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La pandemia es la respuesta de la Tierra

Sus apreciaciones coinciden con científicos, líderes sociales, religiosos y políticos de ideas avanzadas

Con datos precisos y citando como un ejemplo de la sordera del ser humano, especialmente los que han resultado beneficiados con la explotación inicua del trabajador y de los recursos del planeta, el teólogo, filósofo y antropólogo Leonardo Boff, expresó ayer, en conferencia de prensa que: “La pandemia es un contraataque de la madre Tierra contra un tipo de humanidad que la sigue amenazando, destruyendo”. Sus apreciaciones coinciden con científicos, líderes sociales, religiosos y políticos de ideas avanzadas.

Boff es considerado uno de los mayores renovadores de la teología de la liberación latinoamericana, cuyo referente principal es la figura de Jesucristo como defensor de los pobres. Su doctrina quedó expuesta principalmente en obras como Pasión de Cristo, pasión del mundo, Las comunidades de base reinventan la Iglesia o La vida religiosa en el proceso de liberación. Volvió a replantear sus tesis con la publicación de Y la Iglesia se hizo pueblo. Adalid de la Teología de la Liberación, a la vuelta del nuevo siglo, se ha convertido en el máximo representante de la llamada Teología de la Ecología.

La pandemia es la respuesta de la Tierra

La Teología de la Ecología es una parte de la teología de la creación que vincula la visión acerca del Dios revelado y su obra en el mundo sobre este particular entramado de relaciones entre los seres del planeta Tierra. ¿Qué significa para la revelación bíblica la crisis medioambiental en la que estamos inmersos? Esta dimensión de la actividad teológica procura aproximarse con sensibilidad ecológica a su texto fundante, la Biblia, considerada como el testimonio clave de la palabra de Dios dirigida a la humanidad por parte de judíos y cristianos. Pero, además, puesto que la literatura bíblica es también un bien común de la literatura universal para todos los pueblos; se la puede leer como fuente de sabiduría. 

Boff encuadra sus apreciaciones en un contexto político adverso: “Hay una tendencia en ciertas partes del mundo que es el ascenso de la derecha. Empieza por Estados Unidos, sigue por Filipinas, Hungría, y también en América Latina, particularmente en Brasil en donde tenemos un presidente sumamente autoritario, que en todo momento amenaza con golpes de estado, no aprecia las leyes ni la democracia, y utiliza un lenguaje de brutalidad, de odio, de difamación. La crisis por la que atravesamos es política, social, económica; no hay valores, se predica la mentira y el odio. Internet y las redes sociales están repletas de violencia, de ataques ofensivos. Este es el lenguaje que genera desde el Estado autocrático”.

Luego, poco a poco va explicando cómo se ha puesto el foco en la medicina, la técnica, los insumos, la búsqueda frenética de una vacuna; pero sin darle un contexto general a la aparición del virus. El Covid-19 cayó como un rayo, sobre el capitalismo neoliberal. Asegura que todos los puntales que tenía como la especulación financiera, los niveles extremos de concentración de la riqueza, la competencia, el individualismo, el consumismo, el lucro, el Estado mínimo, la privatización de los espacios comunes, han sido inútiles.

El teólogo brasileño coincide con el Papa Francisco en su apreciación de que nunca se ha maltratado y dañado la casa común como los últimos años. Entonces, la tierra reacciona: el zika, el ébola, el chikungunya. La diferencia es que ahora el planeta entero está afectado. Es una señal. En un momento dado hace la predicción de que: “O la humanidad reacciona o vendrán más virus letales, en una suerte de guerra que no tenemos chance de ganar. Ella nos puede destruir y seguir adelante sin seres humanos”.

No podía dejar de señalar el desastre provocado en la Amazonía. Dice que sí, hay que tener un cuidado especial con el Amazonas, un enorme espacio compartido por 9 países; pero el 60% está en Brasil. Científicos y pensadores alertan que los climas de la tierra van a depender de cómo tratemos ese bosque húmedo, ya que equilibra al resto. Tiene la mayor biodiversidad y es la reserva de agua más grande del mundo: un bien escaso, natural, vital, insustituible, con el cual se hacen grandes negocios. “Bolsonaro, incluso, ha acordado con Trump que algunas empresas estadounidenses exploten la parte amazónica, invadiendo reservas de pueblos originarios, en función de explotar la minería, la extracción de madera, de oro y de otros metales raros”, aseguró este clérigo rebelde, autor de América latina: de la conquista a la nueva evangelización.

Para finalizar, predijo que: “Escucho a muchas personas con quienes trabajo decir: ‘yo puedo soportar el hambre, pero no puedo tolerar que mis hijos pasen hambre. Cuando mis hijos no pueden dormir por hambre, tenemos que revelarnos para salvar nuestras vidas’. Entonces creo que Bolsonaro o será destituido, o recibirá un Impeachment, o va a renunciar; lo mejor sería que renunciara porque no tiene ninguna capacidad para gobernar a más de 200 millones de habitantes”.