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México, líder en impunidad

En su última publicación denominada Informe Exportación de la Corrupción 2018, Transparencia Internacional identificó a México entre el grupo de países con niveles mínimos o nulos de cumplimiento de sus compromisos para reducir la corrupción, de entre 44 países que fueron observados. Poco importaría si se tratara sólo de la mala fama; pero, ese desinterés por erradicar la corrupción se troca en falta de confianza.

Y, sin confianza, no hay inversión con todas las consecuencias que ello conlleva. Bueno es que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador haya dicho ayer que: “Se acaba la corrupción en los programas sociales. En este programa no se permitirá la corrupción. Se acabó la simulación de programas, las facturas falsas. Va a haber una etapa nueva”. Pero, que malo que también diga que: “No vamos a perseguir a nadie”.

México, líder en impunidad

Los casos tan sonados de Odebrecht, la Estafa Maestra, el saqueo de Pemex, quedarán en la más absoluta impunidad. El de Odebrecht, el gigante de la construcción brasileña cuyos niveles de corrupción desataron un escándalo que cimbró a las élites políticas y empresariales en varios continentes y considerada la pesquisa de mayor importancia en la historia de la corrupción de Latinoamérica, ha tenido dramáticas consecuencias en muchos países; sólo en México todo lo relacionado con los sobornos está bajo llave.

Santiago Nieto, fiscal especial para la Atención de Delitos Electorales, en entrevista con The Wall Street Journal delató un pacto de impunidad para proteger a Emilio Lozoya. El funcionario señaló que antes de ser defenestrado solicitó información bancaria a las Islas Caimán y documentos a autoridades brasileñas que implicaban a Lozoya; pero, todo quedó en el limbo. La semana pasada, Nieto fue nombrado jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Igual sucede con la Estafa Maestra, el colosal desvío de recursos que hicieron once dependencias, tan variadas como la Secretaría de Desarrollo Social o Petróleos Mexicanos, y contó con ocho cómplices: universidades públicas que cumplieron el papel de intermediarias y se quedaron con una comisión de mil millones de pesos por jugar este rol. Las dependencias involucradas son: Sedesol, durante la gestión de Rosario Robles Berlanga; Banobras, que tenía a Alfredo del Mazo Maza al frente; la SEP en la época de Emilio Chuayffet;  y el FOVISSSTE, con José Reyes Baeza Terrazas.

La investigación realizada por Animal Político y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad se concentró en 73 convenios incluidos en las Cuentas Públicas de 2013 y 2014 de 11 dependencias públicas y en ver si las 186 empresas contratadas existen, estaban legalmente constituidas o si cumplían con los mínimos requerimientos para dar los servicios contratados. La respuesta anticipada fue: “No te preocupes Rosario”.

En su documento, Transparencia Internacional emite varias recomendaciones al gobierno entrante. Entre ellas está la de enmendar la Constitución para asegurar la absoluta independencia de la Fiscalía General del Poder Ejecutivo, la adopción de mecanismos que aíslen al  Poder Judicial de móviles políticos y mayor compromiso para  resolver casos de corrupción en México y en el extranjero. La sociedad mexicana reclama justicia y que los culpables de actos de corrupción sean sometidos a proceso.

Otro de los casos que han convertido a México en el paraíso de la corrupción y de la impunidad, es el del sempiterno líder de los petroleros, Carlos Romero Deschamps a quien no se le puede tocar ni con un recordatorio ancestral. Ayer mismo, petroleros de todo el país se reunieron en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, para afinar los detalles de su lucha en contra Romero Deschamps, miembro del Partido Revolucionario Institucional y usado con harta frecuencia, junto con Elba Esther Gordillo y Rosario Robles como símbolos de la corrupción en México. Entre los puntos que debatieron los adheridos al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) se encuentra la convocatoria a elecciones seccionales, en las que se aplique voto libre secreto y directo a fin de evitar las presiones que actualmente se ejerce contra los trabajadores y sus familias, para mantener en el poder al repudiado ‘representante’.

También se exigió que Enrique Peña Nieto, presidente de México: “Cese de inmediato el ilegal respaldo al grupo que encabeza Deschamps, tanto desde la estructura de administración de la Empresa Productiva del Estado Pemex como desde la Dirección General de Registro de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo”.

Ojala que el régimen se lave un poco la cara antes de dejar los bártulos.