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Urgente: controlar la población mundial

Hay un problema que es mayúsculo porque nos está devorando día a día.

Lo más lamentable es que no se puede decir que autoridades y ciudadanos no tienen conciencia de lo anterior. Por supuesto que están al tanto de la gravedad del problema, pero la actitud egoísta de los menos termina perjudicando a las mayorías y al final a ellos mismos

Urgente: controlar la población mundial

Me refiero al constante crecimiento poblacional que, al no tener relación con el desarrollo de la vivienda, centros de esparcimiento, buenos servicios públicos, sobre todo el del agua potable que a cada año va decreciendo el flujo del vital líquido hacia los grandes, medianos y ya hasta los pequeños centros urbanos.

Estamos en un mundo sobrepoblado; hay mucha descompostura precisamente por lo mismo, somos muchos y ya no cabemos.

A causa de ello se están generando movimientos armados, y se refleja este malestar exclusivamente en la ciudad y a nivel local con crímenes y pleitos, pero la naturaleza es la naturaleza y nos dice que no nos hemos respetado bien.

Vemos cómo los hormigueros se hacen tan grandes y se empiezan a matar entre ellos mismos y se hacen grupos más chiquitos para poder sobrevivir.

En el mundo animal ellos mismos se aplican las reglas para sobrevivir y luego los leones tienen cachorritos y cuando sienten que son muchos, entre ellos mismos los matan.

Un amigo me dice: “Fui testigo de cómo se comportó un armadillo hembra que andaba perdido entre el monte. La localicé y prácticamente la adopté, pero el entorno de este tipo de animales nos dice ha estado siendo devastado”.

El armadillo hembra, como parte de su proceso de reproducción tuvo su cría, pero ante la falta de alimento terminó por devorarlo y eso ya está pasando también entre nosotros los humanos.

Este hecho de la naturaleza es lo que me indujo a escribir sobre la gravedad del problema que ya tenemos en puerta que con todo y tener conciencia de ello nadie parece estar preocupado por la magnitud del mismo.

Estamos dando por descontado que siempre habrá granos en los cobertizos como también asumimos que con sólo ir a la tienda de víveres ahí encontraremos de todo.

Muchos de esos productos son ya inaccesibles para las economías populares, pero finalmente los encuentran en el mercado, que en este medio reza una máxima de que no hay producto más caro que el que no hay. Tiene razón.

Pero mi inquietud surge cuando ¿que será de esta vida al no encontrar artículos para la canasta básica?

Podría decirse que en la frontera no tendremos este problema, que con solo cruzar el río Bravo encontraremos lo que se necesita.

Pero no apostemos a la seguridad de este hecho, allá también tendrían problemas para proporcionar suficientes alimentos a su población que al escasearse los limitarán para la venta de sus nacionales y no habrá productos para la exportación como tampoco permitirían que mexicanos cruzaran el río a comprar sus alimentos.

Sé que es un panorama deprimente y trágico el que describo, pero no estamos muy lejos de que tal cosa llegue a suceder.

Ya se ven guerras por los alimentos. Incluso las migraciones lo mismo de África que de Asia rumbo a Europa es precisamente porque vienen huyendo del hambre como aquí en México ya lo estamos padeciendo con la migración hondureña que no me consta que andan muy exigentes en cuanto a la comida, pero las informaciones son constantes en el sentido de que no quieren un plato de frijoles y tortillas porque no les gusta.

Pero para no distraerme del tema, regreso a subrayar la importancia y pertinencia de que tanto los gobiernos como los ciudadanos tomemos conciencia de la gravedad del problema si no cuidamos un recurso esencial para la vida como lo es el agua.

Las lluvias a cada año son más escasas. Eso lo recienten de inmediato los campos y finalmente las ciudades que al no haber cosechas en abundancia que permitan expenderse a buenos precios los productos agrícolas.

Hoy ya se pelea por la comida. El siguiente paso es disputar por el agua y creo que estamos a tiempo de impedir lo que sería una catástrofe.

Ya sabemos que es lo que nos va a hacer falta en el futuro inmediato, entonces no esperemos a que se presente la escasez. Tomemos las medidas y con mucha decisión para impedirlo.

Es un problema de todos porque sin agua no hay vida.