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Recordando a Don Tomás Vela Salinas

Colaboración 

Hoy quiero realizar Un Viaje al Pasado para recordar a un hombre muy trabajador, emprendedor, alegre y muy servicial, me refiero a Don Tomás Vela Salinas.

Recordando a Don Tomás Vela Salinas

Tomás, fue originario de la Lajilla municipio de Doctor Coss, Nuevo León, nació en el año de 1920, hijo del señor Patricio Vela, y la señora Amalia Salinas, proveniente de una familia muy humilde, fueron 3 hermanos, 2 hombres y una mujer, Guadalupe, Jesús y Petra Vela Salinas, dicha familia decide salir de su terruño buscando mejores oportunidades y una mejor vida para su familia, y emprenden el viaje con sus pocas pertenencias hacia la frontera norte de Tamaulipas, donde se vivía en esa época el boom del auge algodonero, llegan al poblado del Empalme, Tamaulipas, donde se acomodan en una modesta casita y a los cuantos días empiezan a trabajar en las pizcas de algodón.

Tomás estudió únicamente la primaria, pues debido a su pobreza tenía que salir aun siendo un niño a vender pan en una canasta, después de algún tiempo de andar en las pizcas del algodón decide buscar un trabajo menos cansado y más estable, por lo cual un día toma la decisión de buscar nuevos rumbos y una mañana aborda un autobús y se dirige  a la ciudad de  Río Bravo, Tamaulipas, en esa época él ya contaba con aproximadamente unos 25 años de edad, y decide dejar el poblado del Empalme, Tamaulipas, y Estación Ramírez, lugares donde vivió algunos años, allá por 1944.

Tomás se casó en 1945 con una damita que era de su mismo pueblo, con la bella señorita de nombre San Juanita Garza, con la cual  tuvo 4 hijos,  3 mujeres y un hombre, Noelia, Noé, Ninfa y Magda Vela Salinas.

Al llegar a la ciudad de Río Bravo, Tamaulipas, se instala en un pequeño cuarto cuando aún ni siquiera se abría a la circulación lo que hoy es la calle Tlaxcala, y con su pocos ahorros pone un pequeño estanquillo o tendajo donde vendía de todo un poco, en ese mismo lugar había un vecino que tenía dos negocios, uno de peluquería y el otro de reparación de bicicletas, se hacen muy buenos amigos y un día por no poder atenderlo le traspasa el negocio de las bicicletas.

Tan pronto y aprende el negocio de vender y reparar bicicletas que en aquel tiempo una bicicleta costaba alrededor de 300 a 500 pesos  y reparar una llanta ponchada su costo oscilaba entre 1 peso ó 1 peso con 50 centavos, es cuando felizmente allá por los años de 1953 ó 1954, inaugura su flamante negocio al cual bautiza con el nombre de “El Tamaulipeco”.

Dicho negocio, le dio para mantener a su familia y darle trabajo a muchos jovencitos, los cuales de ahí salieron hechos todos unos maestros en cuestión de reparaciones de bicicletas, he iniciaron su propio negocio, Don Tomás supo aprovechar el auge algodonero, pues a diario acudía gente comerciante y del campo a comprar ese económico modo de transporte. Fueron tantas las bicicletas que vendió, que a diario le traían a que se las reparara de la cadena, engrasara los baleros, parchar alguna llanta, cambiar la cadena, remplazar rayos rotos o incluso a que se las pintara.

Comenta el señor Jesús Pérez Ambríz, quien fue su ayudante por cerca de 15 años, que Don Tomás fue para él como un padre a quien le tenía un gran aprecio, porque supo ganarse su cariño y con su atención y gentileza, el respeto de toda su clientela.

En el año 2000 ya cansado y enfermo Don Tomás le hereda su sabiduría y negocio a su hijo Noé. Desafortunadamente el señor Tomás fallece en el año de 1995 y es su hijo Noé quien  sigue atendiendo el negocio hasta el año 2010 aproximadamente.

Es por eso y más que hoy recordamos a Don Tomás Vela Salinas, como un próspero empresario.

¡Muchas gracias por hacer juntos Un Viaje al Pasado, hasta la próxima!

Nachobecerril58@gmail.com