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Águilas Aztecas

Según los registros de la época, el 13 de mayo de 1942, un torpedo alemán impactó en el casco del buque petrolero mexicano Potrero del Llano

México es un país tradicionalmente pacifista. Así lo ha manifestado en los foros internacionales y se confirmó cuando se pronunció a favor de que la Organización de las Naciones Unidas adoptara la Resolución 37/10 de la Asamblea General con la Declaración de Manila sobre el Arreglo Pacífico de Controversias Internacionales. Lo reiteró el Canciller Ebrard: “Nuestra participación en la ONU se guía por la no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias”.

Sin embargo, el 8 de mayo de 1944, la Fuerza Expedicionaria Mexicana, conocida como el Escuadrón 201, salió de México para participar en la Segunda Guerra Mundial a favor de las Fuerzas Aliadas en contra del Eje Roma-Tokio-Berlín. Dos años antes, el presidente Manuel Avila Camacho les había declarado la guerra por el hundimiento de dos buques petroleros en el Golfo de México, dando tiempo y oportunidad para que los agresores explicaran el ataque a las naves e iniciaran negociaciones al caso.

Águilas Aztecas

Según los registros de la época, el 13 de mayo de 1942, un torpedo alemán impactó en el casco del buque petrolero mexicano Potrero del Llano. La enorme embarcación explotó y se hundió rápidamente, sin permitir a la tripulación, de 13 integrantes, ponerse a salvo. Seis días después, otro proyectil alemán arrasó con otro barco petrolero nacional, el Faja de Oro, cobrando la vida de nueve marinos mexicanos. El 28 de mayo, se declaró la guerra a los países del Eje, acontecimiento único en la historia nacional.

Luego de dos años de entrenamiento en territorio nacional y en campos de los Estados Unidos, la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, Escuadrón 201, de 300 hombres, integrado por elementos al servicio del Ejército, jóvenes recién egresados de colegios militares y 62 civiles que se alistaron como voluntarios y que provenían de la Fábrica de Materiales de Guerra, partió a su destino en el Pacífico.

Cabe señalar que los 30 mejores pilotos fueron incorporados al grupo número 58 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, a cargo del general Douglas MacArthur. El resto fue comisionado para desempeñar labores de tierra en los distintos frentes de batalla en Las Filipinas. Aunque los mexicanos eran pocos en comparación con las fuerzas expedicionarias de El Japón y los combatientes de EU, dejaron huella. Destacaron por su eficacia, audacia e imaginación al enfrentar al enemigo en suelos y aires desconocidos.

Según las bitácoras de guerra, el Escuadrón 201 voló 1,966 horas en misiones de combate, sirviendo en observación, bombardeo, rastreo y ametrallamiento de posiciones japonesas en Filipinas y Formosa. Jugaron un papel decisivo en la liberación de la Isla de Luzón. Con cinco bajas en sus filas en el frente, al final de la Segunda Guerra Mundial, las Águilas Aztecas habían puesto fuera de combate a 30.000 soldados japoneses, destruyendo su infraestructura, armas y convoyes de abastecimientos y refuerzos.

Es de notarse que, por mandato del Senado de la República, se designó al coronel P.A. Antonio Cárdenas Rodríguez como comandante de la FAEM, la cual estaba integrada por un Grupo de Mando y el Escuadrón de Pelea 201 como unidad táctica, al mando del capitán P.A. Radamés Gaxiola Andrade, además de un grupo de reemplazos. Sin embargo, los jefes militares estadounidense no aceptaban la designación de Cárdenas Rodríguez, por poca simpatía hacia su país, a lo que el presidente Ávila Camacho contestó que esa era una decisión soberana de México, de sus fuerzas armadas y su Congreso.

Y, como confirmación, se acordó entre ambos gobiernos que: “La administración sería por personal mexicano, bajo el comando de oficiales mexicanos y sujeto a los reglamentos de México. Todas las aeronaves utilizadas por la FAEM portarían las insignias de las Fuerzas Aéreas Mexicana y Norteamericana, aunque la posición de las mismas quedaría sujeta a la aprobación del comandante del teatro de operaciones. Todo el personal mexicano quedaría sujeto a las leyes militares mexicanas. El gobierno de México enviaría un grupo de reemplazos. Todo tipo de comunicación entre la FAEM y el gobierno de México sería a través del Departamento de Guerra de E.U. El pago de los salarios sería en dólares ayudados por la FAEM.

Como reconocimiento a su desempeño, los integrantes de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, Escuadrón 201, fueron premiados con ascenso al grado inmediato superior y las condecoraciones: Servicio en el Lejano Oriente, Legión de Honor de México, Liberación de la República Filipina con gafete de Recomendación Presidencial, así como las condecoraciones estadounidenses Eficiencia del Ejército, Eficiencia de la Fuerza Aérea, Campaña de América, Campaña Asia-Pacífico y Victoria de la Segunda Guerra Mundial. Los pilotos recibieron, además la Medalla del Aire y el Coronel Cárdenas y el Capitán Gaxiola la Legión al Mérito.