¿Qué tan controlador eres?

Responde (con honestidad) en una escala del 1 al 5 

• 1 = Casi nunca o nunca

• 2 = Rara vez

• 3 = A veces

• 4 = Frecuentemente 

• 5 = Muy seguido, casi siempre o siempre 

1) ¿Te gusta andar “ayudando” a otras personas sin que te lo pidan? (Por ejemplo, recordándoles citas, cuando conducen les dices en cuál carril estar, les haces saber dónde van las cosas, etc.) 

2) ¿Inviertes suficiente energía y tiempo en mantener tu casa o espacio de trabajo organizado? (Casi impecable) 

3) ¿Te resulta complicado observar que tus hijos o tu pareja esté sin hacer “nada” porque asumes que están perdiendo el tiempo?

4) ¿Eres de las personas que tiene muchas reglas y rutinas para hacer las cosas cotidianas?

5) En momentos en que hay que estar de prisa, ¿eres de los que comienza a organizar a los demás, decidiendo qué van a hacer?

6) ¿Detestas depender de otros o te cuesta trabajo delegar responsabilidades? 

7) ¿Es importante para ti que las cosas se hagan “a tu manera” para que salgan “bien”?

8) ¿Planeas con mucho detalles cosas tan simples como ir al súper o a una comida?

9) ¿Te cuesta trabajo admitir errores, equivocarte o aceptar que has cambiado de opinión?

10) ¿Te irritas, enojas o te pones ansioso cuando por culpa de alguien se te hace tarde o cuando no salen las cosas en el ritmo que tú quieres?

 Suma tus respuestas y evalúa tu resultado: 

• 41-50: Definitivamente eres alguien controlador.

• 31-40: Tienes problemas con el control, sin embargo, en ocasiones puedes ser flexible.

• 21-30: Te puedes considerar “normal o estándar”, posiblemente lo controlador sale ante situaciones caóticas. 

• 10-20: Posiblemente eres de los que tiene “atole en la venas”. Sin embargo, podría ser interesante que alguien que te conoce respondiera las preguntas contigo. 

Los cuestionarios o les test son una herramienta muy divertida y reveladora que colaboran para que te conozcas más, no como un diagnóstico, sino como un punto de partida en aquello que es necesario que pongas atención. Por lo regular, las personas controladoras consideran a los demás lentos, desordenados e irresponsables, no obstante, la percepción puede estar alterada, ya que su opinión se basa en sus exagerados estándares de orden. 

Ten presente que una persona controladora no es una persona enferma, simplemente muchas de sus decisiones y procederes nacen de la ansiedad. Si te reconoces como uno de ellos, además de comprender de dónde nace tu necesidad de control, será indispensable explorar técnicas o actividades que te relajen, como por ejemplo, el yoga o la meditación. También el tener actividad física (ejercicio) para liberar la energía te puede ayudar significativamente. Las bondades del té de manzanilla por la noche pueden reducir tus niveles de hiperactividad. 

Lo triste de esta situación, es que al final del día el control no existe. A lo único que verdaderamente tienes acceso y “control” es a tu propia voluntad. En la mayoría de los casos, los controladores sufren y se frustran porque los demás no ven al mundo como ellos lo ven. Es indispensable que puedes observar que en la vida hay cosas importantes y cosas urgentes. No todo tiene que ser una “prioridad”. Recuerda que el control desgasta, particularmente los sentimientos de la gente que te aprecia. Recuerda la pregunta mágica cuando estés en momentos de crisis: ¿Qué prefiero, ser feliz o tener la razón? Respira. Todo pasa y no pasa nada. Nos leemos pronto. ¡Anótele! 

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