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Triste realidad

Se avecina el periodo para la entrega de aguinaldos y fondo de ahorro de las empresas a sus trabajadores. Como todos sabemos son acciones que nos alegran la vida en esta temporada decembrina, pero los que más se frotan las manos de contentos son los malandracos que bien saben se van a despachar con la cuchara grande sabedores de que cometerán sus delitos en total impunidad, por eso es que no hay día en que no se registre lo mismo un robo que un asalto.

Barren parejo, lo mismo puede ser un peatón o un automovilista, y no se diga las tiendas de conveniencia y las estaciones gasolineras que son asaltadas con un cinismo que francamente no merecemos en esta ciudad compuesta por gente que en su inmensa mayoría se dedica al trabajo fecundo y creador, pero el ser así, visto está, no le sirve para que transcurra la vida en medio de la inseguridad.

Triste realidad

Entonces si las autoridades ya saben cómo se las gastan los malandracos, en este periodo de entrega de aguinaldos y fondos de ahorros como lo recomienda FILIBERTO LÓPEZ ADAME, el secretario general de la Sección 125 del Sindicato de Embotelladoras, la autoridad, ya no sé cual, debiera orquestar cinturones de seguridad, lo mismo por los bancos que por los cajeros automáticos.

No se merece la gente ser despojada con una cínica vileza de lo que ha venido ahorrando a lo largo del año, así como del aguinaldo.

Por otra parte, el ciudadano también debe tomar precauciones como el ir volteando hacia atrás y hacia los lados al momento de entrar a un cajero. Incluso, no debe hacerlo solo, un acompañante es necesario para que mientras él está de espaldas alguien vigile porque precisamente en esos momentos es cuando los malandracos atacan. Si ven personas sin aparente motivo para estar afuera de los cajeros o de los bancos visto está que su intención es despojarlos de su dinero.

Francamente no estoy exagerando, es preferible andar de paranoico que luego andar amargado. Y si es objeto de un asalto, no trate de impedirlo, será la peor decisión.

Sé que no agrada comportarse como manso cordero, pero recuerde que está solo y con todo en contra. Si es asaltado no habrá quien investigue para dar con el autor de la fechoría, pero si al resistirse logra evitar el asalto y lesiona al asaltante, se le va a venir el mundo encima. A usted sí le van a aplicar la ley empezando con la aparición prontamente de una patrulla policiaca.

Usted les dirá que actuó en legítima defensa, pero los agentes de la ley le dirán que como hubo un delito tienen qué llevarlo ante el Ministerio Público para declarar cómo estuvo la cosa.

Usted pensará que no habrá ningún problema, finalmente usted solo se defendió.

Pero el coraje lo invadirá porque al llegar ante el Ministerio Público lo dejarán confinado en una celda hasta en tanto le toman su declaración, que no pude ser dentro de las dos o cuatro horas siguientes sino hasta el otro día. El MP, según me dicen quienes conocen de legalidad, cuenta con un plazo de 48 horas para decidir si lo suelta o lo deja detenido.

Entonces, usted ya comenzará a dudar de que no va a ser tan fácil obtener su libertad. Para entonces su familia le habrá conseguido abogado, si es que tiene recursos para pagarlo, y si no, puede recurrir al de oficio que regularmente la hacen más de coyotes que de defensores. Como quien dice, son enlaces entre el MP y los familiares de la víctima, y se van a encontrar con la desagradable sorpresa de que el MP trae la intención de consignarlo ante el juez para que éste sea el que decida bien a bien si actuó o no en legítima defensa.

Entonces usted ya se llevó dos días encarcelado y como el juez tiene 72 horas para resolver, estamos hablando que se le van a ir cinco días de la navidad tras las rejas y al final sin el aguinaldo ni el fondo de ahorros. No crea usted que en automático van a aplicar las reglas de la legítima defensa.

Pregúntele usted a cualquiera que haya tenido un problema o trámite ante el Ministerio Público o juez penal y le dirá de a cómo le salió el chistecito.

Parece pesadilla o exageraciones del columnista, pero hay muchos que han vivido en carne propia el pasar por agencias del MP o de jueces penales que le van a decir que de a grapa nomás los buenos días. Así que, ante esa innegable realidad, el ciudadano de bien tiene de plano qué apechugar cuando va a ser motivo de un asalto. Al final le saldrá más caro el caldo que las albóndigas, y eso sin contar si salió ileso en el asalto.

Lo peor es que los malandracos bien saben lo que va a pasar si es que los capturan al momento de cometer el delito. Van a buscar la manera de arreglar el asunto, pero definitivamente lo que más les anima a reincidir es saber que del uno al diez es una la posibilidad de que los cachen en la maroma.

Ante tan alto porcentaje de posibilidad de quedar impune, lógico es que en lo que menos piensan es en el dolor que puedan causar a sus mamacitas o a sus abuelitas por andar de malandracos. Esa es la cruda y triste realidad, no los buenos deseos ni amorosas estrategias del presidente López Obrador.

Ante tal panorama lo obligado es que la autoridad establezca cinturones de seguridad por bancos, cajeros y tiendas de conveniencia, así como por la parada de autobuses del transporte público. Y no se diga por los semáforos, pero más obligado es que usted como yo andemos lo que se dice buzos caperuzos.

En otro tema, el presidente del Consejo de Administración de esta casa editora, ORLANDO DEANDAR MARTINEZ y su esposa ESTHELA AYALA DE DEANDAR fueron objeto de un reconocimiento en la apertura de la quinta edición de la Fiesta Cultural que lleva a cabo la cincuentenaria escuela preparatoria Francisco J. Mujica, por los aportes que la estimable pareja ha venido desarrollando regularmente en pro de la cultura, un reconocimiento a fe mía, muy merecido.

Y por el mundo de la política en mi anterior entrega les comenté sobre los que en mi personal enfoque son prospectos para la candidatura a gobernador de Tamaulipas por el Partido Acción Nacional que como ya es público y notorio son la terna compuesta por ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, MARIANA GÓMEZ LEAL y GERARDO PEÑA FLORES.

Me dicen que no le pierda la huella a MIGUEL VILLARREAL ONGAY, recientemente ascendido al cargo de secretario y de los más cercanos en afecto y confianza del comandante en jefe de los panistas tamaulipecos, FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, que en mi personal enfoque aun reconociendo lo anterior creo que la decisión recaerá en uno de la terna que le he venido mencionando.

Y le iba a entrar a los prospectos morenistas, pero de nuevo se me acabó el espacio, así que mañana le sigo con el tema.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com