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Las barbas del vecino

El próximo 17 de octubre, las leyes aprobadas el año pasado, permitirán el consumo lúdico de la marihuana en Canadá y con ello se espera desarrollar una importante industria que abarcará desde los insumos para medicamentos contra el dolor, hasta golosinas de diferentes tipos que se ofrecerán en establecimientos abiertos al público; pero, debidamente controlados por la administración pública y vigilados por la policía.

Existe un cierto optimismo que se perfila como un cambio social, cultural y jurídico, que puede llevar a liberar a la cannabis del estigma que carga desde su prohibición en 1968. Con la nueva ley se afianza la idea de que el mercado negro canadiense de esta droga habrá de desaparecer como una bocanada de humo, entregando el control a los consorcios que habrán de encargarse del cultivo, industrialización y comercialización.

Las barbas del vecino

Fue en julio de 2017, que el entonces ministro Kathleen Wynne afirmó: “Estamos a punto de entrar en un período de transición donde todo está en juego, en toda Canadá. Ahora hay empresas grandes y bien financiadas, que tienen una gran ventaja sobre los productores de menor escala base”. Y la preocupación es que los grandes jugadores se vayan a otros lugares donde se ofrece política más flexibles para la naciente industria.

Dentro de lo que se ha dado en llamar ‘mercado gris’ se han hecho varios exámenes muy cuidadosos para llegar a una reglamentación mediante la cual Canadá podría alcanzar un buen nivel en el comercio artesanal de la cannabis, como antes ocurrió con la cerveza artesanal. Los criterios generales consideran que en este asunto, no es todo condenación y tinieblas. El espíritu de la ley permite licencias de microempresas y, ya hay una vía legal que reconoce la necesidad de haya un mercado gris general.

En este momento se estima que Ontario se está llevando la tajada más grande en el mercado canadiense, cuando que se acerca el 17 de octubre. El resto del país serán considerados rezagados, ante la posibilidad de que se abra un amplio espectro de tiendas de venta directa; pues el mercado en línea para el envío del estimulante por correo basado en web estará disponible aquí hasta el mes de abril del año próximo.

Uno de los más entusiastas promotores de la iniciativa, Chris Enns, señaló que; “El mercado artesanal local no tiene el poder de penetración de los grandes jugadores en Ontario y Columbia Británica. Pero lo que estoy viendo es a los productores locales haciendo todo lo posible para autorregularse; cada vez más personas en el mercado gris se están registrando en el Health Canada, ajustando su empaquetado a las nuevas normas. La gente está trabajando, con el objetivo de cumplir con el régimen jurídico”.

Por si esto fuera poco, se está desarrollando una fuerte industria de productos comestibles derivados de la cannabis. Algunos de ello fueron presentados en el festival de 4/20 en Sunset Beach, en Vancouver. Oficiales de médicos de la salud e inspectores de seguridad de alimentos estuvieron presentes para asegurarse de que fueran cumplidas todas las normas, y que menores de edad no tuvieran acceso a ellos.

Una de las preguntas más frecuentes que se hacen en este momento es ¿Si la policía hace el intento de averiguar quién está detrás de la página web que ofrece y vende, y luego tratar de averiguar dónde está almacenado el producto y dónde está el dinero, no se convierte en un juego del gato y el ratón? Y ¿qué pasa si llega a ser operado por personas que no son oriundas del país? La respuesta a estas preguntas son el desafió.

Dado que la desregulación de la cannabis se extiende a nivel mundial, se están tomando medidas basadas en las experiencias de otras latitudes. Un ejemplo es el del 4C Labs SAS, de Toronto, que está ahora en las etapas finales de aprobación para un proyecto de cultivo al aire libre importantes en Colombia, liderado por un equipo de expertos canadienses de la cannabis. La idea es llevar los avances en la legislación nacional a otros países que ofrecen condiciones favorables para la producción y que pueden beneficiarse con el comercio del estimulante.

Mientras eso ocurre, en México sigue elevándose alarmantemente el número de muertos por las políticas persecutorios que no han dado los resultados esperados y que, en cambio, han llenado de luto y sangre el territorio nacional.

Como que ya va siendo hora de ver en otras direcciones. Dice un viejo y conocido refrán que: “Cuando veas las barbas de tu vecino rasurar, pon las tuyas a remojar”