El IVA en la frontera

Hoy estará en Reynosa el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien está dando cumplimiento de su promesa de hacer una presidencia itinerante para ir a los lugares donde su presencia se requiera a fin de echar a andar los planes y programas de la Cuarta Transformación de la República, que está pasando de los dichos a los hechos a un ritmo de tambor batiente, como demandan las actuales circunstancias del país, luego de la noche oscura del neoliberalismo.

Se espera que con su lenguaje franco y directo aclare todas las dudas que existen en cuanto a la implementación del régimen de Zona Libre a todo lo largo de la frontera de México con los Estados Unidos, para lo cual se reunirá con empresarios, representantes sociales y autoridades locales y municipales, en un encuentro que se espera fructífero.

Así, se inicia el despegue de la recuperación económica de la zona fronteriza que tan castigada fue por los regímenes anteriores.

El presidente López Obrador no es afecto a mirar hacia atrás; pero, no puede soslayarse el hecho de que ya existió en el pasado un exitoso régimen fiscal especial en los municipios limítrofes con el vecino del norte, mismo que fue perdiéndose poco a poco, a ciencia en paciencia de los disque representantes populares que no hicieron nada cuando Salinas concentró todas las actividades del comercio exterior, o cuando Francisco Gil Díaz canceló los tratamientos especiales para dar el gran golpe que fue la creación de los fideicomisos que privatizaron las actividades aduaneras del país.

No fue posible investigar en su tiempo las trapacerías de Gil Díaz, subsecretario de Hacienda con Salinas y luego titular de la dependencia en los gobiernos panistas; pero, ¿Cómo olvidar que a través de las empresas Integradoras de Servicios Operativos, S. A., mejor conocidas como Isosa, que darían servicios a la Secretaría de Hacienda, sobre todo al SAT, cobró sumas enormes por servicios que jamás fueron prestados y que al facturarse no cumplían con la normatividad legal?

A pesar de los esfuerzos de la Auditoria Superior de la Federación, ninguno de los gobiernos al servicio de la mafia del poder permitió conocer a fondo las transas de Gil Díaz y asociados, quienes actualmente se hacen pasar como personas decentes ocupando cátedras en importantes centros de estudios de México y los Estados Unidos. Ahora, ya es tarde y aunque no estén en prisión, jamás podrán quitarse el traje de saqueadores de la nación, a la que, justamente, debían servir.

La historia del Impuesto al Valor Agregado es interesante, por cuanto refleja el carácter de cada uno de los regímenes que han gobernado el país durante las últimas cuatro décadas. Fue creado en 1980, bajo la presidencia de José López Portillo con una tasa general del 10 por ciento, con excepción de los alimentos; ya en el gobierno de Miguel de la Madrid, se elevó del 10 al 15 por ciento con el 6 % aplicable en las zonas fronterizas, así se sostuvo de 1983 a 1988; con Carlos Salinas, del 88 al 91, se mantiene, con la aplicación del 20 % para gravar artículos de lujo; del 91 al 95, baja al 10 % generalizado. Vuelve a subir en el 95 al 15 % y se mantiene así hasta el 2009, con una tasa del 10 % para los municipios fronterizos; en el 2010, el IVA sube del 15 al 16 por ciento en el territorio y del 10 al 11 en la frontera.

Quizá el golpe más severo a la economía fronteriza fue la decisión del gobierno anterior de elevar el IVA en la frontera del 11 al 16 por ciento, con mucha resistencia de los partidos de oposición; pero, con el aval de la Suprema Corte de Justicia, la cual, por voz de la magistrada Margarita Luna Ramos, salió a escena para decir, con voz aguda que:  “El proyecto lo que dice es que en las dos tesis que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación emite cuando analiza si hay o no un problema de equidad en tasas diferenciadas, en ninguna de las dos lleva a cabo un análisis de los sujetos obligados ni de los actos que esto implica, que lo que hace es un análisis de política económica para poder determinar en ese caso de desigualdad, que existió por razones específicas de emergencia económica, en un momento determinado, se justificaba la tasa diferenciada en estas dos regiones (?)”. No; pues, sí.

Curiosamente, algunas de las voces opositoras al alza del IVA en la frontera fue la del coordinador de la bancada del Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados, José Isabel Trejo Reyes, quien promovió el recurso de inconstitucionalidad contra la homologación del Impuesto al Valor Agregado en la frontera, y lamentó el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, señalando, junto con el vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcelo de Jesús Torres Cofiño, que: “Las autoridades federales deben escuchar las inquietudes de la población y de los diferentes sectores de la economía y esperamos que haya sensibilidad y se modifique esta legislación”.

Además, señalaron que seguirán en la defensa de miles de mexicanos que, en su calidad de consumidores en la frontera, le tributan al fisco el aumento al IVA, sin reconocer que sus condiciones económicas son diferentes a las del resto del país.

Hoy, el presidente López Obrador les dará respuesta justa y certera con la creación de la Zona Libre más grande del mundo, cumpliendo la promesa hecha a los habitantes de esta región donde la patria comienza.