concluir: ¿Entonces cómo pitos sucedió que fueron a dar al Cabildo si no conocen a nadie y no los conocen más que en su casa?

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@homail.com

gilberto.banda@elmanana.com