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No hubo sorpresa alguna

Tal como se esperaba, la mayoría demócrata de la Casa de Representantes de los Estados Unidos votó contra de la declaración de emergencia del presidente Donald Trump por la amenaza de los migrantes en la frontera sur. 

Los novedoso es que se tildó de apocalíptico el ejercicio del poder político sin ajustarse a la ley y a los preceptos constitucionales. Dijo Pelosi: "No vamos a dar a un presidente, demócrata o republicano, un cheque en blanco para destruir la Constitución de los Estados Unidos

No hubo sorpresa alguna

Además de los demócratas votaron contra la declaratoria 13 representantes republicanos provenientes de estados en los que el presidente no tiene grandes simpatías: Justin Amash (Mich.), Dusty Johnson (S.D.), Thomas Massie (Ky.), F. James Sensenbrenner Jr. (Wis.), Jamie Herrera Beutler (Wash.), Brian Fitzpatrick (Pa.), Mike Gallagher (Wis.), Will Hurd (Tex.), Elise Stefanik (N.Y.), Francis Rooney (Fla.), Greg Walden (Ore.), Fred Upton (Mich.) y Cathy McMorris Rodgers (Wash.); sin embargo, este es un triunfo parcial que tiene un largo camino por recorrer.

Durante la sesión de ayer en la Cámara baja se discutió más si el presidente tiene autoridad para declarar una emergencia nacional por lo que llama crisis de seguridad en la frontera sur, dejando de lado el planteamiento de si esa crisis existe o no. 

Los republicanos apelaron a la medida similar que llevó a cabo el presidente Obama, que fue cuestionada por los mismos que ahora apoyan a Trump. Todo parece indicar que el veto, tal y como se ha venido diciendo, no pasará el Senado.

De esta manera, la declaración sigue en firme; pero, aún si logra salir avante todavía tiene muchos escollos que sortear, como la la tarea de convencer a las fuerzas militares de aceptar un recorte en los programas de vivienda para soldados y en los fondos para mejorar las instalaciones militares. Como es lógico, los jefes militares no han hecho declaraciones sobre los recortes presupuestarios; pero, no sería difícil que otras instancias relacionadas lleven el caso hasta las cortes judiciales.

Como se asentó en este espacio desde el momento mismo en que el presidente emitió la declaratoria, la batalla más larga y complicada va a ser el desalojo de los propietarios de las tierras donde se pretende construir el muro, un proceso que tardará más allá del periodo presidencial y que puede morir de aburrición como los pavorreales de Agustín Lara si el presidente no logra quedarse un periodo más en la Casa Blanca, circunstancias que va teniendo cada día más visos.

Trump había asegurado durante mucho tiempo que México pagaría por la barda.  Ahora que la Cámara baja ha pasado la resolución de desaprobar su declaratoria, el Senado tendrá un máximo de 18 días para tomar una decisión al respecto. 

La ley nacional de emergencias establece una línea de tiempo precisa y también especifica que la aprobación en el Senado requiere sólo una mayoría simple, no la mayoría calificada. Indudablemente, eso da ventaja a la iniciativa del presidente.

Ya no tendrá que contar con la mayoría de los senadores republicanos, algunos de ellos ya han manifestado que votarán en contra, como  Susan Collins (Maine), Lisa Murkowski (Alaska) y Thom Tillis (N.C.). Otros miembros del Senado, como Rand Paul (R-KY.), han cuestionado el ejercicio del poder por encima de la Constitución y señalan que: "No creo que es una buena manera de hacer gobierno con declaratorias de emergencia". Otros no lo dicen; sin embargo, no se sienten bien.

El líder de la mayoría Senado, Mitch McConnell (R-KY.) fue más claro y preciso cuando aseguró que: "Algunos  senadores republicanos están de acuerdo que hay una crisis en la frontera sur, pero que hay diferentes puntos de vista sobre cómo abordarla, y todo eso se tratará públicamente en el pleno antes de que tengamos la votación". Lo señaló luego de la reunión del vicepresidente Mike Pence con los senadores, durante la cual  se centró en tratar de explicar el fundamento de la declaración de emergencia y en intentar apaciguar la preocupación entre los republicanos que la reprogramación de fondos podría afectar sus instalaciones militares locales y en el exterior.

El resultado de la sesión de ayer en la Casa de Representantes, es apenas el comienzo de un largo proceso que mucho habrá de influir en las elecciones del año próximo. No hubo sorpresa alguna.