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Educación de calidad

A diez días de iniciar el nuevo gobierno de México, una de las tareas claves que tendrá es el rescate de la educación. Muy poco se logrará sin mover de su sitio al ‘elefante reumático metido en un pantano’ que dijo don Jesús Reyes Heroles, gran político que fue secretario de Educación. En sus discursos el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha demostrado entender el problema  y tener interés por arreglarlo.

Además de buenas intenciones y suficiente voluntad para enderezar este colosal entuerto, bueno sería que las nuevas autoridades echaran un vistazo a lo que se está haciendo en otras partes. Así como la educación del México revolucionario fue ejemplo en el mundo, ahora hay que voltear para encontrar rumbos y tendencias que permitan recuperar a la escuela formadora de conciencia en las nuevas generaciones.

Educación de calidad

En España, el primer decreto del flamante gobierno de Pedro Sánchez fue para hacer obligatoria la educación inicial de los niños de 0 a 3 años, solicitando a la legislatura las leyes necesarias para la formación de docentes y personal auxiliar; la preparación de los espacios educativos; la obligación de los padres para poyar en las tareas y una adecuada remuneración al personal que se encargue de la formación de los párvulos.

Además, en el mes de septiembre presentó la iniciativa que da marcha atrás a toda la legislación propuesta por Mariano Rajoy y aprobada por el rey, para acotar los fondos dedicados a la educación. El compromiso del gobierno español es dar todo el apoyo necesario a la formación de las nuevas generaciones, para tener ciudadanos plenos y capaces de cubrir sus propias necesidades al mismo tiempo que aportan a la nación.

En Francia, el ministro de la Educación, Jean-Michel Blanquer, ha señalado que la escuela francesa, fábrica de ciudadanos, motor del desarrollo y pilar histórico de la identidad de la Francia republicana, vuelve a lo básico: Leer, escribir, contar, respetar.

Agregó que estos son los fundamentos en los que deben centrarse, luego de promover la prohibición de los teléfonos móviles en los planteles, por más inteligentes que sean.

En México, durante el Octavo Foro Internacional de Diálogo sobre Políticas Educativas, realizado en la Ciudad de México, por el Equipo Internacional de Trabajo sobre Docentes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, se emitió la Declaración de México: Docentes por la Educación 2030, en el 2016, que recomienda, entre otros aspectos, que: “Sobre la Formación Docente: reafirmamos que la formación docente inicial y continua, el apoyo y desarrollo profesional continuo, los marcos de calificaciones, los mecanismos de aprendizaje relevante y el aprovechamiento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y la educación a distancia, son vitales para cerrar las brechas en la provisión y calidad de los docentes, y para lograr la Meta Docente del Objetivo 4 integrado a los Objetivos del Desarrollo Sostenible”.

Quizá la idea más avanzada en cuanto a la educación, es que ésta sea progresiva y práctica, encargando de la formación de hábitos y actitudes a la educación inicial; los conocimientos y aptitudes a la básica y las habilidades y destrezas al resto, desde luego, sin hacer un corte riguroso de los objetivos, que deben conjugarse para una formación integral. Formación integral que esta contenida en el Art. 3º constitucional

Con la implementación de los programas de educación utilitaria por competencias y para dar un mayor rendimiento en el sector productivo, se dio al traste con la formación humanista en la que el centro de todo el sistema es la persona humana y sus pleno desarrollo.

Tiempo es de dar archa atrás y situar a los educandos en la realidad que vive el país, que no es la que refleja la televisión comercial o las fantasías cinematográficas; sino que tiene que ver con la leche y el pan, el trabajo y la responsabilidad.