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Beneficios de la pandemia

En el planeta entero se trabaja a marchas forzadas para conocer al nuevo flagelo de la humanidad y encontrar una forma de detenerlo, aislarlo y erradicarlo

Asegura un viejo y conocido refrán que: "No hay mal que por bien no venga", lo que conduce a reflexionar acerca de la pandemia del Covid-19 y el confinamiento que se ha propuesto para reducir las posibilidades de contagio. El nuevo padecimiento es malo por donde se le quieran ver y ha sorprendido a un mundo de gente que estaba tan distraída en sus propios asuntos, que ni caso hacía a una de las partes más importantes de su ser: la salud. Se daba por hecho que mientras el cuerpo aguante, todo iba bien.

Malos hábitos alimenticios, vida sedentaria, estrés crónico, ingesta de bebidas y alimentos dañinos para la salud, hábitos perniciosos como el tabaco, el alcohol, las drogas y otros, hacían un cuadro nada bueno para mantener en óptimo funcionamiento el organismo humano. El aumento de peso, el exceso de azúcar en la sangre, la hipertensión arterial que desembocan en trastornos mayores, son vistos como parte de la vida. Estadísticamente, esas enfermedades degenerativas tronaron los sistemas de salud.

Beneficios de la pandemia

En igual sentido iba el sistema educativo que, de entrada, es antipedagógico al arrochelar en un pequeño salón a más de cincuenta alumnos, a los que hay que mantener sentados, callados y atentos a las voces que desfilan por la cátedra disertando sobre diversos temas, muchas veces ajenos a la realidad viven los jovencitos en su entorno cotidiano. Se estaba educando como se hizo a principios de la centuria pasada en plena era de la tecnología digital y la cultura cibernética. En el tiempo de dinámica se exige quietud.

En el planeta entero se trabaja a marchas forzadas para conocer al nuevo flagelo de la humanidad y encontrar una forma de detenerlo, aislarlo y erradicarlo, y para encontrar caminos más razonables y efectivos para transmitir el enorme bagaje cultural de todos los logros del ser humano en los tres grandes campos: arte, ciencia y moral a las nuevas generaciones, con nuevos métodos que hagan cumplir la formación integral y permitan el pleno desarrollo de todas las facultades de la persona para una vida plena y feliz.

En México, aunque el Artículo Tercero constitucional señala que: "Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado-Federación, Estados y Municipios impartirán educación preescolar, primaria y secundaria. La educación primaria y la secundaria son obligatorias. La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia. Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios". En realidad, no es así, es una educación parcial.

Pero, viene a resultar que, ahora con la pandemia, se están practicando nuevos métodos de enseñanza y se han enriquecido los programas educativos para hacerlos más dinámicos y entendibles. Todavía es muy temprano para un juicio sumario; pero, parece que ahora sí se está educando para la vida. Lo que se ha visto hasta el momento, ha sido bueno y es de esperarse que mejore con el paso del tiempo, de tal manera que la educación en México vuelva a ser la punta de lanza para el progreso del país y el bienestar de los paisanos.

El confinamiento ha obligado a que la educación se realice por medio de la red cibernética y los distintos dispositivos electrónicos con que opera, eso ya es un adelanto que lleva a alumnos y maestros a utilizar las nuevas tecnología de la comunicación, principalmente la televisión y el teléfono para algo más que 'matar el tiempo'. Ya está en operación la red nacional de televisión con el programa “Aprende en Casa” y el WhatsApp, por lo que la sinergia entre TV de gobierno y privada permite llegar al 78% del país. En esta modalidad, se establece un horario específico para ver las sesiones de clase por nivel, lo cual exige autodisciplina para que el niño o joven atienda la clase.

Esto es posible porque de acuerdo a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, México tiene 74.3 millones de usuarios de internet en 18.3 millones de hogares (estadísticas del 2019). Este hecho nos manda a la era del 'aprendizaje escalable'. La tecnología permite videoconferencias y acceso a plataformas como aprende.org, Khan Academy, Ted Talk, Google Académico, YouTube Aprendizaje, y OpenCourseware de MIT o Cantabria donde los alumnos con interés de saber más pueden explorar universos que hasta hace poco les eran ajenos.

De la pandemia, algo bueno queda.