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Rumbo al Super Bowl 52

Ya tenemos listos los contendientes para esta nueva edición del juego grande de la NFL. Por parte de la Conferencia Nacional, el representante son las Águilas de Filadelfia, un equipo que sorprendió relativamente por alcanzar esta tan importante instancia.

Ya tenemos listos los contendientes para esta nueva edición del juego grande de la NFL. Por parte de la Conferencia Nacional, el representante son las Águilas de Filadelfia, un equipo que sorprendió relativamente por alcanzar esta tan importante instancia.

Y me refiero relativamente porque en realidad es el mejor conjunto de la NFC por su lugar en la tabla general, pero como sabemos, fueron desfavorecidos por las apuestas derivado de la lesión de Carson Wentz y la actuación de su defensiva en los últimos encuentros de la temporada regular. Sin embargo, Doug Pederson, su entrenador, logró hacer los ajustes apropiados para detener en diez puntos a una de las mejores ofensivas de la NFL (Atlanta) y vencer por amplio margen al que se suponía era el equipo más completo de toda la Liga (Minnesota).

Rumbo al Super Bowl 52

El plan de juegos fue el indicado, en virtud que Nick Foles no tuvo complicaciones graves en contra de defensivas agresivas y de alto octanaje.

A propósito, pienso que los Vikingos de Minnesota desperdiciaron una oportunidad de oro que difícilmente se repetirá en su historia o la de este deporte de las tacleadas.

Contaban con una de las más competentes planillas que hayan acuñado en su largo historial como franquicia y tenían la posibilidad de jugar el Súper-Domingo en su casa.

Los púrpuras se mantendrán como uno de los ya pocos equipos que no han logrado ganar un título. Así mismo, su futuro se vislumbra incierto, en especial por el tema de sus mariscales de campo.

Tendremos algo de controversia al respecto en unos meses más delante. Por lo pronto, Eagles visitará por tercera ocasión esta gran instancia, siendo la versión 39 una repetición de la presente, cuando en ese entonces estaba al mando Andy Reid (eterno gran proyectista, perdedor en situaciones cruciales) y el mariscal de campo Donovan McNabb.

Nunca han ganado y claro, la pregunta es ¿Podrán conseguirlo en esta ocasión? Con Tom Brady y Bill Belichick como adversarios, es -como la gran canción de Concrete Blonde- una ciega ambición.

Los Patriotas de Nueva Inglaterra, odiados por muchos, amados por pocos. Recientemente me preguntaron si yo comparaba a los Pats con el club América del soccer nacional en cuanto a esa disyuntiva de amor-odio y respondí que no era la misma proporción.

El citado América es odiado al igual que amado. Los Pats son más odiados que amados. Las razones son variadas: los escándalos, la soberbia, los partidos con finales “raros”, “la ayuda” o simplemente el hartazgo de un equipo constantemente ganador.

Me parece que debemos circunscribirnos en este momento a los hechos: Nueva Inglaterra es hoy por hoy una franquicia triunfadora. Cuenta con un entrenador, un coordinador ofensivo y un mariscal de campo que piensan y razonan el juego con grandísima inteligencia y con una coordinación única en su género.

Saben cómo y cuándo accionar para resolver con eficiencia y en general vencen más mental que físicamente a sus oponentes. ¿Han sido ayudados por la cúpula de la NFL para crear una nueva dinastía después de que a mediados de los noventa se abrió la agencia libre en la NFL?: Nunca lo sabremos, pero no lo dudaría.

¿Las decisiones arbitrales en el partido versus Jacksonville de la final de la Conferencia Americana, les favorecieron contundentemente? Es más que afirmativo. ¿Son el equipo favorito de las Vegas (apuestas)?: No lo podemos descartar.

En fin, los Patriotas llegan a su octavo Super Bowl bajo la batuta del binomio Belichick-Brady y su décimo en toda su trayectoria.

En este espacio estaremos analizando los principales puntos que destacarán en un partido que sobre todas las cosas cerrará el ciclo y la dinastía de un conjunto lleno de interrogantes y asteriscos, pero que precisamente esos señalamientos, harán que levanten con mayor gallardía y orgullo el trofeo Vince Lombardi del Super Bowl 52.