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Un filósofo popular

Sir Bertrand Russel fue el filósofo y matemático más interesante y polémico del siglo XX. Con su obra Principia Mathematica, escrito en 1910 junto con A. N. Whitehead, enuncia e inicia la lógica de las matemáticas. Se ve claramente el intento de reducir las matemáticas a principios de la lógica simbólica por parte de Russell; pero, más que sus estudios, lo hicieron famoso sus dichos escandaloso y la práctica de lo que decía lo mismo en su espíritu pacifista que en su liberalismo. 

Se decía a si mismo agnóstico para no aceptar la negación de Dios; pero, no aceptaba ni reconocía su existencia. Sobre la causa de la existencia del universo, aseguraba que: "No, no necesita ser su propia causa; lo que digo es que el concepto de causa no es aplicable al total". Par explicarlo, habría que decir que para Russell, pensando siempre un una perspectiva lógico-analítica, una cosa son los eventos particulares y otra el total, el Todo. Más bien, si se traduce a términos físicos y cosmológicos, el sistema de lo real en su conjunto, es el sistema estructural dinámico del universo.

Un filósofo popular

Pero, además, no aceptaba la fidelidad como un atributo de las parejas y, estando casado tuvo un sinfín de relaciones con mujeres distintas, lo mismo que su esposa tuvo tanta libertad que llegó a procrear a dos hijos de su amante, amigo del filósofo. Su afición por las damas lo llevó a casarse en cuatro ocasiones.  En 1952, a la edad de 80 años; pero todavía sintiéndose en posesión de un espíritu joven y muy primaveral, se casó felizmente con Edith Finch, su cuarta y última mujer. 

Es posible que la mujer que tuviera mayor influencia sobre Russel haya sido su segunda esposa, Dora (conocida posteriormente por su actividad pacifista, progresista y feminista). Con ella viajó a Rusia y China, resultando de ambos viajes importantes reflexiones por parte de Russell, como pueda ser el desprecio a la figura de Lenin y a la revolución bolchevique. Con Dora abrió una escuela privada, Beacon Hill, en la que la pareja aplicó unos postulados tan progresistas y revolucionarios que llevaron a la escuela al desastre. Es interesante mencionar también que Russell y Dora, firmes creyentes de la naturaleza polígama del ser humano, acordaron que ambos pudiesen tener relaciones eróticas con otras gentes, pacto que se rompió al quedar Dora encinta.

Otras propuestas del filósofo y sus parejas eran: las de desvincular la procreación de la relación sexual, la defensa de los derechos de la mujer o la facilitación del control de la natalidad que han sido asumidas hoy en gran medida. Su apuesta por el pacifismo y sus actuaciones en el Tribunal Russell causaron en sus tiempos un gran impacto. Durante la Primera Guerra Mundial estuvo encarcelado seis meses por la publicación de artículos pacifistas. Fue una persona fiel a sus creencias, que practicaba lo que predicaba. Recibió el rechazo de muchas universidades y casas de estudio.

Sin embargo, pudo llevar su cátedra por los cinco continentes y recibir reconocimientos tan importantes como el Premio Nobel de Literatura, aunque hasta entonces su producción literaria haya sido enfocada a la filosofía y las matemáticas, otra de las grandes contradicciones de su vida. Su actuación pública se compara con la que llevó el genio Alberto Einstein, en el sentido de que ambos eran tratados por las multitudes como estrellas de rock, aunque poco entendiera sus ideas.

En el City College de Nueva York, Russell fue sometido a un inquisitorial juicio por sus ideas libertinas e impías, que le incapacitaban ser un docente según muchos sectores cristianos de la sociedad. El pensador británico comparó su juicio con el de Sócrates, también acusado de ateísmo y de corruptor de menores. Sin embargo, su juicio tuvo consecuencias menos trágicas que las del filósofo griego, limitándose a la prohibición de enseñar en esa universidad. El juicio le benefició.

Lo más granado den sus publicaciones son: La socialdemocracia alemana (1896), Exposición crítica de la filosofía de Leibniz (1900), Los Principios de las matemáticas (1903), Los elementos de la ética (1910), Ensayos filosóficos (1910), Introducción a la filosofía matemática (1918) Por qué no soy cristiano (1927), La conquista de la felicidad (1930), La perspectiva científica (1931), ¿Qué camino hacia la paz? (1936), El valor del libre pensamiento (1944), Historia de la filosofía occidental (1945), Nuevas esperanzas para un mundo en transformación (1951), El impacto de la ciencia en la sociedad (1952), Sociedad humana, ética y política (1954), Lógica y conocimiento (1956), Sentido común y guerra nuclear (1959), La evolución de mi pensamiento filosófico (1959), ¿Tiene el hombre un futuro? (1961), Crímenes de guerra en Vietnam (1967) y Autobiografía (1967-1969).

Como es fácil ver, Bertrand Russel, que nació el 18 de mayo de 1872, era más filósofo y matemático que literato.