Editoriales > ANÁLISIS

Oiga, don Marco

Como que no le basta el vasto territorio de los Estados Unidos (9.834 millones km²) al senador de raíces cubanas Marco Rubio para desparramar su bilis ultraderechista y ahora hace extensiva su tirria al Anáhuac, criticando la posición de este país como garante de la libre autodeterminación de los pueblos y de la no injerencia en los asuntos de otros estados. 

Hijo de exiliados y miembro distinguido del Tea Party, no tiene el sustento moral necesario para entender la justicia social.

Oiga, don Marco

Ayer, ante la posición de México (que no es sólo del gobierno) con respecto a la asonada que se ha dado en Venezuela, violando las leyes fundamentales de ese país, el senador se atrevió a twittear, diciendo, que: "Tuve la esperanza de que serían capaces de redefinir la relación México-Estados Unidos como una alianza estratégica. No una relación de ayuda de Estados Unidos. Una alianza para afrontar nuestros retos comunes. Pero el apoyo inexplicable del nuevo gobierno a Maduro ha puesto todo eso en duda". Como que se le hace chico el mar para un buche.

Habría que recordar al senador cuál es su función y la ausencia de autoridad para hacer esa mala declaración. Según lo define la Constitución de los Estados Unidos, el Senado está formado por 100 senadores, dos por cada estado, electos por un período de seis años, y su tarea es promulgar leyes de interés nacional, llevando al Congreso las iniciativas de sus entidades; tiene la potestad de encausar a funcionarios del Gobierno y aprobar los nombramientos y los tratados del Presidente".

Como persona puede pensar y decir todo lo que se le antoje y criticar a cuanta persona o entidad que se le ocurra; pero, seguramente que el sitio oficial en la red para tratar asuntos de su papel como senador está acotado por algunas restricciones que tienen que ver con la responsabilidad que conlleva una representación congresional. La libertad de un individuo para externar opiniones, sentimientos y pensamientos, es irrestricta; pero, cuando se habla a nombre de otros, 'ton's', no.

Si únicamente fuera el hecho de que el senador se fue de la boca, no habría problema; aquí, allá y acullá se dan esos casos y no hay más remedio que tolerarlos, que de todo hay en la viña del Señor; pero, cuando se argumenta con mentiras y con propósitos aviesos, la cosa 'cambeya', como diría Piporro. Hay un viejo y conocido refrán que asegura que para tener la lengua larga hay que tener la cola muy corta, que para el caso no tiene aplicación. Este don Marco incurrió en falsedad.

Desmenuzando su mensaje, se llega al meollo. Dice Rubio que tuvo la esperanza de una alianza estratégica, no una relación de ayuda de Estados Unidos a México. Si durante 30 años de alianza estratégica se ha ahondado la asimetría en el desarrollo de ambos países, ¿dónde podría situarse lo que llama ayuda de allá para acá? En todas las manifestaciones culturales de los Estados Unidos se toma a México como el receptor de los desechos vendidos a precio de ultramoderna tecnología.

¿Qué mejor ejemplo que los 'rinos'?, vehículos de guerra con capacidad para transportar a 15 elementos y blindaje capaz de soportar impactos de calibre .50 milímetros, 14 escotillas abatibles laterales y traseras para facilitar a los agentes desplegar sus armas de fuego, que resultaron un fiasco en las guerras del Medio Oriente y que las policías de varios estados de la Unión Americana rechazaron; pero que fueron vendidos a México, donde se encuentran en calidad de chatarra por su falta de funcionalidad y elevados costos de operación y mantenimiento. ¿Eso es una ayuda?

Luego, agrega que: "Una alianza para afrontar nuestros retos comunes"; pero, bien se exime de señalar cuáles son esos retos. ¿Derrocar a un gobierno constituido y respaldado por su pueblo? ¿Aceptar todas las mentiras que se han dicho al respecto, incluso por el propio Marco Rubio, que ha exhibido fotografías antiguas como prueba de la situación en Venezuela? ¿Seguir el juego a los gobiernos ultraderechistas de Brasil, Colombia, Argentina, Chile y Perú, que van por la Amazonia?

En el sitio oficial del senador fueron publicadas tres fotografías relacionadas con lo que llama ayuda humanitaria a los venezolanos. Pero, viene a resultar que las tres son falsas de toda falsedad. En una se dice que llega la ayuda humanitaria a Venezuela; pero, se trata de una foto que fue tomada en Haití, luego de los estragos que provocó Matthew en el 2016; luego presenta otra que dice que es la caravana de ayuda humanitaria de Cucuta a Venezuela; pero, en la realidad es una foto de Siria de un convoy que fue atacado por fuerzas rebeldes. Pero, la última no tiene desperdicio alguno. 

Muestra el puente de Las Tienditas bloqueado por vehículos pesados y dice que así se está impidiendo la llegada de la ayuda mientras un pueblo padece hambre. Sólo que ese puente, que une a Venezuela con Colombia, no se ha usado nunca. ¡Nunca!

Don Marco, mejor ocúpese de lo suyo y deje en paz a México.