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Coronavirus, real peligro

El coronavirus dejó de ser una distante amenaza para tornarse en ya un real peligro. Mis lectores ya han de saber que en nuestro México lindo y querido ya se han registrados 12 casos, el último, en Monterrey. Y amigos del valle del río Grande reportan que por los hospitales de aquel rumbo ya tienen en cuidados intensivos a varios pacientes, no me precisaron el número, pero ahí está esa preocupante realidad.

Y todo esto ocurre por no atender los efectos de ese desmesurado crecimiento de la población. Los hacinamientos humanos producen enfermedades, no hay espacio para la higiene y por lo mismo ni buenas condiciones de vida y en una situación así es inevitable que cundan las enfermedades.

Coronavirus, real peligro

No por nada el coronavirus brotó en la legendaria China, un país con más de mil millones de habitantes en donde con todo y sus avances científicos, tecnológicos y comerciales no han podido proporcionar a su población una buena calidad de vida.

Están pagando el precio de haberse reproducido exponencialmente y lamentablemente ese virus ya está cundiendo en Europa, Italia y España preponderantemente.

Aquí afortunadamente todavía no nos pega bien a bien, Dios quiera no lo haga.

Entre tanto las autoridades sanitarias deben acondicionar los hospitales para una pandemia que nos llegue por aquí, y nosotros también tenemos que contribuir siendo más higiénicos como el lavarse las manos seis o siete veces o las que sean necesarias al día. Un descuido nos puede hacer víctima del coronavirus.

Por su parte la autoridad municipal como ya lo he comentado en anterior entrega, pero considero pertinente insistir, debe vigilar rigurosamente la higiene de los expendedores de alimentos en la vía pública e incluso en lugares cerrados, pero también tiene que ponerles marcación personal a sus inspectores pues usted como yo amigo lector bien sabemos que estos sujetos cuando salen a chambear, la mayoría de ellos lo hacen con la intención de haber a quien le encajan las uñas.

Son medidas sencillas pero que deben ser de rigurosa aplicación en nosotros y en todos los que se dediquen a la venta de alimentos.

Estamos frente a una pandemia que fue producida por la excesiva población. No se atendió ese problema en su tiempo, el globo terráqueo con todo y sus vastos recursos naturales ya no da para tanta gente a grado que en un futuro y no muy lejano habrá riñas por los alimentos. Aquí en Reynosa por ejemplo ya se han registrado en las colonias de las orillas conflictos de los vecinos por las pipas de agua que la COMAPA les envía para cubrir la demanda del bien llamado vital líquido.

Si no cambiamos de actitud y nos convertimos en cuidadores de ese recurso en poco tiempo ese problema que hoy se ha visto por las colonias de las orillas se tendrá también en las del llamado sector centro. Es un problema latente que está en nuestras manos evitar se desborde.

Lo del control poblacional requiere medidas más profundas, pero los estadistas de todo el mundo ya debieran ir aplicando medidas como son contribuir con los países pobres a que se organicen mejor y no dilapiden sus recursos naturales.

Esa indiferencia ocasionó que riadas de gente provenientes de África se hayan ido a Europa, y en América hemos visto lo mismo con la migración latina hacia los Estados Unidos.

Si no se atiende ese problema la naturaleza cobrara la factura, ya lo está haciendo a través del coronavirus y otras enfermedades.

Veamos lo que acontece en el mundo animal, sin inteligencia, pero con mucho sentido y olfato. Ahí los animales respetan su entorno y procuran no multiplicarse sabedores de que luego habrá problemas. Tienen por caso los leones que al tomar el mando de una manada lo primero que hacen es matar a los cachorros, no por sanguinarios sino porque el sentido les dice que en el futuro se convertirán en depredadores y por lo mismo en competencia para la subsistencia.

Nosotros, que supuestamente tenemos inteligencia, es incomprensible no haber respetado el medio ambiente. Los deshielos en los casquetes polares son un aviso de lo que nos viene y no es nada bueno.

Pero por lo pronto a cuidarnos del coronavirus, es lo que tenemos enfrente y con mucho peligro.

Por otra parte, se avecina otro “puente” vacacional ahora con motivo del natalicio de don BENITO JUÁREZ y como el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR es fanático del Benemérito de las Américas no la hizo de tos porque con todo y sus advertencias de ya no haber fines de semana largos, este se construyó sin tomarlo en cuenta, que por otro lado tiene que reflexionar que los “puentes” regularmente son fuente de ingresos para los destinos turísticos que hoy en día con el precio del petróleo deslizándose y el peso temblando frente al dólar no podemos darnos el lujo de cerrar las puertas a esos que provienen del turismo nacional y además sirven para que la gente se relaje.

Las condiciones de vida han estado muy difíciles con todo y las ayudas sociales, las que por cierto en la Cámara de Diputados ya elevaron a rango de garantía constitucional. ¿Y qué creen?, los que, se opusieron con una ferocidad digna de mejor causa a la aprobación de esos derechos sociales, hágame el grandísimo favor, fueron los diputados panistas que en un 90 por ciento sin ningún pudor se opusieron. El otro 10, para taparle el ojo al macho, se abstuvo, una postura francamente incomprensible habida cuenta de que el PAN hoy en día está en el suelo y con esas actitudes así van a seguir.

Ya vienen las elecciones para diputado federal el próximo año, y ya le dieron una bandera a los morenistas como argumento de campaña política.

De plano que los albiazules, como dicen en el rancho: ven la tormenta y no se hincan.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com