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Hacer la tarea

Los principales medios de comunicación sacaron ayer como la nota más importante las marchas, manifestación y protestas en contra del presidente López Obrador, disque porque en cinco meses no ha resuelto nada y no se ve cambio alguno. Hay personas que por mala información o mala leche no quieren ver lo que está ocurriendo y los notables logros que en poco tiempo ha tenido la actual administración. Precisamente, los interese creados son los inconformes y los protestantes.

Enumerar, una vez más los avances ya resultaría chocante. Lo interesante es ver a quién le duele y qué está dispuesto a hacer. La Gordillo está haciendo rounds de sombra para ver por qué lado y hasta dónde puede llegar. 

Hacer la tarea

Va tanteándole el agua a los camotes, no se le vaya a aparecer otra vez el chamuco, pues ya entendió que su poder es prestado y que su papel ha sido siempre el de un pastor de rebaño para llevar las huestes perniciosas por donde conviene a los intereses del amo.

Los otros no saben todavía hasta qué punto pueden jugar las contras y ahí se van como pastoreando un gallo, lo mismo con declaraciones de doble sentido, como las del sector patronal, que con manifestaciones en las que utilizan carne de cañón. Son los enemigos de la dura jornada contra de la corrupción, la simulación y el enriquecimiento tan escandaloso como ilícito e inmoral a base es negar a otros el derecho a una vida digna con la justa distribución de los bienes creados.

El burócrata que llegó a los puestos de la administración pública como parte de las cuotas de poder o como pago por servicios prestados de muy diversas maneras, y que han hecho de cada cargo una minita de oro que les permite dejar los sueldos para los chicles o los caprichos de la niña, ¡claro que están inconformes y reniegan! 

Ahora tienen que trabajar, cumplir religiosamente sus horarios y ganar un salario digno, pero sin entradas adicionales con cargo a los causantes.

La Reforma Laboral traerá enormes beneficios para los trabajadores que, ahora sí gozarán de una auténticas protección de sus legítimos derechos por parte del Estado; pero, también ganarán los patrones, que podrán exigir mayores niveles de productividad, para poder ganar todos, dejando de lado el infamante axioma de "haces como que me pagas y hago como que trabajo". Ya, no más. 

La reforma que es parte de la Cuarta Transformación busca revivir el ambiente obrero-patronal que creó Adolfo López Mateos, quien llegó a las Presidencia desde la Secretaría de Trabajo y que supo conciliar a las partes de tal suerte que es la época en que se pagaron los mejores salarios y se dio tan notable impulso al desarrollo nacional que muchas de las empresas mexicanas fueron punteras en su ramo, como Bancomer, el más grande empleador de América Latina como los mejores salarios y prestaciones. Los empleados bancarios de Estados Unidos envidiaban a los mexicanos.

Su dueño, don Manuel Espinosa Yglesias fue considerado como el empresario más notable de la región y fue reconocido por universidades americanas y europeas. Además dedicó una buena parte de su fortuna para la filantropía que han continuado sus herederos, a diferencia de los empresarios de hoy, que no dan agua ni al gallo de la Pasión, ni comen plátano para no tirar la cáscara. Cuando hay un justo equilibrio entre capital y trabajo, todo el monte es de orégano.

Por eso les duele a los integrantes de la mafia del poder, que ya no podrán seguir hinchando sus arcas con el hambre de los asalariados; por ello los chambones y simuladores se desgarran las vestiduras; por ello los que tendrán que ganarse la gorda con el sudor de la frente, están inconformes y protestan. Pero, por fortuna son más, mucho más, los mexicanos que esperan el cambio para recuperar la esencia de la nación mexicana, que es de justicia, solidaridad y paz.

Nadie puede negar que durante los últimos 30 años, México ha tenido los más bajos niveles de desarrollo, con falta de trabajo, precariedad, informalidad, incorporación de niños en el mercado laboral, dificultad de obtener salarios que alcancen para cubrir los gastos cotidianos, lo que requieren atención especial para modificar las condiciones de vida de quienes se ganan la gorda con el sudor del lomo. Esa es la tarea, eso es lo que se está haciendo y eso es lo que les duele.