Amor verdadero

El mes de febrero es llamado el mes del amor. Estamos a unos días de celebrar San Valentín, el día se celebra el amor y la amistad con toda la extravagancia posible, tanto que muchos terminan lamentándose al siguiente mes cuando reciben los estados de cuenta de sus tarjetas de crédito, pues ahí se dan cuenta de cuánto gastaron en flores, muñecos de peluche, salidas a restaurantes, etc. 

Para mí el verdadero amor es muy diferente. Es un amor incondicional que no necesita de bombones ni chocolates, que con solo unas palabras y una mirada mía se conforma: es el amor de mis perros. Cualquiera que ama a los animales coincidirá conmigo, pero para los muchos que no aman de esta manera a sus mascotas, quisiera compartirles algo que he leído últimamente. 

Amor verdadero

La ciencia ha encontrado la estrecha relación de las mascotas con el bienestar del ser humano. Saben que las personas enfermas tienen una recuperación mucho más rápida cuando conviven con mascotas, tal vez porque tienen su atención concentrada en su gatito, o perro, atendiendo si ya comieron, si hay que sacarlos al patio, o ponerles de beber, actividades los distraen de prestar o concentrar tanta atención a las dolencias que padecen. 

Otra cosa que la ciencia ha comprobado es la relación en la producción de oxitocina, o la hormona del “bienestar” cuando una persona acaricia a una mascota. Al estar en contacto con un perro, un gato, un ave, etc, las personas generalmente sonríe más y respira más calmadamente, sus niveles de oxitocina suben y los niveles de cortisol, conocida como la hormona del estrés, bajan. 

Por ello, muchos médicos recomiendan a las personas que padecen de ansiedad hacerse cargo de una mascota ya que los beneficios son muchos y en muchas ocasiones ayudan a reducir la necesidad de dichos pacientes a tomar ansiolíticos o tranquilizantes y demás fármacos. 

Lo cierto es que los científicos no han podido comprobar que sean cien por ciento ciertos los beneficios a la salud que tienen los animales en la vida de sus pacientes, pero entienden el por qué de sus reacciones benéficas y cada vez mas permiten el uso de perros y gatos en sus salas de terapia ocupacional y convalecencia a largo plazo. 

Si desean profundizar en este tema pueden buscar el libro de Rebecca Johnson, A.M. Beck y S. McCune, “The Health Benefits of Dog Walking for Pets & People” (Los beneficios a la salud de caminar al perro, para la gente y su mascota). 

Otro gran beneficio de tener una mascota en casa es para los adultos mayores que viven en el hogar. 

A veces las personas mayores sienten que son como un mueble viejo, que estorban, que ya no son útiles, y si sienten que tienen la responsabilidad de cuidar de un ser vivo, que necesita atención, ellos logran tener un propósito para levantarse y salir a tomar el fresco, aunque solo sea una vez al día. 

Para los hijos o nietos, muchas veces no es fácil tener la paciencia necesaria para escuchar las pláticas de los viejos, sobre todo cuando tienen mal carácter, pues hay que aceptarlo, no todos los abuelos son bonachones y risueños, y tienen un carácter difícil, sin embargo cuando se interactúa con una mascota, los adultos mayores estarán de mejor humor, y los pequeños tendrán un tema de conversación con ellos. 

La mejor mascota para un adulto mayor es un perro adulto que sea adoptado de los muchos refugios para animales con los que contamos aquí en el Valle, pues un perro adulto que se le salva de morir al ser adoptado muestra un cariño y agradecimiento especial a su dueño, además que ya no hay que entrenarlo para ir al baño, ni tendrá la energía de un cachorro, por lo que será una gran compañía que mostrara a todos en la casa el verdadero amor incondicional.    

¡Vive un día a la vez! ... ignite the moment! … y recuerda que Dios te ama y yo también.

Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.