AMENAZA REAL

El pánico ya se desbordó en toda nuestra hermosa República Mexicana ante los amagos del coronavirus, aunque en Tamaulipas no se ha presentado este problema, y si bien es cierto de que al principio un científico chino radicado en esta ciudad registraba síntomas, a la hora de someterse a estudios de laboratorio dio negativo. Luego, la Secretaría de Salud en el Estado reconoció la existencia de tres casos sospechosos, pero ya también fueron desechados. 

Entonces, no hay que espantarse, pero con eso de que la asepsia no es una de las características de nosotros, como tampoco el buen estado físico y por lo mismo somos muy vulnerables al COVID 19, sobre todo quienes padecemos sobrepeso, diabetes e hipertensión, que en los adultos mayores una buena parte padecen alguna de esas tres enfermedades, no está demás tomar precauciones.

Entre tanto el pánico por medio de la compra, lo mismo de papel sanitario, gel antibacterial, mascarillas o tapa bocas, agua embotellada, pañales y alimentos se generalizó.

Y esto apenas va empezando, como está generalizado por el país, y la sobredemanda de alimentos y productos de limpieza ya está causando aumento en los precios y no hay nadie que infunda confianza.

Las intervenciones que ha hecho el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR han sido tibias, se ve que no quiere meterse en camisa de once varas, ha de ser porque no tiene ningún dato confiable al respecto, y lo peor es que sus colaboradores no han de saber qué se tiene que hacer en situaciones como esta.

La excepción de la regla es el secretario de Educación Pública, ESTEBAN MOCTEZUMA, quien el sábado por la tarde anunció que las vacaciones escolares de semana santa y pascua se adelantan a partir del 20 de marzo y se extienden hasta el 20 de abril.

Esa indecisión alarma a la población y más cuando no vemos medidas al respecto como adecuación de los hospitales públicos para la internación de los pacientes infectados. 

No quiero ser alarmista, pero nada ganamos con decir “no pasa nada”, o, “esto es puro cuento”. El mal se cierne sobre México y las autoridades dan la impresión de nomás estar cerrando los ojos y decir: sálvese el que pueda, aunque por lo pronto el gobierno de Tamaulipas y el municipal ya reaccionaron y ordenaron la suspensión de todos los eventos de concentración masiva. Esa es una medida buena para empezar, pero tendrán que redoblar las medidas de asepsia en todos los edificios públicos, no porque la gente no ande estornudando ya se puede dar por descontado que no tiene ese padecimiento.

O también pueden actuar como ya empezó a hacerlo la Universidad Tamaulipeca que, a través del área de salud, el doctor JESÚS PEÑA estuvo presente en la toma de temperatura y que no se presentaran síntomas de coronavirus entre los alumnos para así cuidar nuestra salud.

Pero como ya lo dije, las medidas que ya está tomando el gobierno son de las sencillas. Hace falta ser más intensivos como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que optó por celebrar, el 4 y 5 de abril, la primera de sus dos conferencias generales anuales que tendrán lugar  en Salt Lake City, Utah, a la que generalmente asisten alrededor de 50 mil personas de todo el mundo y en vivo se tramite vía satélite a sus centros de reuniones en todo el mundo, para escuchar a su profeta, RUSELL M. NELSON, a apóstoles y autoridades generales, sin la presencia de membresía, que podrá verla, por esta ocasión, en sus hogares a través del Internet. Y con todo y la importancia de la reunión así lo determinaron porque el riesgo no es solamente en la congregación sino también el transporte.

Están también suspendidas todas las actividades incluyendo el servicio sacramental dominical en todas las capillas y centros de reuniones en todo el mundo, incluyendo claro está, nuestra querida Reynosa.

Cómo estará de grave esta situación que un famoso comunicador llamado Alan por el Mundo difundió un video desde la ciudad de Nueva York en donde dijo que había suspendido su estancia por aquella ciudad por no haber prácticamente nada que ver. Los teatros, museos, cines, tiendas comerciales y restaurantes están cerrados, lo que orilló a amigos míos a postergar las vacaciones que habían planeado precisamente a la urbe de hierro conocida también como La Gran Manzana.

Pero aquí en México esto lo estamos tomando como si fuera la celebración del Día de Muertos en donde por medio de las Catrinas nos burlamos de la muerte, y no se diga los memes que se difunden por las redes sociales.

No le estamos dando importancia ni el gobierno ni la ciudadanía y la amenaza es muy real, está tocando las puertas de nuestro país la peste del siglo XX1, pero AMLO como que no quiere darse cuenta.

Aguas, que aparte del daño que se causaría en la salud de los mexicanos eso podría derrumbarlo del pedestal que lo tiene la mayoría de los mexicanos.

En pocas palabras, estamos en peligro y más vale cuidarnos, y desde luego el gobierno en sus tres niveles tome medidas más intensas, de otra forma siento que vamos rumbo al abismo. Créanme que no es que sienta ser alarmista.

Y por el mundo de la política, la actividad se silenció a consecuencia del coronavirus, con excepción del diputado morenista RIGOBERTO RAMOS ORDÓÑEZ, quien sigue promoviendo bingos para llevar entretenimiento a los habitantes de las colonias de la periferia.

En tanto los directivos del PRI municipal, encabezados por OLGA GARZA RODRÍGUEZ, tomaron el acuerdo de suspender todas las actividades públicas. Es por tiempo indefinido, lo que implica que por nuestra querida Reynosa dejarán de llevar a cabo brigadas sociales que venían desarrollando por las colonias populares.

Al PAN le vino de campanillas esta situación porque con eso justifica su inacción y se da en los momentos del regadón de tepache de los diputados albiazules allá en la Cámara Baja al oponerse se eleven a nivel de garantía constitucional los beneficios sociales que viene repartiendo el gobierno de la 4T, aunque en la iniciativa morenista desde luego, excluyeron a los NINI´s, que francamente por holgazanes ni tenían derecho alguno.

Y es que, oiga usted, una cosa es apoyar a personas que se levantan diariamente temprano para estar en su puesto de trabajo por medio de becas escolares para los hijos, así como de guarderías para los hijos de las madres que trabajan, y la ayuda que proporciona a los adultos mayores, que beneficia indirectamente a la clase trabajadora quien ahora no tendrá que disponer de una parte de sus ingresos para respaldar a los “tatas”, una tradición muy mexicana que Dios quiera no desaparezca.

Tengo reportes que en los países nórdicos en Europa y de origen sajón en América, los jóvenes no procuran a los mayores. Los tienen materialmente olvidados y si bien por un lado el estado los protege con seguridad social, la falta de afecto causa desmoralizamiento en temporada invernal, lo que genera se den decesos y hasta suicidios.

En México, hasta el más humilde está al tanto de sus viejos, no todos desde luego, pero la mayoría sí. Ojalá y no perdamos esa costumbre que en estos días de la pandemia va a ser necesarísimo estar al pendiente de ellos, los más vulnerables a esta enfermedad.

Y por hoy, BASTA.

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