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¡Salve, República!

El qué y el cómo, las dos caras de la misma moneda, quedaron acuñadas en oro puro con la aprobación de la Guardia Nacional por unanimidad en el Senado. Importante la creación de este cuerpo que vendrá a cumplir las tareas que dejaron abandonadas, por diversas causas y motivos, las estructuras policiales; pero, más trascendente aún la forma en que se llegó al consenso total mediante intenso trabajo legislativo que incluyó la voz de los expertos en el Parlamento Abierto.

Los aires frescos del cambio verdadero, la viabilidad de la Cuarta Transformación, la recuperación del ejercicio republicano, quedaron de manifiesto cuando la fracción mayoritaria en el Senado se negó a ir en solitario en pos de sacar adelante las iniciativas del Poder Ejecutivo y prefirió ceder y conceder para lograr un acuerdo total. La realización de las jornadas del Parlamento Abierto, que fue celebrado del 11 al 15 del presente y la argumentación en la tribuna, hicieron la diferencia.

¡Salve, República!

La tarea no ha concluido; faltan las leyes secundarias y reglamentarias de la Guardia Nacional; pero, lo importante es que se ha marcado el rumbo y con ello quedaron atrás las viejas prácticas que tanto daño hicieron al país bajo las presidencias imperiales, en que todas las instituciones emulaban al perrito de la RCAVictor, siempre pendientes a la voz del amo, fuera por convicción o por conveniencia. Los senadores de todos los partidos deben celebrar el triunfo de la República.

Durante la conferencia de prensa mañanera de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue muy puntual al señalar textualmente que: "Nosotros presentamos una iniciativa y eso es lo que queremos que se tome en consideración. Ya lo están viendo, en efecto, representantes del ejecutivo, respetuosos de la decisión que tomen los senadores y los diputados, eso es todo. Ya nosotros hemos dicho que necesitamos el apoyo del Ejército y de la Marina para enfrentar el grave problema de la inseguridad y de la violencia. No queremos ser simuladores. No vamos a aceptar leyes que no resuelven el problema, no queremos una reedición de la Policía Federal que no funcionó". Jamás dijo que "at ovus" la Guardia Nacional debía tener mando militar, como aseguran.

Lo que sí señaló es: "Porque también quiero decirles algo, nuestra apuesta no está, si, sólo en las medidas que se tomen con la Guardia Nacional; la apuesta principal para serenar al país es la prevención; o sea, es el bienestar, y eso nos va a dar muy buenos resultados. Les diría que sin el apoyo de los legisladores de todas maneras saldríamos, pero lo que queremos, pues, es resolver bien el problema de la inseguridad y de la violencia". Lo dijo dando la cara para evitar confusiones.

Mediante el consenso, se determinó que la Guardia Nacional tenga un mando civil; que esté sujeta a controles de evaluación; que responda al llamado de las autoridades estatales y municipales; que sea ajena al fuero militar; que capacite y adiestre a elementos que integrarán este cuerpo una vez que se cumpla el plazo de cinco años fijado para el retorno de los militares a sus cuarteles. De manera paralela se habla del uso de armamento, pertrechos y vehículos diferentes a los militares.

Todo ello deberá quedar claramente especificado en las leyes secundarias que deberán ser presentadas, analizadas y aprobadas en un plazo no mayor de 90 días y son: Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Ley de la Guardia Nacional, Ley Nacional de Uso de la Fuerza y Ley Nacional de Registro de Detenciones, con las que quedará debidamente integrado el aparato de erradicación de conductas antisociales, que se complementará con las medidas de prevención.

¿Cómo imagina el presidente a la Guardia Nacional? Dijo que habría de ser una corporación en la que los jóvenes de este país encontrarán un empleo bien remunerado y con seguridad social, que se puede convertir en una forma de vida que dé mucha satisfacción y orgullo. Si la ley señala un periodo de cinco años para la vuelta de los militares a su función específica, AMLO asegura que: "Necesitamos reclutar en un periodo de 3 o 4 años alrededor de 50 mil elementos para que funcionen bien las coordinaciones territoriales".

Al mismo tiempo que resaltó que: "los jóvenes van a tener la misión de cuidar a los ciudadanos, de dar seguridad y al mismo tiempo respetar los derechos humanos. No deberán actuar con prepotencia; sino, ser fraternos, tener autoridad y al mismo tiempo actuar con respeto a los derechos de las personas". Si todo sigue igual, eso será una luminosa realidad.

Pronto quedarán atrás las épocas en que los policías debían ganar su salario propio y llevar el de sus superiores; en que se rentaban los "puntos", las armas, las patrullas, etc. La nueva restauración de la República, marca el retorno de la grandeza de México que brilló intensamente durante la mayor parte del siglo XX marcando rumbos y proponiendo alternativas racionales.