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Sin aflojar el paso

Con el andar de las campañas políticas, los candidatos a las diputaciones locales, al menos los de los tres partidos importantes, no le aflojan el paso, intentan hacer camino al andar, y llevar su propuesta a territorio, aunque claro, tanto ellos como nosotros, sabemos que nos ofrecen las perlas de la virgen, promesas que jamás cumplirán, porque como lo hemos dicho anteriormente, los legisladores locales no realizan obras, y muy difícil las gestionan con éxito, es decir, que su función es otra, servir a los intereses personales, en primer lugar y luego los de Partido o de grupo, así de sencillo.

Claro, allá a las 529, como decía, LÁZARO, un amigo de la infancia, a quien le encantaba apostar, pero nunca lo hacía con número cerrados, tenía una enfermiza inclinación por rivalizar y arriesgar su dinero, pero siempre fraccionado.

Sin aflojar el paso

Recuerdo que siempre retaba, te apuesto 2.35, 3.15 o 4.05, pesos, que en aquel entonces valían los pesos y centavos, pero cuando uno le hacía la contrapropuesta, mejor te apuesto 3, 4, 5 o 10 pesos cerrados, lo rechazaba, tenía qué ser como él decía y que hubiera centavos de por medio, como si padeciera de alguna enfermedad o mal psicológico, como la pueden tener otros, cuando se trata de bañarse, caminar solo en la noche, dormir con la luz apagada o gastar un unos pesos, a pesar de tener muchos millones. Son males a veces congénitos o inexplicables que no se pueden controlar y el último en enterarse de que lo padece, es precisamente el enfermo.

Pero regresemos al tema que nos ocupa -ahorita estoy ejerciendo el periodismo, los recuerdos de la infancia y las clases de psicología, las dejaremos para otra ocasión-, si a los candidatos a mandatarios les debemos creer a lo sumo el 50 por ciento de sus promesas de campaña, a los candidatos a diputados, la mitad de la mitad, con un 25 por ciento que les confiemos, estaríamos siendo muy generosos, aunque yo me conformaría con volverlos a ver, porque luego suelen hacerse los invisibles, y sólo toman forma si vuelven a competir por un puesto de elección popular, o para acompañar en una gira a otro político o funcionario de más alto rango.

Lo anterior lo digo para que no se hagan muchas ilusiones con las historietas que les puedan contar nuestros amigos candidatos, aunque también es justo reconocer que de los tres abanderados más notables que contienden por la legislatura del III distrito electoral, hay unos menos peores que otros, y la experiencia me ha enseñado que debo votar con la cabeza y no con el corazón ni por pasión, es decir, que yo emito mi sufragio en pro de la persona, no de un color, ni de un Partido, dicho de otro manera, votaré por CHANA o por JUANA, por LUCHA MORENO o JOSÉ JUAN, por CARMELA O RAFAEL, por JESSE o JOY, por quien decía, luego de analizar los perfiles de cada contendiente, pero no lo haré por ningún instituto político o una camarilla.

Votar pensando en que gane un mismo “bloke” como dicen los albañiles, es dar un cheque en blanco y un salvoconducto a todos los legisladores de un mismo Partido, porque buscarán un beneficio grupal, mientras que cuando hay más equilibrio en una Cámara, los legisladores minoritarios, se vuelven más proclives a defender los intereses comunes; tampoco crean que porque son la última panacea de la galaxia, sino que de alguna manera buscan congraciarse con el electorado, para que en futuras elecciones vuelvan a confiar en ellos.

A mi ver, los candidatos que buscan una legislatura para Tamaulipas, y también para otros estados donde habrá elecciones, no deberían tener un control absoluto de la cámara, y menos cuando son gobierno, lo que más conviene a los ciudadanos es que haya un equilibrio, que no haya un poder absoluto.

Y si bien es cierto, como lo comenté líneas arriba, los diputados locales por separado, no son muy eficientes para realizar trabajos de gestoría, en cuanto al desarrollo de obras se refiere, si son el número necesario en la cámara, en grupo, sí pueden ser factor importante para impedir excesos de autoridad o el dispendio y mal uso de los recursos públicos, y en esa lógica, elegir a un legislador, más allá del Partido que enarbole, es responsabilidad de todos.

Y COLORÍN COLORADO….