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Va de cuento

La falta de seguridad y confiabilidad en el abasto es grave

Uno de los primeros cuentos que escribió el autor por aquellos años de la dorada juventud, se refería a los afanes de un galán que asediaba constantemente a la hermosa vecinita. Ella lo rechazaba de muchos y muy diversos modos, tratando de que entendiera que no, que no le agradaba y que menos estaba para dar gusto a pretensiones aventureras. Pero, como dice el refrán, tanto va el cántaro al agua que se rompe. En la 'posada' del barrio corrió mucho licor y, ya con algunas 'medias de seda' adentro, la niña accedió.

Fueron a un alojamiento propio de esos menesteres y luego de encendidas caricias, la chica dijo que iba al tocador, esto es, a ponerse cómoda para llevar a cabo la 'suerte suprema', como diría un cronista de corridas de toro. Mientras tanto, el galán, que se había llevado una botella de licor de la fiesta, preparó unos jaiboles, entre sorbo y sorbo. La chica puso música a través del sonido ambiental y arropada en un tenue negligé se acercó al tálamo con espejo en el techo, percatandose de que el guapo estaba dormido.

Va de cuento

Exactamente así ocurre con las llamadas energía limpias que ofrecen maravillas; pero, que a la hora de la hora, salen con domingo siete. Recuerdan a aquel añoso líder sindical que prometía al partido oficial diez millones de votos entre los trabajadores y sus familias, sin que pudiera juntar ni un cuarto para el dominó. Mientras la producción de energía eléctrica se realice por medio de aerogeneradores y de sistemas fotovoltaicos, que necesitan de fuertes vientos y de la luz del sol para funcionar, es un albur.

En días nublados como los que se han observado actualmente, y en fechas de calma chicha, no podrán producir nada y, por tanto, estarán imposibilitados de cumplir los compromisos contraídos con los consumidores. Serán como el galán hundido en las tenebrosas brumas del alcohol, mientras la crédula niña tiembla de azoro y frustración. El muchacho despertó solo y con la cola entre las patas; ni siquiera volvió a mirar de frente a la bella niña a la que había fallado. Seguramente los magnates incumplidos, ni se inmutarán.

La falta de seguridad y confiabilidad en el abasto es grave. ¡Mucho! Pero, no se compara con el daño que se haría al sistema eléctrico nacional y a los propios consumidores con un exceso de producción que no podría desahogarse en tiempo y forma y recargaría las líneas de conducción, con el riesgo cierto de quemar todo. En Europa donde los gobiernos son poco propensos a ocultar los daños del capitalismo salvaje, ya han ocurrido apagones gigantes por la saturación de los sistemas de distribución. Pero, además de las sobrecargas, está el fenómeno de los huecos de tensión, la caída brusca de la tensión de alimentación.

En las dos circunstancia descritas, al fallar los sistemas eólicos y fotovoltaicos, se ha tenido que echar mano de la energía producida por medios tradicionales, especialmente las turbinas que operan con los combustibles fósiles, que hasta el momento son los más confiables, baratos y seguros. Una pipa de diesel o combustóleo puede llevarse con facilidad de un lugar a otro, el gas también ofrece facilidad en el transporte y manejo; no se diga el carbón. Eso no puede hacerse con el viento y menos con la luz solar.

Es por ello que la Secretaría de Energía implementó el Acuerdo por el que se establece la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional. Con éste se busca que la producción de energía eléctrica con sistemas azarosos, se haga bajo condiciones que garanticen un suministro constante y seguro incorporando la tecnología que ya se usa en otros países donde las regulaciones se estipularon desde un principio por administraciones públicas responsables y capaces.

Un juez (por ignorancia, torpeza u otra cosa) concedió un amparo contra el acuerdo, porque los magnates ya no quieren meter más dinero a un negocio que se han dado cuenta que no les va a dejar con la actual administración. Como ese amparo carente de sustento, puede ser rebatido por instancias de la administración pública, los afectados han pedido auxilio a sus contlapaches del lado americano. 

Por su parte, el Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa, Especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Telecomunicaciones, con residencia en la Ciudad de México, decretó que: "La suspensión definitiva se concede (…) dado que preliminarmente se advierte que se oponen al fomento al empleo de energías renovables y disminución de contaminantes del sector energético... Por lo que la Secretaría de Energía (Sener), como encargada de coordinar la ejecución y seguimiento de dicho programa, (Programa Sectorial de Energía 2020-2024) deberá abstenerse de continuar cumpliendo con los objetivos y estrategias puntuales del programa reclamado y que fueron precisadas". 

En EU, varios congresistas han enviado una carta a su gobierno para que meta en cintura al de México. Dice que: "Informes recientes indican que el gobierno mexicano está brindando un trato regulatorio preferencial a Petróleos Mexicanos (Pemex) y retrasando o cancelando los permisos absolutos para las empresas energéticas estadounidenses" y que: "Estos esfuerzos violan y contradicen el espíritu, si no la letra, del T-MEC, acuerdo entre cuyos principales objetivos se encuentra promover el crecimiento entre los países participantes (...). Nos preocupa profundamente que estas acciones demuestren un patrón de obstrucción". 

La posición del gobierno mexicano ha sido clara y precisa: la soberanía nacional y la dignidad de la nación mexicana no es tema de discusión en ningún foro fuera del país. Menos en un caso en que se tiene la razón. Además, ha quedado bien entendido que no se está en contra de las energías limpias sino a favor de la protección del interés de los mexicanos y por la soberanía energética. ¡Así de simple!

Ayer, precisamente, más de cinco mil personas marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo para manifestar su apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su política de recate de la economía nacional comprometida por la corrupción, la irresponsabilidad y la ineptitud de administraciones pasadas que han dejado al país desangrado, con el agravante de la pandemia que hace obligado el confinamiento de las personas.

Fue contundente la diferencia de manifestantes en contra del régimen, que tienen tomado el zócalo de la CdMx, y los marchantes que coreaban consignas a favor.