¡Agua, agua!

Cuando el Papa Francisco dijo que: ""Me pregunto si caminamos hacia la Gran Guerra Mundial del Agua". Para luego cavilar y expresar: "¿Qué tan cerca estamos realmente?", puso el dedo en la llaga de un drama que se cierne ominosamente sobre la humanidad y que poderosos intereses tratan de ocultar. Lo dijo durante el Seminario sobre el Derecho Humano al Agua, celebrado los días 23 y 24 de febrero del 2017. Es posible que esos tiempos aciagos hayan llegado en esta fecha.

Para bien de México y de los mexicanos y como dijo el entrañable Pepe Múgica, para beneficio de todos los latinoamericanos, ha llegado al poder el gobierno de la Cuarta Transformación, que, según aseguró el exalcalde de Lima, Perú, Ricardo Belmont, ha tenido la enorme valentía de enfrentar al neoliberalismo y le está ganando con sus propias estrategias . En consonancia, el diputado Feliciano Anguiano Flores, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento, anunció el inicio, el pasado 8 de mayo, de los 18 foros denominados "Rumbo a la Construcción de una nueva Ley de Aguas Nacionales". El de Reynosa será el día 27.

El 27 de mayo se llevará a cabo el foro estatal de Tamaulipas, en un lugar que pronto será anunciado para informar a la comunidad en general y a los especialistas en el tema substancial del agua. Además, habrán de realizarse eventos similares en Sinaloa, Querétaro, Chiapas, estado de México, San Luis Potosí, Colima, Chihuahua, Baja California, Guanajuato, Coahuila, Puebla, Veracruz, Tabasco, Ciudad de México, Morelos, Oaxaca y Michoacán, cubriendo todo el país.

El propósito de estos eventos es que todas las personas tengan garantizado el derecho al acceso, disponibilidad y saneamiento del vital líquido para consumo personal y doméstico en forma suficiente y adecuada. Además, la Cámara de Diputados aprobó un punto de acuerdo para exhortar a la Semarnat y a la Conagua a implementar, junto con los 32 gobiernos locales, acciones orientadas a preservar y cuidar el agua en todas las regiones del país y erradicar cualquier práctica que contribuya a contaminarla, retenerla, condicionarla o alguna otra acción lesiva al derecho.

En el proceso de la implementación de los foros "Rumbo a la Construcción de una nueva Ley de Aguas Nacionales", la diputada Lorena del Socorro Jiménez reconoció que existen diversas irregularidades en la parte de concesiones y asignaciones de contratos, principalmente realizados durante la administración pasada, por lo que los diputados integrantes de la Comisión, solicitaron a la titular de Conagua, Blanca Jiménez Cisneros, que informe del estatus de dichas licencias autorizadas en los últimos dos años, cuando se implementaron medidas lesivas al interés general.

Precisamente, las acciones perniciosas ocurrieron en el momento mismo en que el Papa aseguró que: "En los últimos años se ha venido considerado al petróleo como el recurso que podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, los estragos del cambio climático, la falta de prioridad política, las incapacidades gubernamentales, las desigualdades y los conflictos armados han hecho que ahora el punto de mira esté en el agua. Esto, junto con el eterno debate sobre si el agua debe ser un bien de lujo o un bien social accesible para todos, podrían convertir al agua en el foco del mayor conflicto geopolítico del siglo XXI". A pesar de ello, se llevaron adelante.

Si dos hombres de carácter heroico, que han sufrido y padecen embates terribles del capitalismo salvaje, han decidido ir al rescate de uno de los bienes más preciados, del que depende totalmente la vida, seguramente que los habitantes de la comarca y de todo Tamaulipas, habrán de hacerse presentes en los foros para aportar su granito de arena en la lucha por garantizar el derecho de los mexicanos y de los habitantes de todo el ancho mundo, al agua limpia y suficiente para atender sus necesidades, desoyendo los cantos de sirena de las trasnacionales y los traidores al interior que por unos pesos son capaces de vender hasta lo más preciado, aunque se queden huérfanos.

El acaparamiento del agua, la falta de infraestructura hidráulica, los pésimos servicios y la peor administración, además del desvió de caudales para la industria de la extracción, son el demonio.