La resistencia

Qué difícil es aceptar los cambios cuando hay mala voluntad y ganas de no entender. México vive en estos momentos un ajuste que puede salvarlo de la debacle que es anunciada con clarines de turbulencia por todos los confines de la tierra.

Ayer, nada menos, Wall Street entró en un tobogán del que difícilmente saldrá bien librado ese poderoso emporio financiero que durante muchos años marcó el ritmo de la economía mundial. En Europa no es diferente, sus indicadores son bajos.

Aquí, los indicadores macroeconómicos muestran fortaleza, lo mismo que el peso frente al dólar porque las políticas económicas que están en periodo de consolidación permitirán sortear la etapa y, con renovados bríos, acceder al crecimiento sostenido a un ritmo mayor que lo que se ha tenido durante las últimas tres décadas, exceptuando el periodo de Zedillo, cuando el PIB creció al 7 %.

La única condición para avanzar en el desarrollo, es la cooperación de todos los sectores del país.

Un ejemplo de lo que es tener capacidad para entender los tiempos y voluntad para actuar con estricto apego a los cánones de la ética, lo dio el empresario Javier Garza Calderón, quien en su cuenta de twitter escribió: “¡¡¡Ayuden a promover podemos ser más de los 16,700 miembros fundadores los iniciales; estoy seguro tendremos al final del sexenio un mucho mejor México para todos!!! Desgraciadamente ASÍ FUE, vivimos un surrealismo muy perverso que desfiguró valores, revirtió el progreso del País, generó mucha miseria, y  desigualdad que detonaron violencia, migración, y fuga de talento. La 4a.Transformación nos da la última oportunidad. Seamos PROPOSITIVOS”.

Garza Calderón no es un empresario más. Ahora se dedica a llevar tecnología a varias comunidades rurales a través de Prosur ABP; considera que los regímenes encabezado por el PRI y el PAN dejaron al país al borde de la quiebra, tanto económica como moralmente; por ello busca que su nueva asociación rescate el sentido social en el sector de los empresarios, ya que su familia siempre ha tenido claro que su primera obligación es con la sociedad. Es nieto de Isaac Garza Sada y José Calderón Muguerza, y bisnieto de Isaac Garza Sada Sr., creador de Cervecería Cuauhtémoc.

Así como él, otros muchos empresarios nacionalistas y con sentido social están dispuesto a dar la batalla por México en campo abierto, compitiendo con talento, innovación e imaginación para ofrecer bienes y servicio de la mayor calidad a precios razonables, olvidando la estrategia absurda de lucrar desmedidamente con pésima producción, altos precios y salarios miserables para los trabajadores. Ejemplos de éxito y buenos negocios abundan como la propia cervecera y Bancomer.

Un puñado de mercachifles resentidos, que se han hecho de mulas a la mala, están oponiendo férrea resistencia a los cambios con los que se buscan paliar los extremos de insultante opulencia y aberrante indigencia. Su pensamiento es tan cerrado que ni siquiera alcanzan a entender que si no se salvan unos, no se salvan otros. México, con las medidas de austeridad y con la aplicación del estado de derecho, saldrá adelante porque está en la esencia del pueblo mexicano. Otros muchos se quedarán llorando a vera del camino como Boabdil el pequeño, a las puertas de Granada.

Ayer, ya quedó al descubierto la jugada de los gasolineros, que no tiene nada que ver con el abasto del combustible; sino con la resistencia a los cambios. Las estaciones que habían cerrado abrieron sus puertas; pero, vendiendo el litro de gasolina a los precios del interior del país, que son cercanos a los veinte pesos. Ahí no había filas. Caso contrario en las gasolineras que han aceptado las nuevas medidas fiscales y que han bajado el precio de los combustibles para homologarlos a los del lado americano, con una reducción adicional del precio por el ajuste en la aplicación de los impuestos. Unos, tardarán en regularizar el abasto, otros saldrán del mercado.

Lo que le hicieron a Fox no lo podrán hacer con la nueva administración que está buscando cambiar el rumbo del país para librarlo de los efectos de la crisis que está madurando en casi todo el planeta, luego de la borrachera que hizo inmensamente ricos a los ricos y miserables a los pobres.

La justicia social fue la piedra angular del notable desarrollo del país en la mayor parte del siglo XX; lo volverá a ser en este régimen, en que las manzanas podridas se separarán de la fruta buena para dar excelentes resultados.