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¡‘Tantellensen’, criaturas!

Mucho antes de lo esperado y de lo razonable, han llegado los tiempos de las grandes definiciones a que obligan las presiones internas y externas. Los poderosos intereses del capitalismo salvaje que ve en riesgo sus colosales negocios en los que lo único claro son las ganancias superlativas, han puesto en marcha una potente maquinaria para evitar que más negocios se le vengan por tierra, sobre todo los que tienen que ver con los energéticos, insumos fundamentales para el desarrollo.

Ayer, el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, urgió a México el reconocimiento de Juanito como presidente de Venezuela, porque, dijo: "frente a la crisis política, económica y social que vive Venezuela, no puede haber espectadores". Además, le exige "sumarse a la lucha del pueblo venezolano por recuperar su libertad". Lo dijo luego de que la Unión Europea había  pedido el lunes pasado "evitar una intervención militar" en Venezuela, y mientras el Grupo de Lima en Bogotá se prepara para definir sus acciones con las cuales derrocar a la fuerza a Nicolás Maduro.

¡‘Tantellensen’, criaturas!

Frente a esas presiones, México y los mexicanos están obligados a reforzar la unidad nacional y a ser congruentes con la historia y la política de este país que hizo brillar intensamente sus tesis de libre autodeterminación de los pueblos y la resolución pacífica de los conflictos, de acuerdo a los principios del derecho internacional y de la carta fundacional de la Organización de las Naciones Unidas. Bien conocen los aborígenes los resultados que se tienen cuando han logrado dividirlos.

La doctrina Estrada, que viene de los años de la consolidación del régimen revolucionario, reza: "El gobierno de México no otorga reconocimiento porque considera que esta práctica es denigrante, ya que a más de herir la soberanía de las otras naciones, coloca a éstas en el caso de que sus asuntos interiores pueden ser calificados en cualquier sentido por otros gobiernos, quienes, de hecho, asumen una actitud de crítica al decidir favorable o desfavorablemente sobre la capacidad legal de regímenes extranjeros. El gobierno mexicano sólo se limita a mantener o retirar, cuando lo crea procedente, a sus agentes diplomáticos, sin calificar precipitadamente, ni a posteriori, el derecho de las naciones para aceptar, mantener o sustituir a sus gobiernos o autoridades". ¡Órale!

La soberanía del país puede mantenerse firme y sólida frente a las exigencias del exterior; pero, no puede dejar de resentir los embates de los filibusteros al interior. Primero, fueron los zapatistas cuyas intenciones resultaron evidentes; luego la organización Antorcha Campesina, de naturaleza estrictamente salinista y ahora, el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra y del Agua, que se manifiesta contra de la propuesta del gobierno para llevar adelante el Proyecto Integral Morelos.

El Frente tuvo razón al protestar por las obras de los gobiernos anteriores, cuando se construyó la Central Termoeléctrica de Huexca, que se complementará con un gasoducto y un acueducto, pues hubo abusos y despojos, además de desatención a sus demandas; pero, dejó de tenerla cuando el actual régimen solicitó la intervención de la ONU y la UNESCO, para realizar estudios del medio ambiente, sobre el agua y sobre la factibilidad, rentabilidad y conveniencia del proyecto integral.

Luego de aprobar los planes y programas actuales, los científicos y expertos internacionales dieron su visto bueno, con dos recomendaciones: La primera, que se transparente el manejo del agua en la termoeléctrica y, además, que se ponga en línea el monitoreo de la calidad y cantidad de la misma una vez que esté en operaciones la planta. El documento, firmado por el representante de la UNESCO en México, Frédéric Vacheron, agrega que: "este permitirá diseñar de manera conjunta actividades y proyectos para el manejo sostenible de los recursos hídricos, respecto del proceso de funcionamiento de la Central Termoeléctrica de Huexca".

Con ello se agota el argumento del Frente, cuyo líder Samir Flores Soberanes, fue asesinado y aún no se ha esclarecido el motivo, que puede ser echar más leña al fuego. La protesta y la resistencia valen cuando tienen causa; pero, una vez que esta desparece, dejan de ser válidas. Como decía Piporro, ¡"Tantellensen", criaturas!, porque una cosa es Chana y otra su hermana.