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Disyuntiva simple

Muy afortunadas son las palabras de Alain Badiou en su libro Elogio del amor, en el que responde a las preguntas que le plantea Nicolas Truong. En el Capítulo Quinto, que denomina Amor y Política, luego de dejar asentado que el amor también está en el origen de las crisis existenciales

violentas, dice que: "A mi juicio, la política es un procedimiento de verdad, pero que se refiere a lo colectivo. Es decir, que la acción política hace verdad de aquello que lo colectivo es capaz". A ver.

Disyuntiva simple

Lo explica: "Por ejemplo, ¿es capaz de igualdad? ¿es capaz de integrar lo que le es heterogéneo? ¿de pensar que no hay más que un solo mundo? Y cosas por el estilo. La esencia de la política está contenida en la cuestión: ¿de qué son capaces los individuos cuando se unen, se organizan, piensan y deciden? En el amor se trata de saber si son capaces, de a dos, de asumir la diferencia y hacerla creadora. En la política se trata de saber si son capaces, como número, incluso como multitud, de crear la igualdad". Desde luego, debe entenderse como la igualdad de oportunidades.

En ese sentido, las dos mentadas, la de Porfirio Muñoz Ledo a la actitud de los legisladores que no son capaces de renunciar a su posición política y dogma partidista para crear consensos, es lógica; viene a ser un llamado de atención a los emisarios del pasado que se han eternizado en el poder saltando de una cámara a otra para hacer valer la voluntad de una camarilla de facinerosos que ha llevado al país a una crisis económica severa, mientras los paisanos viven en miseria casi absoluta.

Son los que 'legislaron' para sacar adelante el Pacto por México que hizo posibles las llamadas reformas estructurales que llevaron hasta las últimas consecuencias la entrega del país a los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales, entre las que se encuentra muchas de las empresas nacionales 'vendidas' por Salinas a los magnates que ahora están entre los más ricos. Son los mismos que ha legalizado el saqueo y han permitido la irracional precarización del trabajo.

Una mentada de madre es un costo demasiado bajo para quienes protegieron a los depredadores y, a cambio de migajas, dejaron que robaran a manos llenas. Algunos de los pillos mayores ya están en la cárcel; otros son perseguidos por los órganos de la justicia que ahora sí están operando para acceder al estado de Derecho. Ellos, protegidos por el fuero legislativo, dado precisamente como garantía de impunidad, siguen con sus prácticas amañadas para dar contras a la justicia.

Jauría legislativas profesionales que descubrió Alberti cuando escribe: "Es más,/ estáis de acuerdo con los asesinos,/ con los jueces,/ con los legajos turbios de los ministerios [...]. Estáis,/ estáis todos de acuerdo,/ aunque a veces algunos de vosotros pretendáis ignorarlo. [...]. Estáis,/ estáis todos de acuerdo./ No pretendáis negarlo. Es inútil./ Hay que huir,/ que desprenderse de ese tronco podrido,/ de esa raíz comida de gusanos/ y rodar a distancia de vosotros para poder haceros frente [...]. Porque es cierto que estáis,/ que estáis todos de acuerdo con la muerte".  

La otra referencia a las progenitoras, a diferencia de la primera, tiene un sentido ético con el fin de que los hijos ya dejen de hacer sufrir a sus madres y con ellas a la sociedad, que bien a bien es la madre colectiva de todos los que en este país viven y trabajan. Si las conductas antisociales son una expresión del resentimiento que poco a poco se va anidando dentro del corazón y la mente de quienes no ven alternativas viables para salir de la pobreza y cubrir sus necesidades elementales, el llamado a aprovechar las oportunidades para ser útiles así mismo y a los demás, es oportuno.

En el texto de Badiou, se señala que finalmente: "En cualquiera de los casos, se trataba de poner en evidencia no del todo la similitud entre el amor y el compromiso revolucionario, sino una suerte de resonancia secreta, que se produce, al nivel más íntimo de los sujetos, entre la intensidad que la vida adquiere cuando es de parte a parte compromiso bajo el signo de la Idea y la intensidad cualitativamente diferente que le confiere el trabajo de la diferencia en el amor. Es como dos instrumentos de música completamente distintos en su timbre y en su fuerza, pero qué, convocados por un gran músico en el mismo fragmento, convergen misteriosamente". ¡Poético!

Pedir a los hijos (todos, indudablemente, son hijos), que ahorren lágrimas a sus madrecitas es la petición de un hombre bien intencionado que tiene el propósito de recuperar la grandeza del país que fue definido como uno de los más hospitalarios y solidarios del mundo. Ese México que recibió a los esclavos negros, a los chinos, a los hijos del Oriente medio, a los judíos, a los españoles, a los chilenos, en fin, a todos los perseguidos de la tierra, a los que dio cobijo y oportunidad de labrarse un porvenir. 

El México cuya frase proverbial era: "Pásele, señor; esta es su casa".