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El arte y el ingenio universal

Como aquellas escenas en las que dos multitudes belicosas aseguran ser el pueblo y pelear por los derechos del pueblo y, luego de una tremenda pelea, va un grupo de extraños y pregunta: ¿qué había aquí? a lo que le contesta uno de los guías: un pueblo

A fin de cuentas, el ser humano recibe el maravilloso regalo de la vida junto con un propósito. La gran tarea de descubrirlo y cumplirlo, puede ser milagrosamente fácil y sencilla; lo difícil es aceptarlo e ir, paso a paso acatando las cosas buenas, las difíciles, las amargas y las dolorosas que llevan a realizar la gran tarea encomendada. Así el caso de Joaquín Salvador Lavado Tejón, alias Quino, autor de la tira cómica Mafalda, merecedora del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014.

Quino, fallecido ayer en su natal Mendoza (la tierra del Che), a los 88 años de edad; pero su obra, de proyección universal perdurará por mucho tiempos más mientras por el planeta soplen los vientos de la rebeldía expresados con arte, ingenio y elegancia. Como aquellas escenas en las que dos multitudes belicosas aseguran ser el pueblo y pelear por los derechos del pueblo y, luego de una tremenda pelea, va un grupo de extraños y pregunta: ¿qué había aquí? a lo que le contesta uno de los guías: un pueblo.

El arte y el ingenio universal

Otra viñeta de gran actualidad es aquella en la que está un grupo de médicos y enfermeras inclinados sobre el quirófano tratando de salvar la vida de un paciente y de la pared pende un cartel que dice: “Aquí trabajamos para que luego la gente dé gracias a Dios”. También pertinente e ingenioso es el cartón en el que, en medio de una terrible tormenta un grupo de ocho magnates que comen galletitas con caviar mientras beben champán en copas altas, preguntan asombrados al infeliz remero que se afana por mantener a flote la barca: “¿Como que no rema más? ¡Me extraña Fernández! ¿Estamos o no estamos todos en la misma barca?

El talento y el ingenio de Quino fue de tal magnitud que en breve tiempo sus viñetas e historietas fueron traducidas a 29 idiomas, con el mismo éxito. Se le reconoció universalmente por sus dibujos, sus personajes, sus diálogos y por su enorme sentido común rayano en la filosofía más profunda y liberal. Como en el caso de Rius en México, su producción fue corta por asuntos editoriales. Su tira cómica apareció de 1964 a 1973; pero, por fortuna entró en la impresión de folletos con igual talento.

Habrá quien lo llame curiosidad, otros pueden darle una interpretación distinta; pero, Quino murió 50 años después de la aparición de Mafalda. Resulta que el 29 de septiembre de 1964, emerge Mafalda por primera vez en la revista Primera Plana. El simpático personaje, originalmente creado para la publicidad nunca lanzada de una marca local de electrodomésticos, al final resultó un enorme éxito y aún hoy sigue siendo la historieta latinoamericana más vendida del mundo. A partir de 1965, Mafalda fue publicada en el periódico El Mundo y después en la revista Siete Días Ilustrados, hasta el 25 de junio de 1973.

Por ser figura obligada de los compendios de la caricatura universal, en 1969, aparece en Italia el primer libro que recopila sus tiras, con el título “Mafalda, la contestataria” y con un prólogo escrito por Umberto Eco. En 1970, en España, se lanza el primer libro de Mafalda y la censura del gobierno franquista obliga a los editores a ponerle una franja en la tapa que dice ‘para adultos’. En 1972, en Finlandia se publican 3 libros de Mafalda. En 1973 aparecen los primeros libros de Mafalda en Francia y en Alemania. En 1977, en México se inicia la edición de libros de Mafalda. En 1978 se publican los libros de Mafalda en Grecia. En 1979, se edita, en Francia, el primer libro de Mafalda a color.

En 1981, en Holanda, se publican dos libros de Mafalda. También en el año 1981 comienza a publicarse en Barcelona (España), en catalán. En 1982, en Brasil, publican sólo tres libros de Mafalda.

El pasado 17 de julio, el emblemático dibujante celebró sus 88 años junto a su familia, en Mendoza, un día en que el Ministerio de Cultura del país lo definió en sus redes sociales como ‘creador de una parte de la cultura argentina y recordó que Mafalda ha acompañado con humor y aprendizaje a lo largo de muchos años a millones seguidores de sus historias y reflexiones. Mafalda, la pequeña contestataria y luchadora social cuya imagen y atemporales e irónicos mensajes en pro de un mundo mejor han dado la vuelta al mundo, se convirtió en su obra más conocida, aunque creó multitud de otros personajes más.

Quizá sea oportuno destacar que Mafalda, la niña rebelde y contestataria fue demoledora en sus críticas al sistema político y a la sociedad, incluyendo a los padres irresponsables, necios y opresores; pero, jamás fue grosera, violenta o insolente. Cómo no recordar su cartel simbólico: “Aquí no se rinde nadie”.