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A piedra y lodo

En la semana que laboralmente hoy termina, aunque eso de laboral es un decir porque la pandemia a unos nos tiene en reclusión domiciliaria y a los menos, entre ellos el columnista, trabajando desde la casa, no hubo muchas cosas que contar porque la política también depende del movimiento económico que al atorarse paraliza el resto de las actividades.

El caso es que mientras los gobernadores del noreste deciden si aplican o no el toque de queda, que en mi personal enfoque puedo anticipar, eso es algo que no harán, el gobierno de Tamaulipas dio a conocer que la cuarentena se extenderá hasta el día 30 de mayo en municipios como Ciudad Victoria, Tampico, Madero, Altamira, El Mante, Matamoros, Río Bravo, Nuevo Laredo y nuestra querida Reynosa, lo cual trae caras largas, y no es para menos entre los comerciantes, mientras que en las maquiladoras ya comenzaron a disminuir la plantilla de personal.

A piedra y lodo

A algunos trabajadores los mandaron a descansar por 15 días, a otros, me dicen, que ya hasta los indemnizaron porque vienen meses, si no es que años, muy pero muy difíciles y por lo menos ya empezaron a reducir el personal que es una forma de equilibrar las finanzas.

Por otra parte, municipios pequeños como Soto La Marina, Abasolo, Jiménez, Cruillas, Padilla, Hidalgo, Llera, Burgos, Miquihuana, y los ribereños, entre otros, Ciudad Mier, Miguel Alemán y Camargo retomarán sus actividades el 17 de mayo.

Quedaron por definir cuándo regresarán a la vida laboral ya con normalidad municipios como San Fernando, Valle Hermoso, Díaz Ordaz, entre otros.

O sea que va pa largo este asunto. En los municipios grandes de Tamaulipas ya se están tronando los dedos, no solo las autoridades sino principalmente el comercio.

Entonces, por nuestra parte vamos a tener que seguir manteniendo las medidas de prevención como es salir solo para lo indispensable y hacerlo con cubre bocas y guantes, que es molesto, pero es indispensable si no queremos que no se alargue todavía más la cuarentena.

Por lo pronto los niños y adolescentes, esos ya fregaron, los van a aprobar en automático en el ciclo escolar que estaba por concluir, lo que implica que sigan en sus domicilios para calvario de las mamás y en muchos casos de los abuelos.

La mayor parte de los abuelos, hay que decirlo, no están en condiciones de regresar a lo que dejaron de hacer hace 30 o 40 años y si bien no hay duda en el amor hacia los nietos es en grado extremo, en muchos de ellos sus organismos ya no están para someterlos a este tipo de pruebas.

Lo bueno es, si es que se le puede llamar así, que con esas bendiciones que les cayeron a los de la tercera edad con motivo de la pandemia ya no se exponen salir a la calle. Están materialmente sitiados.

Ese es otro de los efectos negativos del “quédate en tu casa”. Se están registrando discusiones al interior del hogar entre los padres y se sabe que ya también entre los abuelos, conflictos de los que no escapan los profesores al haberles adelantado y prolongado las vacaciones que, si bien lo hacen teniendo asegurada la frita, lo que no les arreglan es lidiar con sus propios hijos o con sus nietos.

También a los profesores les llegó la guadaña con motivo de la pandemia, que por otra parte ya comienzan a dudar de la letalidad del COVID-19. La gente comienza preguntarse unos a otros si tienen dentro de su familia o dentro de las familias de sus hermanos, amigos y conocidos algún contagiado por el coronavirus.

En lo que respecta a mi entorno y de los siguientes entornos les digo que no, afortunadamente no se ha registrado un solo caso de contagio. Con otros que no tienen relación con mi familia o con amigos conocidos les he preguntado y también responden que, gracias a Dios tampoco, lo cual ya lleva a sospechar que no es tan cierto lo de la letalidad del COVID-19, creencia que se robustece cuando por redes sociales circulan opiniones de epidemiólogos de talla internacional asegurando que el COVID-19 no es lo funesto que han propalado.

Incluso, aquí en Tamaulipas los que han fallecido me dicen que obedeció más a enfermedades preexistentes y que el COVID lo único que hizo fue darle el empujón a la funeraria.

Pero con dudas o no tenemos que conservar la precaución porque donde repunten los casos de infectados, las autoridades van a ampliar la cuarentena y entonces esto sí que nos va a mandar al pozo a todos porque con virus o no el organismo pide de comer.

La comida cuesta y para comprarla hay que llevar dinero nomás que para tenerlo en las manos hay que trabajar. Así de simple y de sencillo.

Entre tanto un grupo de médicos y enfermeras de nuestra querida Reynosa esta semana dieron la buena nota de ofrecer servicios gratuitos para proporcionar el servicio de médico a domicilio y gratuito.

Quedaron de proporcionarme los números telefónicos a donde podrán llamarles. Como también médicos de un conocido hospital particular por medio de un video le piden a la gente que se mantengan en la casa.

Los galenos bien saben de lo que hablan y es mejor atender las recomendaciones, aunque ya comencemos a dudar de la letalidad del COVID-19.

Y por el mundo de la política, durante la semana hubo dimes y diretes por medio de videos. Mis lectores seguros ya saben el contenido de las echadas y de las contestadas que solo sirvieron para la diversión.

Fuera de eso, no aportaron nada como tampoco nada aportaron los gobernadores panistas al decir que regresarán el material médico que les envió el gobierno de la 4T por ser muy chafa.

Mejor hubiera sido que en esos videos hubieran mostrado el material como batas y cubre bocas que están proporcionando los gobiernos estatales para que el ciudadano viera la calidad del producto. No lo hicieron seguramente porque también han de ser de baja calidad.

En el hospital general de nuestra querida Reynosa hay quejas al respecto.

Además en la clínica del IMSS 33 solicitan donativos de mascarillas especiales que les hacen falta y hay reportes de que el personal las compra de su bolsa.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com