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Férrea resistencia

Cuando el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, por ende, del Consejo de la Judicatura Federal, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, tuiteó: "Hubo un ataque a las páginas de @SCJN y @CJF_Mx el servicio ha sido restablecido. Resistencias al cambio", puso el dedo en la llaga de la realidad que está viviendo México en que está enfrentada la voluntad de cambio para retornar al imperio de la ley y la férrea resistencia por parte de los poderes fácticos.

30 años son muchos y más cuando se fue cumpliendo con matemática precisión el vaticinio de Ángel Gurria, de que la era de Salinas habría de durar 25 años, contados a partir de noviembre de 1993, cuando en la cena de los 30 de a 25, fueron entregadas a magnates las boyantes empresas del Estado mexicano, construidas durante más de medio siglo de gobierno revolucionarios que ejercieron el poder al amparo de los postulados de la Constitución del 17, en pos de justicia social.

Férrea resistencia

Durante treinta años se fueron tejiendo los gruesos entramados de componendas y corrupción entre el poder político y el poder económico que ha permitido a la plutocracia ingresos anuales tan fantásticos como inexplicables a la luz de los rendimientos de la economía. Por citar sólo una fuente: "El ingreso de los 10 mexicanos más ricos es equivalente al de 60 millones de mexicanos pobres" según Enrique Graue, rector de la UNAM, en el informe La ineficacia de la desigualdad.

Además, declaró Graue: "El documento refleja la lacerante inequidad, que es como un monstruo que se alimenta a sí mismo, y si no la combatimos, nos destruirá por su propia ineficiencia". Vale decir que no se trata sólo de dinero, ni de los 67 mil millones de dólares que posee uno de los ricachones que aprovecha cualquier descuido o transa para hacerse de más dinero; se trata de los efectos que produce la falta de acceso a salud, educación, ingresos legales-éticos y por la terrible discriminación de género o condición étnico-racial en uno de los países más desiguales del mundo.

Se jaquearon los portales de la SCJN y del CJF no para hacer una inocente travesura o perjudicar el desempeño de quienes ahí cobran cantidades inexplicables en un país de miserables. La razón de peso para esa intervención era que se obstaculizara la información de que dos magistrados de Circuito habían sido retirados de su cargo por su notoria ineptitud para el desempeño del cargo que resulta innegable; pero que, además era aderezada con ostensibles prácticas de corrupción.

Textualmente se dice en el portal del Consejo que: "Ciudad de México, a 13 de febrero de 2019.

Comunicado No. 02. Procedimiento Disciplinario de Oficio 32/3017. Magistrados del Tribunal Colegiado del Trigésimo Primer Circuito, con residencia en el estado de Campeche DESTITUYE CJF A DOS MAGISTRADOS FEDERALES POR ACTOS DE CORRUPCIÓN.- En la sesión del 13 de febrero de 2019, el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal determinó destituir a dos Magistrados Federales de Circuito en el estado de Campeche por notoria ineptitud y faltar a su declaración patrimonial y desempeñar su cargo obteniendo beneficios adicionales. Además de la destitución, a ambos Magistrados les fueron impuestas sanciones económicas. Lo primordial para el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal y su Presidente, el Ministro Arturo Zaldívar, es implementar una cultura de integridad judicial. La política de este órgano colegiado es una: cero tolerancia a actos de corrupción. Con lo anterior se reafirma el compromiso y la voluntad institucional del Poder Judicial de la Federación de combatir con rigor conductas deshonestas, fraudulentas o ausentes de ética. Cabe destacar que las áreas internas del Consejo de la Judicatura Federal actuaron con absoluto profesionalismo en las investigaciones administrativas, siempre en apego al debido proceso, la presunción de inocencia y conforme a la Constitución".

Desde el primer día de la presenta administración se dijo que la lucha sería larga y dura; que las resistencias económicas, políticas y sociales, fortalecidas a lo largo de tres décadas de actuar en contubernio para beneficiar a una élite insaciable a costa de la miseria de las masas depauperadas, cuyos derechos constitucionales eran del tamaño del miserable salario mínimo, serían vigorosas.